Revista Política

De la estiba necesaria y del sindicato innecesario

Publicado el 21 febrero 2017 por Alejandropumarino

De la estiba necesaria y del sindicato innecesario

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha señalado que los estibadores no tienen que pedir perdón por tener unos sueldos decentes, que rondan los 64.000 euros de media, y ha defendido la labor de estos profesionales ante las pretensiones del Gobierno para sacar adelante un decreto que “no tiene ningún sentido” y para el que no hay “ninguna necesidad”.

La estiba es un sector en el que trabajan poco más de 6.000 personas, pero que tiene mucho poder debido a su importancia para la economía. En España, los costes laborales del sector suponen entre el 55% y el 60%, mientras que en Alemania alcanzan tan sólo el 37%. Un gruista puede tener un salario, según el puerto, de hasta 110.000 euros al año. La media del sistema son unos 64.000 euros anuales, lo que supone un 60% más que la media del resto de trabajadores de puertos.

El concepto “sueldo decente” es elástico y variable, dependiendo de la fuente; si lo dice un sindicalista que defiende a los  trabajadores, como es el caso, sesenta y cuatro mil euros anuales, algo más de cinco mil cada mes, no es excesivo para lo que merece un sacrificado estibador; donde irán a parar los camareros que no llegan a mileuristas, pero pueden disfrutar jornadas de diez y más horas en el establecimiento en cuestión, si pretenden perdurar -nunca demasiado- en el negocio. Adivino que, en breve, nuestros líderes de UGT y CCOO promoverán medidas de fuerza para defender los salarios, aceptables, pero escasos, de pilotos y controladores aéreos, otro sector que está en crisis por los ingresos limitados del colectivo.

Me parece una solemne tomadura de pelo. La estiba está viciada desde hace años, y la liberalización aterra a quienes disfrutan de prebenda vitalicia tan rentable. Oí, el otro día, a un delegado de la profesión contar ante las cámaras la elevada especialización que precisa su trabajo y que protegen los intereses de la ciudadanía garantizando la profesionalidad. Discúlpeme vd., pero ¡manda huevos! que se pague cinco mil treinta y seis euros mensuales a un trabajador promedio (casi diez mil a un gruista) con el pretexto de la formación necesaria, mientras un cirujano torácico que lleva a cabo trasplantes cardíacos perciba alrededor de tres mil, es decir, menos de la mitad. Se conoce que el médico no alcanza la elevada -y compleja, a lo que se ve- especialización de un estibador. Hay cosas que solo pasan en España; tengo la seguridad de que el salario de un profesional estadounidense de la estiba, tiene unos emolumentos similares a nuestros compatriotas, pero no quiero contarle yo a vd. cuanto gana un cirujano torácico en Estados Unidos. Algo no anda excesivamente bien en este país.


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