Revista Literatura

#Cuba, Internet y el miedo

Por Alberto Yoan @albertoyoan

Hasta hace unas semanas las pequeñas muestras de periodismo independiente en Cuba, no afiliados a la reconocida mundialmente disidencia cubana, sino alejadas de posturas progubernamentales o en contra del socialismo cubano, algo así como un término medio entre tanta polarización durante los más de 60 años de guerra -¿real, psicológica?- contra Estados Unidos, daban esperanza a quienes desde lejos, seguimos con parte de nuestro corazón en Cuba, por nuestros familiares y amigos, por nuestra tierra.

cuba, internet y el miedo

El 17 de diciembre de 2014 parecía estarse concretando en muestras reales de libertad e independencia de la prensa oficial cubana con medios independientes como OnCuba, El Estornudo, Periodismo de Barrio, Cuba Posible y por supuesto los blogs de más de un cubano -periodista o no- donde se veía otra realidad, una no expresada en Granma o Juventud Rebelde. Pero, de repente todo parece un espejismo y desde distintas instancias del gobierno cubano caen nuevamente en la necesidad de denunciar, censurar y cerrar espacios digitales, periodistas y opiniones contrarias al discurso dominante que se impone en Cuba. En julio de este año prohibían a los periodistas que trabajaban en medios oficiales, colaborar en los nuevos medios independientes, pero este agosto está siendo caliente y no precisamente por el termómetro.

Algunos en la Mayor de las Antillas, no saben el daño y la mala imagen que transmiten del gobierno cayendo nuevamente en “actitudes conspiranoicas” ante cualquier paso o evento convocado por los Estados Unidos, ante cualquier palabra sobre Cuba escrita en Internet que no sea revisada antes por el Consejo de Ministros y pase por la rueda gubernamental. No acaban de entender que Internet, la llamada “red de redes” como aún le llaman allá, tiene espacio para todos y el pueblo cubano tiene derecho a decidir qué creerse y qué no, tanto de la prensa oficial cubana, como de la llamada prensa independiente.

Todavía recuerdo como en Cuba funciona mucho mejor el boca a boca que el periodismo oficial para saber lo que de verdad interesaba a la gente de a pie. Mientras en la TV se “sobre cumplía el plan de papa”, los cubanos y las cubanas solos nos creíamos la noticia cuando nos enterábamos que la papa estaba en el agromercado. Y eso por no contar la de historias de machetazos y muertes, que sólo se saben en Cuba vía Radio Bemba, como se conoce en la calle al chisme.

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Muestra de una polémica en una noticia de Cubadebate

La constante petición de Raúl Castro de que la prensa oficial critique lo mal hecho en Cuba se queda solo en sus propias declaraciones y algún que otro vago intento de periodismo crítico a la mala elaboración del pan u algo más, poco útil y banal, solo visible en televisiones locales como Canal Habana. El resto de los medios nacionales en Cuba a su línea de siempre, sin meterse de verdad en el meollo de un país que pide a gritos debates, pero no encuentra eco en la prensa oficial, la prensa del Partido Comunista de Cuba (PCC), del partido único. Por eso opciones libres como el paquete semanal se llenan de medios no alineados al PCC y que en Internet se pueden consultar libremente.

Por si no lo sabe ya a estas alturas, Cuba es uno de los países de América Latina con menor penetración de Internet. Desde el año pasado puntos Wi-Fi con precios privativos -2 CUC la hora, algo así como 2 euros o dólares– para las pocas personas que reciben dinero de familiares en el extranjero, o tienen negocios exitosos en la isla, van cambiando el panorama, pero no es suficiente. En 2008 el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, propuso implementar Internet en el archipiélago cubano, pero entonces se vio como una “injerencia yankee”. Hace poco a parte del gobierno de Washington, una multinacional, Google, también hizo la proposición a la isla y sendas publicaciones se cuestionaron las intenciones de uno de los reyes de Internet y llegaron a la conclusión de que era mejor el modelo chino. Sí, es mejor el modelo de uno de los países con más censura en el mundo, una censura que hace pequeña a la Muralla china para mantener a su pueblo a raya y alienado.

En Internet caben todos, en un Internet libre todas las voces tienen su sitio y es el internauta, el ciudadano, quien debe tener el derecho a creer una cosa u otra. Pero en Cuba no lo creen así, por eso desde la semana pasada a la separación del periodista José Ramírez Pantoja de su puesto en Radio Holguín por publicar en su blog pesonal, Verdad de Cuba, unas declaraciones de la subdirectora del periódico Granma, Karina Marrón; a la petición de la vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Aida Hexia de expulsar de Cuba al periodista uruguayo Fernando Ravsberg por todo lo que publica en su blog Cartas desde Cuba; se une ahora la publicación en Cubadebate de una supuesta financiación de una reunión en Miami de un evento donde se reunirán periodistas independientes y disidentes para hablar de Cuba. Y mi cuestión ante esto es ¿y si es así, qué pasa?

¿Acaso Obama no dejó claro en su visita a Cuba, en marzo de 2016, que Estados Unidos seguiría exigiendo para Cuba democracia, derechos humanos y libertad de expresión?  ¿Acaso entonces Raúl Castro no dijo que Cuba seguiría con su socialismo? Si todo estaba tan claro, ¿por qué vienen ahora a sorprenderse ante tal financiación?

Lo que huele peor, no es que Estados Unidos siga en las suyas y Cuba a su ritmo, lo peor es que metan en el mismo saco a medios independientes y que se han ganado a golpe de trabajo bien hecho, la credibilidad pérdida por la prensa oficial cubana. Como si a un grupo de cubanos, disque periodistas, les molestase ver debate real saliendo desde webs, blogs y medios no oficiales.

Si no saben reconocer lo que de verdad necesita el pueblo cubano, si las alternativas al Noticiero Nacional de Televisión, Granma y Juventud Rebelde -en muchos casos con el mismo talento que había en esos mismos medios- es más seguido por los lectores dentro y fuera de la isla interesados en Cuba, el debate no se puede cortar de una tajada como pretenden ahora y seguir en su Edén mental, sin salirse de esa bola de cristal de “en Cuba todo bien; en el mundo, todo mal”. Aquello de “somos felices aquí”, queda muy bien en carteles, pero no se sustenta. Por eso las crisis migratorias en Centro América con cubanos involucrados no cesan y Cuba se desangra con la partida de su juventud, cansada de muchas otras cosas, pero entre ellas, de su prensa.

El camino no va por censurar, el camino parecía -después del 17D de 2014- ir por la confluencia de cubanos dentro y fuera para hacer una mejor Cuba. Qué pena que algunos allá dentro, sigan dando los mismos pasos y palos en falso, una gran pena.

NOTA: Para quien quiera conocer más de los nuevos espacios del periodismo cubano recientemente el diario español El Mundo publicó un acercamiento a estos jóvenes en su revista Papel: Ser periodista en la nueva Cuba. En marzo de este mismo año, el periódico El País, también de España, había publicado con motivo de la visita de Obama a la Mayor de las Antillas: Brotes de periodismo cubano. Así mismo en el blog Periodismo en América del Centro Knight está disponible un informe especial sobre el nuevo periodismo cubano, con muchos más espacios que los aquí citados.


Archivado en: Cuba Tagged: Cuba, Internet, Opinión, Periodismo, Sociedad
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