+ DE 1001 FILMS: 1030 - Excalibur

Excalibur es el nombre de la espada del poder que fue forjada cuando el mundo era joven y convirtió a un escudero en el rey que unificaría la tierra. Partiendo de los textos que compilara Sir Thomas Malory en el siglo XV sobre el tema, Excalibur (1981) de John Boorman, se convirtió en la más fantástica, imaginativa y acertada mirada cinematográfica a Camelot y los caballeros de la mesa redonda.
Cuando Uther Pendragon (Gabriel Byrne) ve como el fruto del pecado de su lujuria con Igrayne (Katrine Boorman), esposa del duque de Cornwall (Colin Redgrave), es reclamado por Merlin (Nicol Williamson) como pago por el momento de placer que su magia le proporcionó, monta en cólera y sale en su persecución, cae en una emboscada. Moribundo y celoso de que otros blandan Excalibur, la espada que Nimue, la Dama del Lago (Hilary Joyalle), le entregó al hechicero Merlin para curar, la incrusta en una piedra. Cuenta la historia que aquel que la arranque será proclamado rey, gesta que logró Arthur, el protegido de Merlin, que es armado caballero en el nombre de Dios, san Miguel y san Jorge, nombrado rey y dará comienzo a una época de batallas que traerán una prosperidad y bonanza desconocidas. Rodeado de sus fieles, de su esposa Guenevere (Cherie Lunghi), se hará sabio y bondadoso, pero tras descubrir la unión carnal de su admirado caballero Lancelot (Nicholas Clay) y la reina, y abandonado por Merlin, que partió hacia otros mundos en compañía de Morgana (Helen Mirren), Arthur queda abatido. La hora del hombre llega acompañada de la magia oscura de su hermana uterina, del incesto, de Mordred (Robert Addie), de la miseria, de hallar el Grial que hará crecer hojas y flores. Cuando Arthur beba de la copa milagrosa usada en la Última Cena, volverá a empuñar Excalibur y sabrá ser rey.
Boorman, admirador de las leyendas artúricas tanto como del legendarium de Tolkien que no alcanzó a filmar -una lástima-, contó con la música de Trevor Jones, además de piezas clásicas de Carl Orff y Richard Wagner, la fotografía fría y empañada de Alex Thomson, las armaduras y el vestuario de Bob Ringwood, el paisaje irlandés, para hacer avanzar el guión con pulso firme y mezclar bruma y fuego con magia y veneno en sus justas proporciones. Con Excalibur nos guiaba por las Materia de Bretaña, los versos de violencia, sexo, drama, amor, heroísmo, tinieblas, la mitología y la épica del rey Arthur y perpetuaba la leyenda a 24 fotogramas por segundo.

Excalibur (1981)
En el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir (Editorial Grijalbo) se detallan 2 títulos de J. Boorman: Point blank (A quemarropa, 1967) y Deliverance (Defensa, 1972).