Revista Viajes

Cueva valiente

Por Javieragra

CUEVA VALIENTEDesde Cueva Valiente se contempla un contraste entre el verdor vegetal de la montaña y el color ocre de Castilla, con San Rafael en primer término.
Luminosa Sierra de Malagón en el Macizo de Guadarrama.Su punto más alto es Cueva Valiente, mil novecientos tres metros, con hermosas vistas, con una brisa que abraza Madrid y Castilla por Ávila y Segovia. Varias veces habíamos ascendido hasta su cumbre sin encontrar la “cueva”. Hoy Jose ha revisado mapas, orografía…ha diseñado el camino para pasar a verla y admirarla.
Llegamos hasta San Rafael por el Puerto del León. Antes de las primeras casas, hacia la izquierda comienza una pista asfaltada que seguimos entre pinares en dirección al Espinar. Aparcamos el coche en las inmediaciones del Arroyo de la Gargantilla e iniciamos la marcha.
CUEVA VALIENTE
En medio del pinar se levanta una mole de piedra de granito, vamos hacia ella para encontrar Cueva Valiente.

Está solitaria esta parte de la Sierra. Es bella esta soledad. Madruga cualquier día de julio entre dorados rayos de pinos y sol. Suena la armonía del último hilo del Arroyo de la Gargantilla entrelazado con el primer canto de los pájaros. Los montañeros ascienden con tenue pisar por senderos paralelos al grueso y desigual suelo de rocas del camino más usual. En silencio para armonizar la respiración al sosiego mágico de la naturaleza en el pinar.
Pasamos a la provincia de Ávila por una portillera giratoria de metal. El aire es igual, el mismo corazón, la misma quietud monte arriba, la naturaleza no tiene provincias ni fronteras ni pasaportes. Diversos senderos en diferentes direcciones. Sabemos (Jose sabe) que unos metros antes de mil seiscientos, saldrá una pista hacia la izquierda. Llegamos hasta ella, es tan amplia como la que hasta aquí nos ha traído. Pocos metros más allá encontramos un carcomido cartel que indica la presencia de una fuente escondida entre los helechos: “Bellver Marqués”.

CUEVA VALIENTE
Fuente Bellver Marqués. La coloco en el blog porque es un lugar hermoso y de nombre familiar.

Sendero adelante… ¡Una parada! Estamos viendo el roquedal de la “Cueva Valiente”. Respiración emocionada. El sol nos abofetea y reclama atención, hemos de poner la gorra, la crema…sobre nosotros está el collado…es una suerte que disminuyan los pinos en esta explanada, podemos contemplar el entorno. Continuamos.

Poco antes del collado encontramos una senda apenas pisada que se dirige hacia la inmensidad del bloque de roca. ¡Camina montañero! ¡Camina hasta la cueva! Llegamos al bloque, apenas superada su mitad sube una senda hacia la inmensa piedra… ¡estamos a la entrada de Cueva Valiente! Es el lugar más umbrío de toda la montaña, su interior conserva húmedo frescor incluso estos días hirvientes de julio.
CUEVA VALIENTE

Entrada de Cueva Valiente. La sensación es que fue construida con recios golpes de maza y poderoso brazo.

Los montañeros emplean tiempo para la admiración y el regocijo del entorno. Llegar hasta este lugar requiere más paciencia que valentía. Aquí está, en medio de la abierta luminosidad la oquedad oscura de la cueva. Otro misterio de la naturaleza, otro soñado encuentro entre la palabra y el vacío, entre la seguridad y el miedo. Misterios del pasado remoto y del más reciente… ¿Nuestros prehistóricos antepasados se escondieron aquí algún tiempo? ¿Bandoleros? ¿Escondidos en la tragedia de la guerra? ¿Minas frustradas de algún inexistente metal?... Leyendas y fábulas. Todas las cuevas tienen su literatura ancestral.

Montaña arriba para llegar a la cumbre. Hacer cima en Cueva Valiente es sencillo para quien decida hacer una excursión por la Sierra de Guadarrama. Encontrar la cueva es una búsqueda para añadir paciente pericia a la jornada. Vértice geodésico. Cumbre. Trescientos sesenta y cinco grados de vistas y de montañas. En la explanada a nuestros pies se conserva un refugio en muy buen estado.
CUEVA VALIENTE

Regresamos por una pista que otrora fuera asfalto. Así hacemos un círculo por las alturas.NOTA. Seguiré escribiendo sobre esta montaña. Por hoy, firmo y callo.
Javier Agra.

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