Revista Psicología

¿Cuanto nos queremos?

Por Mundotlp @MundoTLP
La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica” (McKay, 93). En la vida nos pueden disgustar olores, ruidos, sabores, sensaciones… pero cuando lo que nos disgusta son partes de uno mismo estamos dañando las estructuras psicológicas que nos mantienen vivos.¿Cuanto nos queremos?
La cantidad de autoestima en los niños está determinada por el estilo de crianza en los tres primeros años de vida. Más adelante, en adolescentes y adultos la autoestima final estará determinada por una acumulación de factores tanto internos como externos: forma de afrontamiento y a las situaciones resultado de éste, apoyo social…La autoestima no es gratuita hay que luchar por ella, hay que fomentar situaciones que favorezcan su desarrollo, pero sobre todo hay que aprender a interpretar las situaciones. La autoestima determina cómo percibimos el mundo. Los hechos son objetivos pero no la vivencia que tenemos de ellos. En muchas ocasiones no podemos cambiar las circunstancias pero sí la forma de interpretarlas.Probablemente a todos nos gustaría ser vigilantes de la playa: cuerpos bonitos y bronceados, todos los días tumbados al sol… Por desgracia esas no suelen ser nuestras circunstancias; ahora bien, si nos centramos en lo que NO tenemos en vez de en lo que SÍ, en lo negativo en vez de en lo positivo, nuestra autoestima se verá seriamente dañada.Mecanismos como la crítica son efectivos para enfrentarnos a muchas situaciones: detectar nuestros errores nos hace aprender. Pero cuando esta críticas son continuas dejan de ayudarnos a enfrentarnos a las situaciones y acaban convirtiéndose en un serio problema. Momentos en los que es posible fracasar o ser rechazados, en los que nos sintamos culpables o frustrados son especialmente propicios para provocar críticas que dañen profundamente nuestra autoestima. Es posible que en ocasiones queriendo enfrentarnos a una situación nos califiquemos de inútiles y torpes, cuando objetivamente lo que pasó fue que nos tembló la voz al expresar nuestra queja en una reunión, o tropezamos con el escalón que no vimos. Si vamos asumiendo como realidades cada una de las críticas que nos hagamos y no intentamos valorar otras realidades objetivas iremos debilitando lentamente el aprecio hacia nosotros mismos. Una buena forma para cambiar la función negativa de la crítica es intentar oír “la voz” interna que valora lo que está bien o mal de nosotros mismos. Pararse a escucharla puede facilitar que analicemos la finalidad y las consecuencias reales de ésta.La terapia psicológica afronta este tema desvelando y analizando las afirmaciones negativas sobre uno mismo y dota a la persona de nuevas afirmaciones objetivas y positivas que fomenten la autoestima en vez de socavarla. Quizás la afirmación del principio ante el espejo podría haber sido otra: ¡bueno no me está nada mal el pelo así!. La imagen del espejo es la misma. Su autoestima lo agradecerá.http://elmundotlp.blogspot.com/es

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