Revista Cultura y Ocio

Cuento infantil sobre un caracol aventurero

Publicado el 09 enero 2024 por Jack Moreno @jackmoreno

Aquí tenéis otro maravilloso cuento para contar a niños pequeños antes de dormir. Se trata de un cuento corto ambientado en un bosque encantado y protagonizado por un caracol, una lombriz y una babosa.

Un cuento rápido para niños en el que aparecen animales y plantas que fomenta la atención en el niño y el desarrollo de su imaginación y curiosidad por los eventos que tienen lugar.

Resumen: Un caracol, una lombriz y una babosa unen sus fuerzas para llevar a cabo un viaje de exploración hasta dar con un árbol mágico que concede deseos.

Título: Los tres amigos y árbol de los deseos.
Tiempo de lectura: 10 minutos.
Edad: A partir de 4 años.

Los tres amigos y árbol de los deseos

Érase una vez, en un bosque encantado lleno de colores vibrantes y árboles mágicos, un pequeño caracol llamado Curiosín. Curiosín era diferente de los demás caracoles, ya que siempre soñaba todas las noches con aventuras y explorar más allá de su caparazón.

Un día, mientras se deslizaba por el suelo del bosque, Curiosín se encontró con una lombriz llamada Desliza y con una babosa llamada Brillantina. Desliza era rápida y siempre estaba contoneándose, mientras que Brillantina era lenta y dejaba un rastro brillante y húmedo a su paso. Los tres se hicieron amigos al instante.

Curiosín compartió sus sueños de aventuras con Desliza y Brillantina, y rápidamente decidieron embarcarse juntos en una emocionante expedición más allá del bosque encantado. Animados, empezaron su viaje, explorando lugares ignotos nunca antes vistos. Curiosín les dijo: «Vamos allá, amigos. ¡En busca de lo desconocido!»

En su travesía, encontraron un arroyo mágico con aguas cristalinas que reflejaban destellos de luz de los árboles encantados. Se bañaron en la orilla y después decidieron seguir el curso del río, esperando descubrir qué secretos les deparaba.

A medida que avanzaban, se enfrentaron a desafíos emocionantes. Cruzaron puentes de hojas gigantes y atravesaron campos de setas que les servían de refugio en caso de lluvia. Siempre juntos, se apoyaban mutuamente, convirtiendo cada obstáculo en una nueva aventura.

Una tarde, se encontraron con un grupo de insectos trabajadores muy dicharacheros. Afirmaban que un árbol mágico cercano concedía un deseo a aquellos valientes que conseguían llegar hasta él. Los tres amigos, emocionados y algo nerviosos, decidieron buscar el árbol mágico y hacer sus deseos realidad. Brillantina dijo: «Ojalá y podamos encontrarlo. ¡Sería maravilloso hacer realidad nuestros deseos!»

El viaje se volvió más desafiante a medida que se adentraban en el corazón del bosque. Tuvieron que sortear zarzas espinosas, ortigas urticantes y escalar una colina muy empinada. Pero Curiosín, Desliza y Brillantina no se dieron por vencidos. Su amistad y determinación eran más fuertes que cualquier obstáculo.

Finalmente, llegaron al pie del árbol mágico, un majestuoso roble con hojas resplandecientes. Cada uno de ellos formuló un deseo con todo su corazón. Curiosín deseó conocer más bosques encantados, Desliza pidió correr por campos infinitos, y Brillantina solicitó esparcir luz y alegría por todo el mundo.

Para su sorpresa, el árbol mágico respondió a sus deseos: «Os concedo vuestros deseos», dijo con gran solemnidad. Entonces, una brisa mágica envolvió a los tres amigos, y de repente se encontraron en un nuevo bosque encantado, aún más hermoso y con más maravillas que el anterior.

Curiosín, Desliza y Brillantina exploraron su nuevo hogar con ojos llenos de asombro. Se encontraron con criaturas fantásticas que nadie había visto antes —murciélagos con cuatro alas, pájaros fluorescentes, ardillas con cuernos, saltamontes con orejas— y descubrieron plantas extraordinarias y gigantescas. La amistad que compartían se volvió aún más fuerte a medida que exploraban juntos este bosque lleno de sorpresas.

Los días y noches pasaron volando mientras se sumergían en las maravillas de su nuevo hogar. Aprendieron lecciones valiosas sobre la importancia de la amistad, la valentía y la magia que reside en cada rincón del mundo.

Y así, Curiosín, Desliza y Brillantina vivieron felices y llenos de gratitud por las aventuras compartidas. Se dieron cuenta de que, a veces, las mayores maravillas se encuentran en la amistad y la disposición de trabajar en equipo, convirtiendo cada día en una nueva y emocionante aventura.

Fin

Los tres amigos y árbol de los deseos

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