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Cuchillo de palo (César Pérez Gellida)

Publicado el 11 octubre 2016 por Montse @almaprendida

Cuchillo de palo (César Pérez Gellida)Datos técnicos
Título: Cuchillo de palo
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma
Primera edición: 6 de octubre de 2016

Sinopsis

Tras ser apartado del Cuerpo, Sancho ha resuelto dedicarse al suyo entregándose a los placeres de la carne en el lugar más apartado de sí mismo que ha logrado encontrar. Pero no hay rincón donde esconderse cuando es la desventura quien persigue.Paralelamente, Erika, Ólafur y su nuevo compañero, el arcángel redimido, Uriel, emprenden la obstinada persecución de los miembros de la infame organización criminal conocida como la Congregación de los Hombres Puros. Su objetivo no es otro que alcanzar la cúspide, pero la escalada les deparará una serie de riesgos que ni siquiera han sido capaces de evaluar.En esta nueva entrega, Pérez Gellida nos arrastra en un vertiginoso descenso a los infiernos para mostrarnos las grietas y aristas que dibujan la cara oculta del ser humano.Cuchillo de palo se revela como la novela más retorcida y sensorial del género Gellida.
Autor
César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en dirección comercial y marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011, decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.César Pérez Gellida irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies Irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses 2014 como reconocimiento a su ardua labor de documentación. En noviembre de 2014 le otorgaron el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre, y en marzo de 2015 apareció su cuarta novela, Khimera. Actualmente sigue escribiendo y colabora como columnista en El Norte de Castilla.Cuchillo de palo es la segunda entrega de «Refranes, canciones y rastros de sangre», después de Sarna con gusto.

Opinión personal

Hace seis meses y un día reseñé la primera novela de esta trilogía y finalicé el post diciendo que en este blog iban a aparecer las seis plumas por segunda vez con su tercera parte. Entonces estaba convencida, ahora estoy segurísima.
César, para alegría de sus fans, que somos legión, lo ha vuelto a hacer. 
Y también os garantizo, aquí y ahora, que el «fenómeno Gellida» va a convertirse en una nueva religión con miles de adeptos, que ríete tú de lo que has leído antes, y que el «gellidismo» va a marcar las directrices de como hacer buena novela negra sin caer en típicos tópicos y sin sacrificar ni personajes ni ambientación para subyugarnos, porque hacer una buena historia no está reñido con escribir muy bien y provocar que con algunas escenas el corazón nos de tres vueltas de campana no es incompatible con la solidez del argumento.
Y hasta aquí los piropos, que ya está bien, oiga, vayamos al lío.
Como presentía cuando leí Sarna con gusto, cada una de las tres partes que conforman esta trilogía equivale al planteamiento, al nudo y al desenlace de una historia. 
En esta segunda entrega, Gellida nos amplía el argumentario que había esbozado en la anterior y conocemos el mapa completo en el que se desarrollará el final de la trilogía y nos da las pistas necesarias para intuir que estamos en la antesala de un final apoteósico.
Con Cuchillo de palo, una novela completamente distinta a todas las anteriores, César se recrea más en Ramiro, como no podía ser menos, y lo convierte en protagonista absoluto. Gellida sabe que el inspector pelirrojo ha conquistado el corazón de todos sus lectores y se ha aprovechado de eso, haciéndonos acompañarlo en su caída en picado al fondo del abismo, y que suframos con él y que lloremos por lo que le está sucediendo. Y sí, Ramón Palomar, afortunadamente tengo alma, y también he entendido perfectamente esa oda a la amistad que nos recita Peteira por ayudar a su amigo.
Pero lo que más me ha sorprendido de esta novela es la «primera nota del autor», que aparece más o menos en el último tercio del libro, como si de un capítulo más se tratase, en la que César nos explica que un escritor puede hacer trucos de magia, pero que los lectores tenemos que verlos y que no pensemos en ningún momento que nos han engañado. Porque antes de leer esa nota yo flipaba y pensaba: ¿cómo es posible esto? Pues estaba bien claro: estaba ahí desde el primer momento, pero yo no lo había visto. Punto, set y partido para ti, «chico de Valladolid», me vuelvo a quitar el sombrero (lo de la alfombra roja lo dejamos para dentro de seis meses).
Y por si no habíamos tenido bastante con ir de la mano de Ramiro en su 
«anástasis», ni en pasarlo mal con Erika y Ólafur en su intento por evitar que los «Hombres Puros» se salgan con la suya, Gellida da una vuelta de tuerca y «reintroduce» un personaje que presiento será el malo malísimo y provocará la traca final.
Resumiendo, que dice el Maestro: una historia espeluznante, con una trama muy bien armada, sin ningún cabo suelto, con un ritmo no tan desbocado como en otras novelas del autor (posiblemente por lo aparición de muchos personajes y escenarios diferentes), con tres giros espectaculares que nos ponen el corazón a mil, y con un desenlace que, como acostumbra Gellida, nos deja entrever que la última entrega puede ser apoteósica. 
Solo nos queda esperar para saber que nos deparan Sancho, Erika, Ólafur, Corteza de Roble, Flegias, la estatua de mármol, los guardianes, los custodios, los arcángeles y toda la corte celestial, que con César como director de orquesta seguro que ejecutan una melodía sublime. ¡Hay que joderse!

Y termino con un párrafo para meditar:
  • Si es el mal el que busca a las personas o son las personas las que encuentran la maldad... El mal siempre encuentra a los malvados.

Valoración: 9Leído el 7 de octubre de 2016
Cuchillo de palo (César Pérez Gellida)

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