Damien Jurado & Josh Rouse

Donostikluba 2010
Con motivo del Donostikluba 2010, este viernes, nos dimos el gustazo de ver a dos mounstruos de la escena del folk - rock norteamericano en Donosti. Dos singer sonwriters con dilatadas carreras ofrecieron dos grandes conciertos, aunque muy dispares: Damien Jurado y Josh Rouse.
Con puntualidad británica, a las 22 horas, hacía acto de presencia sobre el escenario el gigante de Seatle. Con aparecía de leñador, y cargado de timidez, comenzaba a presentar sus grandes canciones, con esas letras cargadas de dolor, que llegan a las entrañas.
Sentado en una pequeña silla, acompañado por su guitarra acústica y con dos micros (uno de ellos con delay), nos sumergía en un océano de sensaciones, de emociones. Durante poco más de una hora, fue repasando grandes clásicos de su extensa discografía, aunque sobre todo canciones de su último trabajo: Saint Barlett.
Seguramente el lugar no era el más apropiado para degustar las exquisitas melodías y las desgarradoras composiciones de Damien Jurado. Una sala con mejor acústica, y con butacas hubiera sido perfecta. Pero cada vez que sonaban los primeros acordes de su guitarra, el silencio de la sala ponía los pelos de punta, silencio que sólo se rompia para estallar en aplausos al final o durante temas como "Cloudy Shoes, Arkansas, Window, Sheets, Rachel & Cali, Kansas City, Ghost of David, o Go first (vídeo)"...

Fue un concierto cargado de melancolía, de belleza,de emociones. Donde su voz brilló con luz propia, por encima de todo. Hay que ver qué dominio de su instrumento. Potente y desgarrador en ocasiones, y delicado y seguro a la hora de entonar esos agudos. Impecable. Fue corto, pero suficiente para salir con un gran sabor de boca. Un lujo Sr. Damien.
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Tras Damien, turno para Josh Rouse, que llegaba en formato trío. Dos guitarras y un contrabajo para la ocasión.
El concierto resultó muy desigual. En ocasiones soberbio, al repasar grandes temas de sus álbumes 1972, Nashville, Subtítulo, Country mouse, city house, o Under cold blue stars, y en ocasiones frío al repasar los temas de su último y desafortunado álbum El Turista.
Vocalmente estuvo perfecto, e instrumentalmente también. No vamos a descubrir ahora la calidad que atesora el de Nebraska. Pero claro, el problema llega a la hora de engarzar unos temas con otros, y con ellos la atención del público. Si a un temazo como It´s the nightime, le sigue otro como Valencia, llega el problema! La gente desconecta, y se dedica a otra cosa...sí, a hablar!
Esto hizo que Josh se cabrease, y aduciendo al mal sonido de la sala, se desenchufaron y cantaron los dos últimos temas, temazos por cierto, a capella, con una sala en absoluto silencio.
Supongo que Josh se iría con un regusto amargo. Nosotros nos marchamos igual, porque con la calidad que atesora y los temazos que tiene, debíamos haber salido con una sonrisa de oreja a oreja., y lo hicimos sólo con media sonrisa. Disfrutamos mucho de auténticos temazos como My love has gone, Winter in the Hamptons, It´s the night time, Quiet town, Love Vibration, Flight attendant, Street lights, Come back... pero no fue redondo.

Quizás cambiando un par de temas del último álbum, por canciones como Sweety o Sad Eyes, estaríamos hablando de otra cosa... Bien Josh, pero sigue sin convencernos el Turista!