Revista Opinión

De la ridícula historia de Inglaterra III

Publicado el 01 noviembre 2014 por Vigilis @vigilis
Lo que en Inglaterra va de los herederos de Guillermo (Ken Follett) hasta la Guerra de las Rosas (Juego de Tronos) ya en el XV, es lo que la gente entiende como escenario medieval estándar. Cuando los chavales leen o juegan con cosas que tienen la palabra "medieval" en el título, estamos seguros que tratan de ambientarse en algún momento entre finales del siglo XI y mediados del XV. Es evidente que esto da lugar a errores muy graves de interpretación. Y por si esto no fuera poco, pasar la imagen del pasado por el errado velo romántico del XIX (cara costumbre por estos pagos), acaba por ponerlo todo patas arriba.

De la ridícula historia de Inglaterra III

Escenario medieval estándar (cartel elecciones 1977).

Estamos hablando de un periodo de casi 400 años. Hay que luchar contra la idea de "estasis medieval" y, evidentemente, contra la idea de que la época medieval inglesa se puede extender al resto de Europa. Sí es cierto que el feudalismo inglés, organizado por los normandos, estaba íntimamente relacionado con el feudalismo continental que los francos establecieron en Francia y Alemania, pero es muy importante señalar que ni en España ni en parte de Italia (salvo cuando los normandos conquistaron el sur) ni en el Imperio de Oriente ese feudalismo era igual al de Hollywood.
Un nuevo reino
El reinado del duque de Normandía fue largo y cambió para siempre Inglaterra. El nuevo sistema de gobierno feudal, basado en el vasallaje y en los juramentos de lealtad se explica por las necesidades militares de los normandos. Los normandos (5.000 caballeros para dominar a una población de casi dos millones de ingleses, la mitad que en época romana) eran los que ayudaban al rey en la batalla a uno y otro lado del canal. Y para poder combatir, igual que hizo el ejército de la República Romana antes de las reformas de Mario, un caballero debía de costear su equipación.

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Torre normanda de Rochester.

¿Y de dónde sacaba el dinero la nobleza en aquel rincón del mundo? De la propiedad de la tierra. Más que una campaña de "normandización" de Inglaterra, Guillermo sustituyó a la nobleza sajona por la normanda por necesidad militar. Sus caballeros tenían que poder costear el gasto militar. Si por el camino se libraba de levantiscos sajones, mejor para él.
Una de las más grandes hazañas por las que se recuerda a Guillermo fue por la compilación del Libro Domesday. Este libro venía a ser un registro de toda la propiedad de la tierra de Inglaterra. No se trataba de una iniciativa propia de un estadista ni de una compilación con propósito de ciencia demográfica, sino un libro surgido por la prosaica necesidad militar. Saber a quién pertenece la tierra libraba al rey de disputas entre nobles y además era una forma de cuantificar cuánto podía aportar cada noble en las campañas militares.
Otra de las cosas por las que se recuerda a Guillermo fue por el Juramento de Salisbury. El rey obligó a toda la nobleza a reunirse y jurar lealtad a su persona. Hay que entender que bajo el feudalismo un vasallo debía lealtad a su señor, pero no al señor de su señor. Guillermo, tratado por sus contemporáneos ingleses como un sucio invasor de pelo largo que hablaba como una mujer (hablaba francés), fue bastante astuto al tratar de establecer un reino centrado en torno a su figura.

Después de Guillermo
Tras el largo reinado de Guillermo, su herencia recayó en dos de sus hijos. Guillermo II sería rey de Inglaterra y Roberto "el de las calzas cortas" (Curthose) sería duque de Normandía. Estos hermanos estuvieron tarifando con el único descanso que dio el hecho de que Roberto se fuera a las Cruzadas con el sufragio de su hermano. Básicamente Guillermo II esquilmó a impuestos a su reino para pagar a su hermano para que se fuera lejos.
Tras la muerte de estos dos, el tercer hijo de Guillermo I, Enrique, heredaría tanto el reino como el ducado. A este Enrique sus responsabilidades le llegaron de carambola. Como tercer hijo de un rey, no había recibido preparación militar, sino que se había dedicado a leer y a aprender leyes y cosas que no eran de utilidad para la nobleza con responsabilidades de gobierno. Tal vez debido a su aberrante e inútil educación, mejoró el cobro de impuestos, estableció un nuevo sistema de justicia y fundó un nuevo régimen de funcionarios del estado que al ser itinerante ofrecía más garantías de fidelidad al rey.
Este Enrique tuvo un heredero que murió en un naufragio. Este naufragio es el punto de inicio de dos largas novelas de Ken Follett: Los pilares de la tierra y su innecesaria segunda parte Un mundo sin fin. No es que sean novelas malísimas, en general tienen el necesario número de escenas de sexo como para recompensar al lector. Además, la ambientación histórica parece lograda. El problema es que son largas y se nota el relleno. Hay pequeños arcos argumentales que no vienen a cuento ni influyen en la trama principal y un excesivo número de Deus ex machina e ideas felices. De la segunda parte sólo me acuerdo de un puente que se derrumbaba, cliché ya empleado en la primera.

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Me duermo.

Ahora el Ken Follett sacó tres ladrillos sobre la historia del siglo XX corto. Empecé el primero y lo dejé aburrido del Ken Follett. A ver, es que todos tus libros son iguales. Antes, el primer Ken Follett molaba más, con sus novelas de tamaño normal y sus temas de espionaje. En los últimos años el Ken Follett se ha convertido en el mega-Ken Follett y amenaza con arrasar la Tierra. Propongo un senadoconsulto para que haya novelas históricas bien hechas en las que no aparezca ningún inglés.
Bueno, al asunto. Desaparece el heredero de Enrique I y éste obliga a los nobles a prestar juramento de lealtad a su hija Matilde como heredera. Los nobles consienten pensando que es algún tipo de broma. ¿Prestar juramento a una de esas cosas con piernas que sirven para tener hijos? Al viejo rey Enrique se la ido la cabeza, comentan, contentos, mientras comen pastel de zarigüeya.
Enrique I muere y los nobles le dicen a Matilde que de juramento nada, que estaban de bromica. Que ellos prefieren tener a alguien con pene como su rey. Así, la nobleza inglesa se pone del lado de Esteban, sobrino del viejo rey Enrique. Y empieza la guerra. Este periodo de guerra civil recibe el nombre de Anarquía y es muy propicio para poder inventarte novelas históricas, como hace Ken Follett, que es un autor gordo que no aguanto. No, en serio, ¿por qué hizo una segunda parte de Los pilares de la Tierra? ¿Qué motiva a Ken Follett a parte de los pasteles, hacer turismo en España y ganar dinero fácil? El puto Ken Follett.
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Quince años de guerra civil después, el heredero de Esteban muere y Esteban llega a un acuerdo con Matilde para que su hijo sea también su heredero que reinará con el nombre de Enrique II. Este Enrique II era conocido como Enrique de Anjou y sus posesiones a un lado y otro del canal de La Mancha recibieron el nombre de "Imperio Angevino"... a finales del siglo XIX. De neologismos está la historia de Inglaterra llena.
De Enrique II nos queda su agria polémica con Tomás Becket por un problema de competencias. Tema que la historiografía inglesa repasará una y otra vez hasta provocar arcadas y del que sólo comentaré que los asesinos del arzobispo obtendrán el perdón del Papa formando la primera y única orden de caballería inglesa que participa en las Cruzadas.
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El hijo mayor de Enrique II fue Ricardo Cœur de Lion (corazón de León. Los reyes ingleses seguían hablando francés). Un rey famoso por su participación en la Tercera Cruzada y del que los investigadores actuales dicen que era socio del Club del Pepino. Sin embargo sorprende que no sea famoso por su exacerbado antisemitismo, responsable de los pogromos de Londres y York. De hecho, Ricardo I inicia el siglo más antisemita de la historia de Inglaterra, que acabará en 1290 con el edicto de expulsión de los judíos. Ah, pero lo que nos queda es que Ricardo I era un "buen rey" frente al malvado Johan Sanz Terre, Juan Sin Tierra. Idea que debemos a Hollywood y a la leyenda de Robin Hood.

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Ricardo I en "Robin Hood, príncipe de los ladrones". Sean Connery nunca hace de personajes malos, así que Ricardo I debió de ser bueno. Al menos con los no judíos.

Otra razón para pensar que Ricardo I era "buenísimo" nos la da que para pagar su rescate a su regreso de las Cruzadas, tuvo que pedir dinero al Sacro Imperio y rendir vasallaje. Técnicamente Ricardo I convirtió a Inglaterra en una provincia alemana. Uf, qué rey tan bueno.
Muere Ricardo y le sucede su hermano Juan. Mientras Ricardo andaba en las Cruzadas, Juan trató sin éxito de hacerse con Iglaterra, lo que le granjeó no pocos enemigos entre la nobleza. Así, una vez que es coronado tendrá que luchar contra la debilidad de su trono y de sus posesiones en el continente. Logra una paz parcial con Francia a cambio de cesiones territoriales y más mal que bien llega a un acuerdo con los nobles en la famosa Carta Magna.

Carta Magna
Para entendernos, la Carta Magna suponía una especie de constitución que limitaba el poder del rey. La novedad de esto —el absolutismo tardaría muchos siglos en aparecer, en la Edad Media los reyes no podían ser absolutistas— era que la limitación del poder se reflejaba en un texto legal. En otros países la limitación al poder del rey venía determinada por su debilidad frente a la nobleza —en Francia el rey controlaba la capital y gracias. En Alemania había tantos reyes como nobles—. En España era la Iglesia el mayor terrateniente y existían órdenes de caballería que ejercían control sobre el territorio, behetrías en las que los villanos elegían a su señor y en definitiva, la nobleza, aunque poderosa, no le podía chistar mucho a los reyes de turno, que más que estadistas eran líderes militares en tiempos de guerra.
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La Carta Magna fue sucesivamente modificada y algunos de sus artículos siguen estando vigentes en el Reino Unido. Aunque se suele vender como un triunfo de la nobleza frente al rey (y algún artículo se refiere explícitamente a que el rey Juan no tomará represalias contra los barones amotinados), realmente será el conjunto de la población el que se ve beneficiado por el texto. Su característica más importante es la defensa del derecho al debido proceso, esto es, el poder no podía ser arbitrario y ni reyes ni señores podían estar por encima de la ley. Todo esto suena muy bien y es muy bonito salvo por el hecho de que esta Carta no pudo entrar en vigencia de forma inmediata ya que lo primero que hizo Juan al firmarla fue... hacer la guerra a los nobles que la defendían. Yeah.
El hijo de Juan Sin Tierra, Enrique III, reinó durante 56 años del siglo XIII y no se cansó de hacer la guerra con todo el mundo. Con todos. Evidentemente tuvo tiempo para continuar las políticas antisemitas de sus predecesores, pero lo importante de su reinado fue la guerra para defender la inaplicabilidad de la Carta Magna y su divino derecho a ponerse él por encima de la ley.
El hijo de Enrique III, Eduardo I el Zanquilargo, fue otro Plantagenet encargado de dirimir revueltas locales y hacer mucha guerra civil contra desdentados campesinos y señores wannabes. Tras doscientos años de guerra non stop, los ingleses ya tenían cierto know-how en el arte de masacrar y exterminar a sus congéneres. A Eduardo por ejemplo se le atribuye la pacificación de Gales por el conocido método de muerte y destrucción seguido por el reasentamiento de nobles leales. Eduardo I participó también en las Cruzadas y durante su reinado tuvo lugar cierta rebelión en Escocia.
Lo de Braveheart
Andrés de Moray y Guillermo Wallace, con ayuda del obispo de Glasgow, se levantaron contra la tutela legal que tenían los ingleses sobre Escocia. Eduardo I envió a nobles escoceses partidarios de Inglaterra para aplastar la revuelta. Al frente de esos partidarios del rey de Inglaterra estaba Roberto el Bruce, que cambiaría de bando tres o cuatro veces durante aquellos años.

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Roberto I de Escocia. Que alguien me explique cómo consiguió Roberto que cientos de caballeros templarios fueran a luchar en la batalla de Bannockburn, ¿serían franceses?

Los escoceses ganaron algunas batallas y los ingleses ganaron algunas otras. Guillermo Wallace, como guardián de Escocia, viajó a Francia para conseguir ayuda del rey Felipe, quien ya estaba bastante ocupado en aplastar sus revueltas internas —era una época muy loca—. Después Guillermo Wallace fue capturado y condenado por alta traición —ahorcado, arrastrado por un carro y descuartizado—. Finalmente, tras treinta años de guerra, se firmaría un tratado de paz en el que se garantiza la independencia de Escocia a cambio de 100.000 libras. Roberto el Bruce es coronado rey —después de apuñalar a otro pretendiente al trono dentro de una iglesia, lo que le valió la excomunión— y la paz duraría... cuatro años.
En la guerra contra los escoceses, el hijo del rey, que sería Eduardo II, pareció un líder militar capaz. Durante su reinado puso en práctica el edicto de expulsión de los judíos pero eso no le sirvió para contentar a la pesada nobleza levantisca. Se dice que este Eduardo era del Club del Pepino aunque no hay prueba de ello. Lo que sí sabemos es que su mujer, Isabel de Francia, fue un día a por tabaco y no regresó, prefirió a un tal Roger Mortimer, quien desembarcó en Inglaterra y depuso a Eduardo.

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Weee.

El hijo de Eduardo II, Eduardo III, fue el que reclamó la corona de Francia por derecho dinástico. Los franceses, que usaban la ley sálica, no opinaban lo mismo y ese quítame de ahí ese trono comenzó lo que mucho tiempo después se dio en llamar Guerra de los Cien Años, que fue un coñazo de guerra entre los que tienen una historia ridícula y los que nunca ganan guerras.
Continuará.

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