Revista Mundo animal

Cuestión de tiempo y cantidad

Por Alvalufer

A menudo estoy atento a conversaciones y debates en los que el nivel de argumentación se basa en gran medida en lo que voy a relatar hoy: tiempo y cantidad. Es más, no pocas disputas he visto basadas en dichas certezas, argumentos con carencias pese a ser defendidos con fierza. Voy a intentar explicar lo que yo pienso, con ánimo de que algunos de los que  asientan sus pensamientos en estos argumentos amplíen su perspectiva y enriquezcan sus ideas.

Argumentos hay muchos y muy convincentes, pero los de la cantidad y el tiempo cansan por falaces, por eso en esta ocasión sólo me centraré en ellos, aceptando que  en el juego del debate encolerizado a pie de playa o en pleno monte entran otros muchos. Con un ejemplo se entenderá bien, pero voy a transcribir varios ejemplos de conversaciones reales que he tenido para que se sientan aludidas más personas que probablemente han vivido algo parecido.

Cuestión de tiempo y cantidad

 

Unos biólogos se topan con lugareños del entorno de Doñana, la época coincide con la romería de El Rocío, lo que conlleva miles de personas atravesando Doñana desde diferentes frentes, siendo uno de esos frentes el interior del Parque Nacional. Los jóvenes biólogos se sienten dolidos, pensar en posibles daños a comunidades de animales y plantas por molestias o suciedad va en contra de lo que ellos defienden. No logran tragarse lo que piensan, así que se lo dicen a algunos de estos lugareños que disfrutan de su fiesta, es más, hasta ven a algunos que ocupan puestos de responsabilidad en el asunto y también se lo dicen. Entonces empieza la discusión: ” nadie nos tiene que decir por donde coger ya que siempre hemos cogido por aquí”, ” es tradición que ciertas hermandades atraviesen el parque, lleva siendo así mucho tiempo”, “desde que yo era pequeño, y tengo 65 años, siempre he podido usar estos caminos como peregrino”…

Correcto, ahora analicemos. ¿Qué es siempre? ¿Cuántos años son? ¿No hay más variables que hayan cambiado en ese tiempo? Preguntas hay muchas más, pero hoy hemos dicho que solo trataremos una parte del debate.

El Rocío empezó a explotar como lo que hoy vemos en los 80, sin ser muy mayores muchos hemos visto la moda que se ha ido creando alrededor año a año. Más allá de eso, si hay gente que dice que llevan haciendo cincuenta años el camino a la aldea deberán admitir cuanto menos que el mundo ha cambiado, la sociedad ha cambiado, y algo importante, el número de personas (en El Rocío, España, y el mundo) ha cambiado. Vale que de siempre hayan atravesado lo que ahora es una zona protegida, pero, ¿la tradición es hacerlo con todoterrenos, quads, gente a mansalva y dejando todo tipo de residuos?. Una pregunta a los mayores (y jóvenes contestones que cacarean eso mismo siempre) que se basan en la de tiempo que se lleva haciendo así, ¿cuando lo hacían en su infancia y juventud se cruzaba igual que ahora?  Llega un punto en que no es pasar o no, hacer o no, es que la gente y lo que esta conlleva se han ido multiplicando, no vale decir que siempre ha sido así, porque no es cierto, siempre no ha habido tal magnitud de gente. Como argumento cojea por esa parte, si la tradición es pasar también podría serlo pasar como se pasaba hace un tiempo, y pasar con una filosofía como hace tiempo, ya que el tiempo parece ser lo importante. Y si la realidad se basa en que las cosas son porque venían siendo así desde hace tiempo, hagamos más cosas como hace tiempo, no sólo las que convienen a según qué intereses.

Cuestión de tiempo y cantidad

Cambiemos de asunto, vayamos a cualquier playa onubense. El deporte playero onubense es coger coquinas, unos bivalvos que con marea baja se cogen en cantidad hundiendo tus pies en la arena y moviéndolos de lado a lado. La coquina va a menos, hay mucha captura ilegal, cada vez se cogen más pequeñas y en menos puntos del litoral. Dile algo a cualquier usuario de la playa que esté en plena faena para llevarse el cubito del niño lleno de coquinas para la cena. ¡Te comen!

Digamós a un playero al azar argumentos como los que acabo de decir , aquí dejo algunas posibles respuestas : “¿Tampoco se pueden coger ya coquinas?,  dejadme en paz, decid lo que queráis, siempre se han cogido y sigue habiendo”,”llevo cogiendo coquinas desde que tengo uso de razón, todo el mundo lo hace”.

¿Os suena? Otra vez lo mismo. Vale, coquinas hay las que hay, su biología no entiende de turismo, hoteles y demografía humana, pero si vais a la playa creo que se hace palpable que la cantidad de personas que hay ahora en más cantidad de playas es enorme, es más, la propia población local ha crecido. No es que tú lo hagas, es que hace treinta años no había la misma gente haciendo lo mismo, si miras a tu alrededor verás cientos de personas haciéndolo, y no siempre gente que entiende cuáles son las aptas por tamaño, por lo tanto no digas que de siempre ha sido así, porque siempre no había la misma cantidad de gente en la práctica totalidad de Huelva (desde Ayamonte a Matalascañas), ni fábricas, ni espigones que han cambiado la dinámica de las playas, ni hoteles por doquier. Además, ¿que lo haga mucha gente es argumento de que algo es válido?. Eso de “siempre” es un hecho inexistente, siempre habrá un tiempo más lejano en que algo no era como tú dices  y en el que era típico hacer las cosas de otro modo, pero si “siempre” es igual a tu infancia o la de tus padres como muy lejos  la falta de perspectiva puede ser dañina, porque eso no es siempre, eso es irse atrás a hace 70 años como mucho. Más triste es aún la gente que recuerda con nostalgia  décadas  pasadas cuando se cogían muchas más, y enormes, pero no se paran a pensar en las razones del cambio ni se ven como parte del problema/solución.

¿Entonces por qué se debe seguir haciendo? ¿siempre se ha hecho? ¿siempre se ha hecho por tal cantidad de personas llevándose tal cantidad de coquinas durante tantos meses al año? De todo esto excluyo a los coquineros profesionales, obviamente no va con ellos esta entrada, ellos son víctimas.

Cuestión de tiempo y cantidad

Cambiemos de lugar de nuevo, ahora podemos probar en montaña, da igual, lo mismo pasa en cada rincón de España.  En estos últimos años se ha puesto más de moda que nunca coger setas, y algo que nunca pasa de moda es coger espárragos, tagarninas y otros alimentos que la naturaleza nos regala. Aún no está saltando este problema a lo grande, pero hay puntos en los que algunos de estos recursos están empezando ya a pedir a gritos un poco de control.

¿Adivinan la conversación? Esta vez no pondré las posibles contestaciones de las personas a las que se les comenta amablemente el asunto, ya podéis imaginar. Es más, también pueden imaginar la argumentación que puedo escribir, en base a los dos anteriores ejemplos.

Todo esto que he comentado hoy pueden llevarlo a casi cada ejemplo del día a día, la gente usa los términos “siempre”, “desde que yo era niño”, “mi abuelo ya lo hacía así” o ” todo el mundo lo hace” con una ligereza que enfada. Como si todo fuera inmutable, como si se pudiera ejercer la presión que uno quiera sobre un territorio sin que nada se resienta, como si el tiempo y el espacio fueran como en nuestra imaginación nos apetece. A la hora de argumentar hacen falta verdades más rigurosas, por favor, dadle alguna vuelta más a ciertos argumentos porque el debate será mucho más rico, y no hagáis como que todo viene siendo igual desde hace tiempo, porque los datos están ahí, y los números no engañan.

 


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