Revista Cultura y Ocio

David Bowie – The next day

Publicado el 23 marzo 2013 por _jorge_

David Bowie – The next day

Podría decir que este nuevo cd de David Bowie es más de lo mismo, pero coño, bendito más de lo mismo, ya que se trata de canciones tratadas con una exquisitez y buen gusto a años luz del toda la mierda de música que se compone hoy día.

Al César lo que es del César: el 95% de la música creada en la actualidad es pura y neta mierda, y así lo es porque los oyentes, los espectadores de esa mierda de música son a su vez enormes sacos animados de mierda viva que se mueven al son de los Guetta, los Justinbiebers, los Bisbales y demás interpretes de mierda que proliferan hoy en día.

Los oyentes actuales; esos sacos animados de mierda viva son muy vagos para meterse entre pecho y espalda la discografía de Chicago, o de la Velvet, o drogarse, sí, drogarse con la increíble sensación que produce en la mente de un alma aventurera la discografía de Jimi, por poner algunos sencillos ejemplos.

Seguramente el nuevo cd de David Bowie pasará a través de estos sacos vivos de mierda como la brisa por una ventana abierta. Una pena, pero como al subnormal del Aoki o al susodicho Guetta no se les ocurra sam-sam-samplear alguna de las melodías del Duke, este seguirá siendo un desconocido para la mierdosa humanidad actual. Y es una pena, porque una buena parte de la música contemporánea que hoy se oye (si no toda) se fraguó en las mentes de creadores de melodías como Bowie, artistas natos, artistas de raíz, de base, creadores de melodías que llegan al corazón.

Respecto al último trabajo de Bowie, esto es lo que he sacado en claro oyéndolo…

Es muy combativo este The next day, muy chulesco, menos elegante que sus producciones anteriores, pero no por ello menos carismático y, por supuesto, no con menos calidad.

Si tuviera que aventurar lo que me hace sentir canción tras canción, diría que son canciones inspiradas hace bastante años, en otra “galaxia” de las muchas que pertenecen a Bowie. Aquí el guitarreo más aspero se impone en contraposición a sus trabajos anteriores más inmediatos.

Calidad y más calidad en los cambios de notas. Rezuma elegancia aún cuando hay temas combativos, guitarrosos y casi garajeros. De todas formas, es el Duke, y eso hay que tenerlo presente. En Heat, los cambios de notas a cada estribillo te sorprenden como si pillaras a tu abuela fumándose una plata. So She parece que me mande, vía alucinación, a un espacio temporal comprendido entre el final de los ‘60 y el comienzo de los ‘70.

Especialmente How Does the Grass Grow?, joder qué buena pieza, con cambios constantes de ritmo y estilo que incluyen coros de meonas tipo Grease (parece una broma este puto coro). Muy, muy buena pieza donde se ve, se siente la virtuosidad del cabronazo del Duke.

Sigo asombrándome del guitarreo que domina gran parte de las canciones, coño, es la clásica de garage, la elegancia garajera…

I’ll Take You There es una melodía sostenida, rotunda por batería y guitarreo, seguida pero sin cansar que te permite un respiro a partir del minuto 1′40 para volver por sus fueros y terminar de adrenalinizarte en los 2′41 minutillos que tiene.

The next day, la canción que da nombre a este cd resulta de otra época lejana en el tiempo, me suena a años atrás, como sobrante de otro trabajo, sobrante pero no por poca calidad, sino por cualquier otra razón, y sacada a la luz ahora, para este nuevo álbum. No va a ser la favorita de este cd para mí.

If You Can See Me es un pasote de canción; extraño, muy veloz, con cambios constantes de notas, hay que tener el oído cultivado para saber qué pretende Bowie a cada segundo de canción, por dónde va y por dónde quiere ir, te hace perderte el muy hijoputa o lo pretende al menos, se quiere reír de tí con su maestría, pero te perdona y te hace salir al prado diáfano con una voz ronca para al segundo siguiente meterte de nuevo en la maleza y jugar a perderte… qué malo.

Respecto a lo que digo de que ciertas canciones me suenan a otras épocas dukesianas, por ejemplo, The Stars (Are Out Tonight) parece que fuera desechada del Let’s Dance para ser recuperada ahora y mostrada al mundo en este álbum.

No voy a seguir con mis pajas mentales sobre el resto de canciones del álbum, solo decir que me parece más Bowie, con todo lo que eso conlleva: calidad a raudales para oídos sensibles y cultivados, y el resto ya sabe, a lo suyo; chimpum, chimpum, chimpum, chimpum…

 


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