Revista Cultura y Ocio

Dame alas para soñar - Andrea Vilariño Freire

Publicado el 12 septiembre 2014 por Librodelosviernes @libro_viernes
No sé cuál es el motivo exactamente, o si sólo es una apreciación mía nada más; pero tengo la sensación, a pesar de las malas noticias que leemos continuamente sobre el sector; de que los nuevos escritores que se atreven a publicar sus primeras novelas crecen como champiñones. Y además, cada vez a edad más temprana. Será que hoy día con Internet y todo esto es mucho más fácil encontrar una editorial que apueste por ti, o si no la auto-publicación. O que los jóvenes de hoy en día son mucho más inquietos. A su edad yo también escribía pero ni se me pasaba por la cabeza la idea de la publicación.
Por lo que veo, las pretensiones de las 'jóvenes promesas' van más allá. Más ambiciosos sí, que no lo critico.Respeto la valentía de aquellos que se atreven a escribir una novela. No sólo por su peseverancia en el trabajo de escribirla, también por atreverse a apostar por la publicación, con todo lo que ello supone. Pero la osadía, a veces, hay que calibrarla. No por correr vamos a llegar antes. A veces es mejor esperar, equiparse bien, y ya después nos lanzamos.
Es la primera, o de las poquísimas veces que echo un vistazo a lo que se ha publicado sobre el libro que voy a reseñar. Tenía cierto desconcierto y quería saber qué opiniones había al respecto. El libro me llegó directamente de la autora. Aunque no entraba del todo entre mis gustos lo acepté de buen agrado porque me había enganchado la sinopsis. Además, había echado un vistazo al blog de la autora y parecía desenvolverse con soltura en el oficio. Narrativa ágil, directa, correcta... Me gustó. Así que no lo dudé con la novela. La primera novela de Andrea Vilariño Freire (A Coruña, 1991). Una historia de aventuras que pretende crear un mundo propio. Un reguero de personajes y, ¡cómo no!, romance. Vilariño pretende crear un mundo de fantasía donde los personajes tienen poderes excepcionales dentro del mundo real. Y lo consigue, no soy amiga de la literatura de fantasía, pero creo que eso lo logra. Que el lector acepte la fantasía dentro la realidad. O eso creo, al menos, para un lector habitual o partidario del género. Sin embargo, se sostiene con pinzas. Y me da la sensación que es por querer abarcar demasiado. Exceso de personajes, demasiados hechos que quieren contarse, demasiadas emociones que quieren narrarse en tan pocas páginas. Me da la sensación que para contar toda la película que la autora tiene en su cabeza harían falta kilómetros de papel. Desmesura y ausencia, importante, de una sola cosa: el boli rojo. Una revisión para quitar y pulir (entre otras, para corrección gramatical y de estilo, pero entiendo que ahí parte de culpa la tiene la editorial. Me topado con varias faltas que han escapado a la revisión).
Menos es más, quitar sin miedo. Y si no se domina la narración literaria, mejor ir al grano. Precisamente aquí sucede todo lo contrario. Se nos cuenta todo al pie de la letra. Tanto en diálogos como en la narración, parece la descripción o transliteración de una película. Como si el escritor estuviera contándonos paso por paso todo lo que ve en imágenes o reproducciones en su cabeza, en lugar de narrar o literalizar una historia (entro en el ascensor, pulso el botón, se cierran las puertas...). No es necesario contar punto por punto, detalle a detalle, lo que sucede o hace nuestra protagonista si no aporta nada. De hecho, puede entorpecer la fluidez del relato. Suficiente con una breve frase. Y eso, si creemos necesario incluirla. Porque sino, como resultado: oraciones demasiado largas y prescindibles en muchos casos, que dejan entrever una narración inexperta, e inmadura por momentos, para textos tan largos. No sólo en la narrativa, también la historia está salpicada de algunos típicos tópicos que chirrían, aunque esto último supongo que será por gustos. Vamos a obviarlo.
Tras reflexionar y sin querer hacer sangre, intuyo que la autora se ha dejado llevar por el chorro de imaginación y las musas que la han inundado; en vez de dominar la historia, sujetarla, contenerla y racionar. Como decía al principio, desmesura. Suceden demasiadas cosas en poco espacio de tiempo y demasiado rápido, igual que con los personajes. No se profundiza. No desarrolla debidamente, ni personajes ni circunstancias, hechos o emociones. Y desconcierta al lector. Aparecen personajes de repente y no se entienden las relaciones entre ellos. Algunos hasta podrían ser innecesarios. Lo mismo que algunas reflexiones que nos brinda la protagonista. Son obvias. Por ejemplo, sobra decir, pues el lector ya lo supone, que nuestra querida Nora detesta a los asesinos o que le causan repugnancia los que se dedican a volar autobuses por los aires. ¿Qué nos quiere decir la autora con ello? ¿A qué viene esto? ¿A dónde queremos llegar?
En realidad, la idea de la trama está bien. Original. Pero fallan las formas. Precisamente, es lo que me ha desconcertado tras, como decía, leer algunos textos de la autora en su blog. Obviamente, estas faltas se ven fruto de la inexperiencia, y eso, creo, puede aprenderse. O, al menos, es lo que nos venden en esos cursos "para aprender a escribir" y literatura creativa. Digo yo.
En fin, lo siento, pero así tenía que contarlo.
[Primer Capítulo - Leer]

DAME ALAS PARA SOÑARAndrea Vilariño FreireEditorial Círculo Rojo, 2014338 Págs.

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