Revista Cine

+ DE 1001 FILMS: 1063 - La ciociara

Publicado el 23 agosto 2010 por Alfonso

+ DE 1001 FILMS: 1063 - La ciociaraEn más de una veintena de ocasiones, Cesare Zavattini puso su pluma a disposición del director Vitorio De Sica, entre ellas la máxima representación del neorrealismo italiano, la inmortal Ladri di biciclette (Ladrón de bicicletas, 1948), y los diálogos de las trescientas páginas de La campesina, novela de Alberto Moravia: La ciociara (Dos mujeres, 1960), título que se asocia en la memoria con una de las interpretaciones femeninas más impresionantes que jamás haya filmado una cámara: la esplendorosa Sophia Loren que esculpió a la vulnerable Cesira.
En La ciociara, la mujer que calza las alpargatas a las que hace referencia el título, aunque prefiera muchas veces pisar descalza las piedras del camino, fue interpretada con tal potencia y carnalidad por la bella Sophia Loren, que la llevó a atesorar todos los premios posibles allí donde se proyectaba la cinta, convirtiéndose en la primer actriz que no hablaba inglés en lograr la estatuilla de Oscar. Bajo el escudo de Titanus y la producción de Carlo Ponti (el hombre que descubrió el potencial de la romana, y con quien compartiría lecho durante años), una joven viuda y modesta comerciante, Cesira (Sophia Loren), escapa con su hija de 13 años, Rosetta (Eleonora Brown), de los bombardeos que sitiaron a la capital italiana al final de la WWII. Refugiadas en Sant'Eufemia, las tierras de las que escapó años atrás de la pobreza, trabarán amistad con Michele (Jean-Paul Belmondo), izquierdista y lector de la Biblia que se fijará en Cesira, a la vez que la pequeña, protegida por su madre de la lascivia de los hombres cobardes, va deshaciendo las trenzas de sus cabellos, llenando el cuerpo de sinuosidades y enamoriscándose -fuera de plano- del intelectual. Con la entrada de las tropas aliadas, llegará el momento de regresar a la ciudad. Cansadas del viaje a pie, harán un alto en el camino y pararán a descansar en un iglesia medio derruida por la aviación. Un grupo de soldados turcos del ejército liberador las encontrarán, forzarán y violarán. Golpeadas y vejadas en suelo consagrado, e ignoradas por los altos mandos con los que se cruzan, la pequeña Rosetta caerá en una catarsis de la que sólo el nombre de un mártir la resucitará.
Espeluznante visita a las vidas anónimas en los últimos días del Duce, las noches de esperanza de una madre, práctica y sensual, que proyecta sus sueños frustrados en una hija con la belleza a punto de estallar, los días soleados de una mujer sin dueño que carga sobre su cabeza la maleta con sus recuerdos y el orgullo de su pueblo, y que terminará por descubrir que nadie está a salvo en la la guerra. No hay plano que no haga avanzar la historia, naturalista y vital hasta que el estupro se adueña del desarrollo y la convierte en un viaje desventurado que termina fotografiado como una pietà moderna.
Imaginarnos hoy a Anna Magnani como la voluptuosa Cesira, y a Sophia Loren en el papel que bordó Eleonora Brown, se antoja ridículo, aunque así se pensase en un principio. Menos mal que las recomendaciones de la Magnani fueron tenidas en cuenta por De Sica, que hizo de la rotundidad de Sophia -en la yerba, en el río, en el camión, cerrando una ventana, bajo la lluvia- y de su resignada locura -la muerte de los ideales personales y colectivos- un retrato en blanco y negro que anticipaba a la mujer que venía (una realidad ya en 1960): libre, e indefensa.
+ DE 1001 FILMS: 1063 - La ciociaraLa ciociara (Dos mujeres, 1960)
En el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir (Editorial Grijalbo) se detallan 3 títulos de V. De Sica: Ladri di biciclette (Ladrón de bicicletas, 1948); Umberto D. (1952) e Il giardno dei Finzi-Contini(El jardín de los Finzi-Contini, 1970).

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