Curva Sud Avellino, Ultras Avellino

Club: A.S. AVELLINO 1912

Ciudad: AVELLINO (Avellino) (56.517 habitantes).

Provincia: AVELLINO (Avellino) (429.073 habitantes).

Región: CAMPANIA (Campania) (5.825.569 habitantes).

Avellino es una ciudad de la región de la Campania, en el sur de Italia. Se encuentra a 42 kilómetros al este de Nápoles y es la capital de la provincia homónima. El antiguo nombre de la zona era Hirpinia. Dicha palabra proviene de la lengua de los antiguos Oscos, hirpus, animal que se puede encontrar por la zona en número reducido.

Avellino fue reconocida por su guardia real durante la época romana y la época medieval. Durante el reinado de Nápoles, la provincia perteneció en su mayoría al Principado Ultra, aunque algunas zonas estaban incluidas dentro de la Capitanía o Principado Citra.

El núcleo originario de la ciudad se formó cerca del pueblo de Atripalda, a 4 kilómetros del centro de Avellino. Los romanos la conquistaron en el 293 A.C. a los sannitas en el contexto de la guerra sanítica del período 343-292 A.C. La ciudad cambió de nombre durante el dominio romano en varias oportunidades (en orden: Veneria, Livia, Augusta, Alexandriana y Abellinatium).

En el 89 A.C. Sila ocupó Pompeya, Ercolano, Stabia, Eclano, Abella y Avellino. Avellino no constituía aun un verdadero centro urbano. Fueron las tropas de Sila las que comenzaron la construcción de una verdadera ciudad. Abellinum asumió una particular importancia en la era cristiana, en la que la figura del obispo Sabino, que probablemente vivió entre finales del siglo V y principios del siglo VI, es la que más destaca.

Otra época importante en la historia de la ciudad es cuando en 1512 María de Cardona se convirtió en condesa de Avellino. Bajo su liderazgo Avellino se convirtió en uno de los centros culturales más importantes del reino y logró beneficiarse de la ubicación estratégica de la ciudad en las conexiones entre la Puglia y entre Nápoles, Benevento y Salerno, haciendo de Avellino un cruce de comercio floreciente.

Del 1581 al 1806 se convirtió en feudo de los Caracciolo y durante este período, la ciudad experimentó un largo período de crecimiento de población, expansión urbana y progreso económico.

El Associazione Sportiva Avellino 1912 es el club de fútbol de la ciudad. Fue fundado en 1912 como Unione Sportiva Avellino y refundado en 2009. Juega de local en el estadio Partenio-Adriano Lombardi desde el año 1971. Viste camiseta verde con detalles blancos y pantalón blanco. Su símbolo es el lobo. Actualmente compite en la Serie B. En total ha disputado en su historia 10 temporadas en la Serie A.

Si se habla de Avellino de inmediato viene a la mente, aparte de la tragedia del terremoto del 23 de noviembre de 1980, la verde Irpinia (el nombre histórico de la región que actualmente conforma la provincia de Avellino) y aquel equipo mágico que en la temporada 1977-1978, después de haber ascendido a la B cinco años atrás, aterrizaría en la Serie A, en la cual permanecería 10 años consecutivos. Una década donde sucedieron salvaciones dignas, además de milagrosas, alimentando la leyenda de la famosa “Legge del Partenio”, donde todos, equipos grandes y pequeños, tuvieron que sudar para llevarse a casa algún punto; sólo basta pensar que la Juve, en Irpinia, en diez años, logró reunir únicamente diez puntos.

En relación con el público hostil y caliente de Avellino, el fallecido presidente de la Roma de los años 80, Dino Viola, dijo una vez que; “El Avellino puede cambiar de equipo, de entrenadores, de todo, pero con ese público que tira de ellos de principio a fin, jugar en el Partenio siempre será difícil para todo el mundo”.

Fue el Avellino de Juary, aquel brasileño un poco loco que después de cada gol bailaba alrededor del banderín del corner, del pobre Dirceu, quien murió con tan sólo 43 años de edad, en un accidente de coche en Río de Janeiro mientras conducía su Porsche, de los Barbadillo, Ramón Díaz, de Somma, De Napoli, de Tacconi, Carnevale, Vignola, de Tagliaferri, etc., todas ellas personas particulares, que a partir de ahí volaron para a emprender carreras futbolísticas exitosas. Avellino era ideal para los jóvenes que querían ponerse en marcha y para los más entrados en años que querían poner fin a su carrera de una manera hermosa.

El primer club de hinchas organizados irpino fue fundado en 1973, bajo la ola del entusiasmo por el ascenso a la Serie B, se llamaron “Lupi Irpini club Ubaldo Martinez”. Luego, poco a poco, otros clubes nacieron, como los “Lupi Irpini”, “Ciccio Cupolo”, “Gli Ultras”, “Fedelissimi”, “Borgo Ferrovia” o “San Tommaso”.

Con el aterrizaje en la Serie A, un grupo de jóvenes de Avellino que se solían encontrarse en la discoteca “Rendez vous”, decidieron formar el primer grupo ultra: nacen así los “Green Stars”. El mejor recuerdo colectivo de aquellos tiempos es quizá la invasión de Génova, con casi 15.000 “tifosi verdi” animando en la promoción histórica a la Serie A.

Los fundadores de “Green Stars” estaban dispuestos a darlo todo por los colores verde y blanco. El Bar “Broadway” y el “Picone” eran los lugares favoritos para planear las coreografías y los desplazamientos. Su estilo de tifo era una conexión entre pasado y futuro. Después de ellos llegarían otros grupos ultras como los “Kaya”, “Celtics” en el 1979, los “Executors”, los “Bad Boys San Tommaso”, “Bronx” y los “Bush”. Los primeros cuatro años en la Serie A fueron inolvidables para los tifosi irpinos, ya que todo el estadio participaba de los cánticos de aliento al equipo.

Pero con el tiempo, solamente los grupos de la Curva Sud se mantuvieron, y siguieron al pie del cañón. En la Curva Nord se habían situado los “Executors”, mientras que en el Distinti (la tribuna) se había formado el grupo “Ultras”, cuyo líder, Marcantonio, moriría años después, el cual siempre es recordado por los ultras de Avellino.

Una de las razones por la que algunos grupos se fueron de la Curva Sud en su momento fue debido a la gran longitud de la pancarta “Commando Green Stars Curva Sud 1978″, la cual no dejaba sitio a las pancartas de los otros grupos. Otra motivación fue que los “Executors” y los “Ultras” no compartía algunas decisiones de los “Green Stars”, si bien las relaciones entre todos siempre fueron óptimas.

Con la pérdida de la Serie A en la temporada 87-88 comienza la crisis institucional del club. Desde entonces comenzó el declive del Avellino, con la caída en Serie C en el 92, incluyendo el episodio de las 11 cruces plantadas en el césped del Partenio. Pero en 1994 retorna el presidente Antonio Sibilia , inolvidable por suceder bajo una de sus anteriores etapas la promoción histórica a Serie A. De nuevo lo lleva de vuelta a una división superior (94-95), en este caso la B. No obstante, en los últimos partidos vuelve un distanciamiento entre el equipo y el club, que acaba con el retorno a la C para los irpinos.

A partir de entonces, entre los ultras y el presidente estalla la guerra: en las gradas del estadio, los ultras se pueden contar con los dedos de una mano; como medida de protesta y presión los ultras deciden no acudir a alentar al equipo. Esto provocará la desaparición de los grupos ultras históricos del Avellino. Todo se mantendrá así hasta que Sibilia vende el club en la temporada 2000-01: el público de nuevo volvería al campo.

No obstante, a pesar del cambio en la dirección del club, los meses siguientes son para olvidar. Episodios como las agresiones a los jugadores Diè y Pellicori con bofetadas y puñetazos después de la derrota de Lanciano, o como el de la bomba carta que se detonó enfrente de la casa del centrocampista Pisciotta, terminan en las primeras páginas de los diarios italianos, pasando a ser vistos los tifosi del Avellino, por la opinión pública, como aficionados violentos.

Asimismo conviene resaltar que otros grupos ultras se fueron formando en el segundo lustro de los años 80; por ejemplo el “Green Rock”, nacidos en 1985, que en origen habían sido una sección de los “Green Stars”. En 1988 se crearían los “Cruels”, grupo pequeño pero con una fuerte mentalidad. Otro grupo importante de la época sería “New Bush Antonio Petrillo”, que surgió de las cenizas de los disueltos “Bush”, en 1989, de inmediato dan una imagen precisa con un guiño al estilo británico de animación.

En el intervalo que va de la temporada 1992-93 a la 2002-03, exceptuando la participación en B de la 95-96, se asiste a una serie de campeonatos humillantes para los irpinos en C1. En 2003 el Avellino vuelve a Serie B, pero es tan solo un espejismo, porque la alegría dura un año; el equipo está en C de 2004 a 2008, en ese año asciende a B en Messina, pero en 2009 vuelve a descender.

No sólo eso, una vez terminó la temporada, en junio de 2009, llega la declaración oficial en la página web del club (cuyo administrador único es Massimo Pugliese) confirmando la intención de vender el equipo de forma gratuita. Ningún empresario está dispuesto a hacerse cargo del club de Irpinia, imposibilitando el registro en la Liga Pro (la vieja Serie C1).

A partir de entonces se suceden los acontecimientos; el 2 de septiembre de 2009 los “Splatter 1991″ (un grupo ultra fundado a principios de los años 90) comunica su disolución, después de haber estado durante 18 años siendo uno de los pilares de la Curva Sud. Respectivamente, el 24 y el 29 de octubre, se disuelven oficialmente, por las mismas razones, los “Cruels 1988″ y los “Bush 1989″, grupos también importantes desde los años 90 en la Curva Sud.

Posteriormente, después del abandono de estos colectivos ultras de la Curva Sud, algunos viejos componentes de estos grupos, junto con la pasión de los más jóvenes, deciden formar un solo grupo-guía llamado “Curva Sud Avellino”. El resto llega hasta nuestros días, toman la decisión de no colgar esa pancarta y de llamarse a si mismos “Ultras Avellino 1912″.

Centrándonos en el capítulo de amistades y enemistades, las rivalidades más candentes se tienen con otras ciudades de la Campania; muy sentida es la rivalidad con los ultras de la Salernitana y con los ultras del Benevento. Existen asimismo malas relaciones con los ultras de la Paganese (equipo de la localidad de Pagani, en la provincia de Salerno), los ultras del Savoia (equipo de la localidad de Torre Annunziata, en la provincia de Nápoles), los ultras de la Juve Stabia (equipo de la localidad de Castellammare di Stabia , en la provincia de Nápoles) y con los ultras del Nápoles.

Otras enemistades en el resto de Italia se tienen con los ultras del Foggia, los ultras del Bari, los ultras del Catania, los ultras del Taranto, los ultras del Verona, los ultras del Pescara, los ultras del Crotone, los ultras de la Reggina, los ultras del Andria, los ultras de la Fiorentina y los ultras del Ascoli.

Durante los años en la Serie A del Avellino se estableció un hermanamiento con los ultras de la Juventus que luego se disolvería junto con otros (con los ultras del Messina, los ultras del Cavese y los ultras de la Nocerina) entre los años 90 y finales de los 2000, por decisión de la directiva de la Curva Sud Avellino.

Hasta la fecha, hay relaciones de amistad y respeto con los ultras de la Casertana (con anterior hermanamiento, disuelto en 2009), los ultras del Trapani, los ultras de la Sambenedettese, los ultras del Atalanta, los ultras del Bolonia y los ultras del Frosinone.

Vídeo con imágenes históricas de los ultras del Avellino, los cuales vivieron sus mejores años en la década de los 80, cuando el equipo militaba en la Serie A, y hacían de su feudo, el Partenio, un auténtico fortín;