Revista Salud y Bienestar

Cuestión de extremos

Por Saludconcosas @manyez
Cuestión de extremos


En el mundo de la gestión sanitaria, los jefes tienen dos opciones extremas: orientación a resultados y orientación a personas. Lógicamente, lo óptimo es una mezcla: una gestión orientada a las personas, buscando crear equipo, motivando a los profesionales, pero también alineando los objetivos institucionales con los de cada grupo para así conseguir los resultados que se establezcan.Existen directivos/jefes/gestores que sólo se orientan a resultados. Es decir, toman casi exclusivamente medidas, sin escuchar ni a los profesionales ni a los pacientes. Medidas que desmotivan, que no refuerzan comportamientos positivos y que consiguen que el gestor se convierta en un capataz y que el profesional "desconecte" de su institución al sentirse parte de un rebaño. Otros directivos deciden centrarse en las personas. Quizás a corto plazo cueste cumplir los objetivos, pero a medio plazo es mucho más sencillo alcanzarlos, sobre todo si se explican, comparten y adaptan previamente. Y además, los profesionales se sienten partícipes de la marcha de la institución. El problema es que trabajar codo a codo con los profesionales y los ciudadanos puede ayudar a comprobar que los objetivos institucionales no tienen sentido y se coloquen en un segundo plano. Paradójicamente, para algunos políticos, el jefe que se sólo centra en resultados y cumple objetivos, es un buen líder pese a que acaba siendo el adalid del "hamster health care". El que sólo se centra en personas es un blando y un mal jefe, profesionales motivados pero sin cumplir con unos objetivos en los que nadie cree. Ironías de la vida... y del destino.



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