Revista Maternidad

Cuando un portabebé es más que una manera de llevar a un niño

Por Latetaymas @LaTetayMas

Siempre soy yo quien escribe en las páginas de este blog. Natural, es mío.

Pero hay veces que a mi me faltan palabras, experiencias, incluso información.

Tengo una amiga; una de esas amigas que una conoce gracias a internet, y que ya lo será siempre. Esa amiga se llama Lilian, y es una madre estupenda, intuitiva y alucinante.

Lilian sabe mucho más que yo sobre los beneficios de los portabebés, sobre todo en niños especiales. Por eso, la invité al blog.

Y ella, que es estupenda, ha venido con un texto maravilloso sobre esas situaciones en que un portabebés es más que una manera de llevar al niño.

 
VENTAJAS DEL DESARROLLO CON EL USO DE PORTABEBÉS. 

En cualquier folleto de portabebés se encuentran un montón de ventajas por las cuales se recomienda el uso de los mismos. Véase un ejemplo extraído de abrazarte.org:

“Para los Bebés:

Se sienten más seguros, más contenidos, más queridos. Esta tranquilidad hace que estén menos nerviosos y aumenten sus periodos de sueño. Así mismo, los momentos de llanto, cólicos y vómitos son menores.

Al igual que en el vientre materno, el movimiento continuo ayuda a la maduración neuronal del bebe o niño.

Ve el mundo desde nuestra altura, en vez de un montón de rodillas desde el carrito, aprendiendo a socializar con otras personas, interviniendo en la vida cotidiana, interactuando desde muy pronto con su entorno. Esta estimulación extra beneficia el desarrollo del cerebro.

Favorece el desarrollo emocional del bebé, los niños tomados en brazos o en portabebé son más seguros y más independientes, ya que sus necesidades han sido cubiertas con más prontitud.

Se recomienda para niños muy demandantes y nerviosos.

Se recomiendan desde el principio para tratar la displasia de cadera.

Para padres o porteadores:

Se establece un contacto más cercano entre madre y bebe. Mejora la comunicación entre ambos, así la persona que lo lleva se anticipa a las necesidades del bebé o niño.

Se puede tener al bebé cerca mientras se atiende o juega con el hijo mayor.

Usando un portabebé es posible amamantar de manera sencilla y discreta.

Los padres y madres pueden olvidarse de las barreras arquitectónicas, usar el transporte público o subir escaleras sin aparatosos carritos o cucos; y dedicarse a sus tareas cotidianas con las manos libres y sin necesidad de separarse de su hijo.

Se reparte el peso del bebe o niño de manera uniforme en la espalda del que lo lleva, y es increíble como deja de sentirse el peso del bebe como una carga, y se disfruta de la cercanía.

Ayuda a la depresión postparto, estando en contacto físico con el bebé y teniendolo cerca, el bebé recibe la estimulación adecuada y es posible conectar con el bebé. “

Cuando lees esto antes de usar un portabebés, o incluso cuando los estás usando, no eres consciente realmente de la importancia de estas ventajas en el desarrollo neuronal, social y afectivo de tu hijo. Uno es más consciente de las ventajas “cotidianas”, es decir, puedes atender mejor a tu hijo mayor, puedes dar el pecho mientras haces otras cosas, es más cómodo para ir en metro, subir y bajar escaleras…

Pero lo realmente importante lo solemos pasar por alto o no le damos la importancia que realmente tiene.

La gran mayoría pensamos que no es necesario enseñar a un niño a querer a sus padres, a sonreír a otras personas, a responder correctamente a todos los estímulos que recibimos al día, visuales, sonoros, táctiles…, y afortunadamente en la mayoría de los casos así es. Pero a veces, la vida nos hace darnos cuenta de cuan importanteson todos esos detalles que tan a menudo despreciamos. No es difícil encontrar en el parque a una mamá quejándose de lo “dependiente” que es su niña, o a otra quejándose que su hijo no sabe jugar solo…

Bien, hay bebés que son muy independientes, que pasan horas jugando solos sin echar de menos a nadie, que no sonríen a sus padres, que si entra o sale su madre les es indiferente…, esos bebés no son “normales”, esos bebés tienen problemas, y sus padres darían lo que fuera por tener los “problemas” de esas madres en el parque que no saben cuan afortunadas son. Porque sus hijos hacen lo que “deben”
hacer todos los niños.

Y es ahí, cuando la naturaleza no hace su trabajo, cuando más tenemos que recurrir a ella para fomentar el correcto desarrollo de nuestros hijos. Pero esto no excluye a los niños cuyo desarrollo es “normal”, los beneficios son los mismos, lo que sucede es que si pintamos en un lienzo en blanco se verá más la pintura que cuando pintamos en un lienzo ya coloreado.

¿Qué es recurrir a la naturaleza?. Recurrir a la naturaleza es hacer lo que genéticamente estamos preparados a hacer, como amantar a nuestras crías, llevarlos en brazos, pasar muchísimo tiempo con ellos, y todo esto, con el ajetreo de nuestra sociedad actual, nos lo facilita el uso del portabebé.

A mi niño le he llevado en bandolera desde que nació, siempre ha tenido el pecho de su madre al alcance para mamar las veces que quisiera, durante el tiempo que quisiera.

Con 4 meses comencé a utilizar indistintamente bandolera y Mei-Tai, sobre todo para dormir al peque y para salidas en las que el carro era un engorro. Mi niño me ha tenido bien cerca, me ha olido, me ha tocado, ha visto mis gestos, ha escuchado mis palabras, ha vivido los estímulos a la misma altura que yo…, pero fue creciendo y cada vez los utilizábamos menos.

Este verano nos hemos ido a Disney, con las colas kilométricas en las que no podías meter el carrito. Mi hijo no es de los que se están quietecitos, así que el Mei nos vino de lujo. Las horas de cola se las pasaba mamando o durmiendo, incluso a veces se dirigía a mi, me miraba y comenzaba una “conversación” a su modo. Incluso una vez, al final del verano me llamó “mamá”.

¿He comentado ya que mi hijo ha sido diagnosticado de TEA (Trastorno del espectro Autista)?.

Estos niños tienen serias dificultades para las relaciones sociales, mi niño no dice ni “mu”, no saben interpretar los gestos de las personas con los sentimientos adecuados, no mantienen contacto ocular y mucho menos tienen intereses sociales, tales como “conversar”, muchos rechazan el contacto físico.

En una de estas clases para padres a las que asisto, nos comentaron la importancia de estar “cara a cara” con nuestros hijos para facilitar la comunicación, la importancia de llevar a los niños en brazos, la importancia del contacto físico, la importancia de volver a nuestros orígenes.

Y es bien cierto, lo pude experimentar con mi hijo este verano,  la mejoría de mi hijo en esa semana de porteo “intensivo”, fue espectacular.

No obstante, el placer de estar con tu retoño, de verle la carita, de sentirle cerca, de no perderte ni un gesto, ni una sonrisa, no tiene precio, y gracias a los portabebés tenemos eso y mucho más.

Saludos!

 

Gracias, Lili


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