Revista Salud y Bienestar

¿Cuánto necesitamos dormir?

Por Sramosa @sramosa

Fases del Sueño

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Sueño REM es la fase de sueño donde se producen las “ensoñaciones” y se caracteriza por los movimientos oculares rápidos, de ahí su nombre (Rapid Eye Movement).

El sueño no REM tiene cuadro estadíos, pero desde el punto de vista práctico lo importante es diferenciar el sueño superficial (I y II) y el profundo (III y IV).

El tipo de sueño tiene importantes relaciones con la función corporal, el control de la respiración, la secreción hormonal y las funciones reparadoras (el sueño REM podría tener que ver con las funciones reparadoras cerebrales).

Normalmente se tienen varios ciclos de sueño que comienzan por sueño ligero, después profundo y acaban con sueño REM, para repetir el ciclo. Al final de la noche aumenta la cantidad de sueño REM. Si nos despertamos bruscamente durante la fase de sueño REM, tenemos más posibilidades de acordarnos de los sueños.

Es muy frecuente que se nos pregunte sobre las horas normales necesarias de sueño. Como es bien sabido no todo el mundo tiene las mismas necesidades, se considera que unas 4 horas es lo mínimo para mantener las funciones vitales, pero lo óptimo para mantener un rendimiento optimo esta entre las 7 y 8 h. aunque depende de la edad. Se entiende un sueño de calidad. Si el sueño esta interrumpido (fraccionado) su capacidad reparadora disminuye.

Los niños suelen necesitar más horas de sueño y tienen proporcionalmente mas sueño REM. Es importante destacar que durante el sueño se produce la secreción de la hormona de crecimiento. Si el sueño es de mala calidad (por ejemplo por el Síndrome de Apnea del Sueño) puede alterarse esta secreción y de este modo afectar al crecimiento del niño

Los adolescentes y jóvenes también suelen tener más necesidad de sueño que los adultos (en contra de lo que suele ocurrir). A lo largo de la vida se reducen las horas de sueño y la cantidad de sueño REM. Esto se acompaña de dificultades para conciliar el sueño, con aumento de los despertares nocturnos.

En la vejez esto se acentúa, acompañándose de somnolencia diurna y pequeñas siestas. Aunque aparentemente la cantidad total de sueño puede parecer menor, la realidad es que si se suma el nocturno y diurno suele ser incluso mayor, aunque menos eficiente.

Existen también diferencias de género. En la mujer en periodo fértil, pueden existir alteraciones del ciclo de sueño, en el periodo de la menstruación. Pero lo más relevante es que tras la menopausia, aumenta el numero de mujeres roncadoras y de apneas, acercándose la frecuencia del Síndrome de Apnea a la de los varones. Parece que esto tiene que ver con la actividad hormonal de los estrógenos.


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