Revista Cultura y Ocio

Cuando un libro no se pone a dieta

Por Bdebabel @BabelT

Cuando un libro no se pone a dieta
¿Alguna vez habéis sentido ganas de poner un libro a dieta? No me he vuelto loca, es que algunos libros son más pesados que una maratón en agosto. Ni qué decir tiene que me gustan los libros gorditos, rollizos, bien alimentados, adictos a la gula y con muchas golosinas en su interior pero... mis muñecas se resienten, mis hombros tienen a imitar a Quasimodo y mi sangre se coagula en unas venas vueltas del revés.La última vez que he tenido el "placer" de soportar un libro mastodóntico ha sido con la lectura de La casa del viento, de Titania Hardie. Una gran lectura en muchos sentidos. ¿Y cuánto pesa el retoño? Comprobémoslo...Cuando un libro no se pone a dieta977 gramosEso es justo lo que este meteorito literario ha pesado en mi balanza culinaria. ¿Y vosotros? ¿Tenéis algún Expediente X que comentar sobre libros pesados? ¿O quizás os apetece pesar el libro más ligero de vuestra estantería? Soy toda oídos y, como ya sabéis que me encantan las fotos, quien quiera enviarme una foto de su libro más o menos pesado, formará parte de la galería conjunta de ¿CUÁNTO PESAS?Cuando un libro no se pone a dietadescoyuntada.

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