¡Cuánta bondad!

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“Porteños generosos: aceptan que otros usen sus hospitales y escuelas” se titula el artículo que La Nación publicó ayer, y que presenta los resultados de una “encuesta de cohesión social” que el Ministerio de Gobierno de la CABA “realizó” a fines de 2014. La intención editorial es muy evidente: desmentir, o al menos relativizar, “la existencia de tensiones -y hasta de discriminación- entre los porteños y sus vecinos del conurbano”. Sin dudas, la nota bien podría haberse titulado como la célebre obra de Quino, ¡Cuánta bondad!.

Según la bajada del artículo, “64,5% (de los porteños) aprueba que vecinos del conurbano asistan a centros de salud de la Capital; 73,1% acuerda con que crucen a estudiar a la ciudad, y 81% admite que trabajen en el distrito”. El diario respalda con testimonios de cosecha propia los porcentajes obtenidos a partir de tres mil entrevistas presenciales realizadas a mayores de 18 años.

Algunos lectores nos sentimos perturbados ante la articulación de ésos y otros resultados de la encuesta con detalles técnicos del estudio y con los testimonios recogidos por la periodista Ángeles Castro. Es que, a priori, la manera en que fueron transcriptos los porcentajes (x % de porteños aprueba, acuerda, admite…) da a entender que los encuestados son porteños. Sin embargo, la autora de la nota explica que el relevamiento ministerial interpeló a habitantes de las siguientes localidades del conurbano bonaerense: Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela y Berazategui en zona sur; Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Morón, Merlo, Ituzaingó, Hurlingham, San Miguel, José C. Paz y Moreno en zona oeste; Malvinas Argentinas, Tigre, San Fernando, San Isidro, Vicente López, San Martín y Tres de Febrero en zona norte.

Por otra parte, los testimonios que aporta Castro también corresponden a compatriotas radicados, no en Capital, sino en el mismo conurbano: Nadia Mateo de La Matanza, Vanesa Jmelnitzky de Munro, María Lugano de San Martín, Bárbara Posesorski de Ciudadela, Mayra Lorenzo de Del Viso.

Por consiguiente, antes que la postura porteña frente a la convivencia con no-porteños, la encuesta realizada o encargada por la Unidad de Proyectos Especiales Área Metropolitana de Buenos Aires del mencionado Ministerio revela la percepción que esos no-porteños tienen sobre la manera en que los porteños los reciben y toleran en su territorio.

Da la sensación de que la rigurosidad discursiva importa poco para los fines de este artículo. De hecho, lo importante es que los testimonios de cosecha propia legitimen la connotación positiva de las cifras obtenidas. Por si aún así cupiera alguna duda, la nota cierra con la observación del responsable de la UPEAMBA, Diego Valenzuela:

Editado en 1999.

“Hay en el Área Metropolitana de Buenos Aires una gran apertura a recibir a personas que no son de su ciudad. Existe una mayor receptividad que la que uno podría ver desde una percepción política. Subestimamos la vida metropolitana: quienes se mueven a través de la General Paz no tienen prejuicios respecto del otro“.

La expresión “percepción política” nos retrotrae a fines de 2007 cuando una buena porción de porteños celebró la propuesta macrista de reformular el sistema de salud capitalino para darles prioridad a los pacientes de la Ciudad, en detrimento de los pacientes bonaerenses, provenientes de otras provincias argentinas o extranjeros. “La gente de Provincia sabrá esperar”, dijo Mauricio en ese entonces.