Revista Salud y Bienestar

Cuatro errores que cometes al 'picar'

Por Sportfactor @sportfactor

A veces por desconocimiento y otras veces porque no queremos verlo, la verdad es que los errores y los malos hábitos en la nutrición son algo bastante habitual.

El fast food, los sncaks fritos, los dulces manufacturados, etc… son uno de esos alimentos recurrentes de los que mucha gente tira cuando no tiene tiempo de cocinar, come fuera de casa, está en una reunión en la oficina, disfruta de un evento deportivo, o simplemente quiere algo “poco sano” etc…

Cuatro errores que cometes al “picar”

De hecho encontrar restaurantes de comida rápida donde sirven este tipo de alimentos es lo más habitual en las grandes ciudades. Pero que no se alegren los habitantes de las pequeñas poblaciones que encontrar un bocadillo de bacon con pate y huevo acompañado de unas patatas bravas y coca-cola es lo más sencillo que podemos hacer.

El resultado de este abuso en el consumo de alimentos poco recomendados, se traduce en una alimentación menos equilibrada de lo que deberíamos, en unas 500-600 calorías de media más al día y en una cantidad ingente de grasas fluyendo por nuestro torrente sanguíneo.

Por eso esta mañana nuestro objetivo no es hacer que dejéis de consumir estos alimentos, lo que queremos es “educaros” y plantearos estrategias, para que picar, al menos no se convierta en una catástrofe nutricional.

4 ERRORES QUE COMETES AL PICAR

1. Te controlas por el día…pero la noche es tu perdición

Hay gente que aplica algo así como el caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero en la comida. ¿A que nos referimos?, es muy sencillo, durante el día comen más o menos de forma controlada, pero al llegar la noche después de cenar los viajes del sofá a la nevera/despensa son más que continuos.

Es comprensible que por la noche nos pueda apetecer más este tipo de alimentos, ya que estamos en casa relajados delante de la tele y ese tipo de alimentos mandan una sensación de placer a nuestro cerebro. Si bien lo mejor que podemos hacer es comer de forma equilibrada durante todo el día, sin saltarnos ninguna comida (esto es esencial), de modo que nos mantengamos saciados durante mas horas. Una vez cumplido esto  y en el caso de que sea inevitable el viaje a la despensa, cambia tu caja de galletas oreo (la cual no deberías de tener en casa), por un batido de caseína de chocolate con leche de soja (por ejemplo). La caseína es una proteína de asimilación lenta que nos proporcionará los nutrientes necesarios mientras dormimos y además es baja en grasas e hidratos.  Mi truco personal es añadir poco líquido y remover la caseína poco a poco hasta que se queda una especie de pudding de chocolate. El mero hecho de masticar será suficiente para quitarnos la ansiedad y además siempre sacia más que tomarla en forma completamente liíquida.

2. Picar demasiado antes de cenar

Llegas a casa por la noche, después de una tarde de entrenamiento y tu apetito es voraz cual lobo hambriento. En este caso la cena aun no está preparada y no puedes soportar la espera, arrasando con todo lo que encuentras a tu paso sin importarte su procedencia.

En estos casos, la planificación es la clave, por un lado, lo mejor es tener en cuenta la hora a la que llegarás a casa y tener preparada de antemano la cena. Si te ha sido imposible, mientras la preparas, llévate a la boca verduras crudas, tales como zanahorias o apio, por ejemplo (no son unas Lay’s), pero te aseguramos que los beneficios para tu organismo se superan con creces. Además mientras masticas disminuirá la sensación de hambre que tienes. Lo siguiente es prepararte algo que no te lleve demasiado tiempo de cocinar. Una ensalada (las cuales vienen en bolsas), un trozo de pan integral tostado con un poco de aceite y un par de trozos de pechuga de pollo se prepara en 7 minutos, no tienes excusas…

3. No puedes dejar de comer en el coche

Si eres de las personas que por su trabajo, prácticamente viven en el coche, lo más probable es que acabes alimentándote de forma asidua en el coche. Y como en el coche lo más seguro es que no consumas un buen trozo de salmón con unas espinacas, acabarás comiendo directamente de las bolsas de aluminio alimentos que llevan de todo menos comida…

Lo mejor (revisar el punto 2), tener tu alimentos diarios planificados. ¿Cómo? Muy sencillo, utiliza utensilios que puedan conservar tus alimentos o aliméntate de alimentos saludables como frutas, frutos secos (naturales), lácteos bebibles, sándwiches sanos, etc… Si no llevas nada en el coche y te entra hambre, lo más seguro es que acabes en algún restaurante de “fast food” pidiendo cosas que no deberías.

Otro detalle a tener en cuenta, piensa que al estar sentado el desgaste calórico es nímio…no abuses de lo que no debes.

4. Trabajas en casa

Ese es el sueño de muchas personas, pero la pesadilla de otras tantas…trabajar en casa puede ser una bendición, si somos capaces de evitar levantarnos cada dos por tres para dar rienda suelta a nuestros instintos.

Cuatro errores que cometes al “picar”

Lo que debemos hacer en estos casos, es lo mismo que haríamos si estuviéramos en una oficina, es decir, marcarnos unos horarios de pausa y nutrición, sea cada 2 o cada 3 horas, por supuesto controlando siempre lo que comemos y evitando comer delante del ordenador. Lo del ordenador, básicamente es por que solemos perder el concepto de lo que consumimos y acabamos comiendo más cantidad de la que debemos debido a la distracción de la pantalla.

Resumiendo

Han sido 4 breves ejemplos, hay cientos, pero lo importante es que tomemos consciencia del problema y evitamos tropezar dos veces con la misma piedra.

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