De la suerte...

Creo que hoy por hoy, visto lo visto, vivido lo vivido, sentido cada sensación impuesta por el mundo, me siento con capacidad y maneras de comentar lo que he de decir.
Pienso, que la vida da casualidades muy casuales, en momentos necesarios, justos e irrevelantes y que salvan la situación in extremis. Pienso que es demasiado casual el comprobar que la suerte no pertenece a la probabilidad, que es algo relativamente desconocido para el conocimiento humano y que según se mire, puede ser beneficiosa o infecciosa.
He de decir que mi experiencia particular es de favorecido en relación a la suerte, soy muy afortunado en cuantas cosas ocurren a mi alrededor, es más no creo que haya hecho méritos superiores para merecerlas, pero siento que normalmente fluye a mi alrededor un halo de suerte.

No hablo de suerte económica, ¿De qué sirve el dinero? Con el dinero solo se puede comprar cosas, o hacer más dinero. Yo hablo de una suerte de vida, de que ocurran cosas cuando uno las necesite, de esa especie de hada mágica que cuando más problemas tienes aparece y te allana el camino un poco, porque eso si, uno tiene que hacer su camino, pero es en esas raras ocasiones, en esas situaciones complicadas, en esos momentos difíciles cuando se aparece y te muestra o soluciona esa complicación, y uno sigue adelante, a trompicones, a equivocaciones sigue avanzando, a ciegas, pues el destino se niega  a avisar, pero siempre a sabiendas de que la suerte, o ese hada maravillosa estará para ayudarte cuando más la necesites.