Revista Cultura y Ocio

Curso sobre ‘Camino de perfección’-Charla 1

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Curso sobre el libro «Camino de Perfección» de Santa Teresa de Jesús, impartido por Fr. Pablo Ferreiro OCD. Miércoles por medio, a partir del miércoles 5 de julio a las 20hs (Argentina)

ORACIÓN: «La oración mental no es otra cosa sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama» (V. 8, 5) «Procuraba tener oración aunque viviendo a mi antojo» (V. 13, 6.) La oración demanda abandonar un estilo de vida mundano, unas actitudes, unos puntos de vista, criterios, pensamientos y hasta un modo de hablar inhumanos para asumir los del amigo Cristo. Esta conversión evangélica no se limita a lo que es evidente pecado, sino que abarca aquellas formas sutiles de mundanidad arraigada en lo más profundo del corazón.

«DARSE DEL TODO AL TODO» (C. 32, 9). 1) Fuerte vinculación con Jesucristo. 2) Formar comunidad con Él y con todos los que lo siguen. 3) Inspirando su estilo de vida en el Evangelio. 4) Dinámica de conversión personal y comunitaria. 5) Conocimiento de sí mismo: en la intimidad de la oración. En el diálogo personal. En la convivencia comunitaria. La radicalidad evangélica es incondicionalidad de un amor total que hace al creyente siempre disponible a la voluntad de Dios.

«AMIGOS FUERTES DE DIOS» (V. 15, 15) 1) Tener siempre presente los procesos humanos y de gracia. 2) Evita cumplir esquemas predeterminados, signo de nuestras ambiciones o necesidades inconscientes. 3) Sana apertura mental. 4) Consciente de ser llamados por el Señor y con una misión. 5) Centrados en el amor a los demás y no los propios intereses. 6) Discernimiento permanente. 7) Altos deseos y ambición por los dones más grandes de la oración. 8) Protagonista del propio proceso interior. 9) Libertad de opinar. 10) Valentía para dejarse corregir y colaborar en la corrección fraterna. 11) Asumir la responsabilidad de inspirar lo bueno a los demás. 12) Humildad: para no imponer criterios, dejarse enseñar, permitir que otros ayuden al crecimiento propio. 13) Pobreza evangélica: renuncia al cualquier apego material y a cualquier forma de poder. 14) Un nuevo modo de amar: integración de la afectividad que haga de Cristo su centro. 15) Libertad de las cosas, de las personas y de sí mismo. 16) Obediente como Cristo, pero nunca sumiso. 17) Humildad: capacidad de escucha, diálogo y comunicación; libertad de las opiniones ajenas; abandono de la pretensión de ser la medida de todos. 18) Humildad: llaneza, afabilidad, cortesía, dominio de sí, flexibilidad. 19) Humildad: a imitación de la Virgen. 20) Humildad: inmersión del discípulo en la kénosis de Jesucristo crucificado. Comulgar con su obediencia al Padre para la vida y salvación del mundo entero. 21) Respeto del crecimiento de cada hermano; espera de sus tiempos sin juzgar su momento ni sus necesidades. 22) Lucha y tentación. 23) Discernimiento entre ideales realizables y los que no lo son. 24) Humildad: para afrontar la mentira existencial de falsas virtudes. 25) Humildad: para sortear la falsa humildad que genera desesperanza. Trabajan juntos, Jesús y la comunidad, en la apasionante tarea evangelizadora. Con Jesús y con sus otros amigos se forma una comunidad que quiere ser signo del Reino que Jesús predica. Así crecerá nuestra fe y nuestra madurez humana facilitando la atracción de otros a la vida «en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado» (E.G.) Santa Teresa conduce a una auténtica experiencia mística que transforma el corazón a la par que exige un fuerte compromiso social y misionero, alejando de una espiritualidad individualista centrada en el propio interés. El camino interior nunca es para Teresa, ni para ningún místico, un repliegue intimista, ajeno a la realidad. Esta inquietud y compromiso con la realidad de la Iglesia y del mundo es el criterio decisivo para medir la autenticidad y calidad de la vida interior.

Curso sobre ‘Camino de perfección’-Charla 1


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