Revista Cultura y Ocio

Daily India, de Irfan Master

Por Eltiramilla

Daily India, de Irfan Master

Es 1947 y la India está a punto de ser dividida en dos países diferentes. Bilal, de 13 años, sabe que el corazón de su enfermo padre no soportará esta noticia, así que toma la decisión de ocultarle la verdad a cualquier precio. Con la ayuda de sus amigos, Bilal construye una gran mentira para que su progenitor, postrado en la cama, no se entere de la realidad mientras viva. Pero no tarda en darse cuenta de que mantener el engaño es mucho más difícil de lo que pensaba.

Antes de empezar el análisis de Daily India -cuyo título original se traduce, por cierto, como “una hermosa mentira” a secas- es necesario que nos quitemos una cosa de encima. Muchos espabilados se habrán dado cuenta de que el planteamiento de esta novela es casi el mismo que el de la famosa película Good Bye, Lenin: un hijo decide ocultarle a su moribundo progenitor el inminente cambio político que va a tener lugar en el país donde viven. Puede parecer extraño que se mente al cine en una reseña literaria, pero es que el parecido entre ambas obras resulta tan obvio que muchos recelarán de este libro pensando: “¿será un plagio?”. Tranquilos, porque no lo es en absoluto. El planteamiento es idéntico, sí, pero el tono y el ritmo de la narración son totalmente diferentes. A decir verdad, la idea inicial de “hijo oculta a padre la verdad” es sólo un gancho, un cebo atractivo por el que luego se pasa por encima. No esperéis leer la historia de un niño muy ingenioso que se inventa mil y un trucos para mantener su engaño contra viento y marea; el chaval se limita a dejar a papá en casa, inventarse un par de excusas para ahuyentar a los pocos visitantes, pedir ayuda al doctor del pueblo y apañar un periódico falso. En este sentido, el conflicto es flojo y prácticamente se resuelve solo, no hay grandes obstáculos que amenacen con derrumbar la mentira, y además todos quieren tanto al padre de Bilal que están dispuestos a echar un cable sin más miramientos. Dado que se trata de la crónica de una muerte anunciada, no hay sensación de urgencia, no se oye el tictac de la cuenta atrás. El engaño de Bilal, así pues, está en segundo plano. ¿Qué está, entonces, en primer plano? La propia India. El sangriento cambio político que partió el país en dos y acabó creando Pakistán. Cabe destacar que la familia del autor, Irfan Master, procede de la región donde se desarrolla la historia, por lo que uno puede estar seguro de que las cosas se relatan con conocimiento de causa. Y es ahí, en el apartado de “cómo se cuenta”, donde este libro brilla con más intensidad: Daily India es un fresco que sirve para retratar un período histórico. La acción se desarrolla de manera episódica, pausada; cada capítulo relata una escena, unas veces hermosa, otras veces terrorífica; el engaño de Bilal es sólo la argamasa que mantiene unidos los ladrillos de la narración; y el resultado no es un relato trepidante, sino un retablo que se ha de contemplar con calma y la mente clara. Por su parte, el lenguaje es muy físico: en vez de describir únicamente pensamientos y emociones, Master describe -muy acertadamente, debo añadir- los olores, sabores y colores del pueblo y los bosques que lo rodean. Podemos sentir el dolor de estómago del protagonista, podemos oler el aire dulce y polvoriento del mercado bajo el sol, y podemos imaginar las manos de los personajes manchadas de jugo tras comerse una granada. Una narración que pone al cuerpo como protagonista y que me parece el mayor acierto de esta novela. Otros aspectos técnicos no están tan cuidados: Bilal no habla ni piensa como un niño de trece años, los diálogos son demasiado teatrales y las escenas de acción, si bien efectivas -en especial la terrible escena de la masacre en el cementerio- no son sobresalientes. En conjunto, la sensación es que al autor le falta oficio, y no es de extrañar, porque Irfan Master es docente antes que novelista. Pero debo añadir una cosa: puede que este libro no sea el colmo del ingenio o la habilidad literaria, pero eso es porque está escrito más con las tripas que con la cabeza. Se nota un montón que al autor le importa de verdad lo que está contando, y eso añade mucho valor al relato.

En conjunto, Daily India es un buen libro. Si os atrae la India, sus costumbres y sus historias, 

Daily India, de Irfan Master
deberíais leerlo. Le faltan ingenio y precisión, pero hace un buen trabajo a la hora de describir el cuerpo de sus protagonistas y el espacio que habitan. Es dulce y amable, así como sincero en lo brutal de algunos pasajes. Se podría comparar su lectura con mantener una conversación con un vagabundo en la calle: puede que divague, que lo que diga resulte a veces tosco o que su vocabulario no sea el más preciso del mundo, pero no cabe duda de que sabe de lo que habla y de que ha visto cosas que nosotros probablemente no veremos en nuestra vida. Y si esto no os convence para que lo leáis, sólo puedo deciros esto: el final hizo que se me dibujase una sonrisa en la cara. No fue grande ni tampoco duradera, pero fue una sonrisa que me salió de dentro, y eso debería contar para algo.


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