Revista Sociedad

De todo menos Política

Por Espinete2005 @espinete2005

Aprovechando algunas dificultades para seguir mi trabajo cotidiano, me dispongo a compartir algunas reflexiones en torno a la política y al futuro de la política española.
Seguro que recientemente algún amigo le ha preguntado, quizás con cierta timidez, qué opina sobre el tal Podemos. Como podría preguntarle qué opina sobre el sistema, aún sin tener claro si con "sistema" se refiere a "sistema del bienestar", "sistema bipartidista" o "sistema nervioso central".
En un principio uno despachaba cierta confianza ciega sobre el surgir de una nueva forma de hacer política; una cara nueva que viene por fin a espabilar a los señoritos del gin tonic y barriga contundente. Como una réplica del terremoto del 15M, aparecía un nuevo líder político de donde no se buscaban ni pretendían líderes; pero una cosa es que no se buscaran y otra muy distinta es que no se necesiten. La crisis aumenta (y un gatito muere) cada vez que un diputado habla de transparencia o lucha contra la corrupción, o reforma laboral. Y cada vez que el presidente del gobierno se calla.
Un año después de su irrupción y después de su éxito en las elecciones europeas, Podemos ya es la tercera fuerza política según las encuestas, la primera en intención de voto directo. Esto quiere decir que si ahora mismo se realizaran elecciones (y las encuestas siempre acertaran), el Partido Popular (en el gobierno) mantendría su mayoría, y el PSOE y Podemos lucharían por el segundo puesto mientras otros partidos mantendrían su status de minoritarios y UPyD se vería gravemente herido en su pretensión de tercera fuerza política a nivel nacional.
Sin embargo, se plantean varias lecturas. Como no podía ser de otra manera, el sistema electoral condiciona bastante el actual panorama político. Prima la densidad del voto por encima del volumen; es decir, los partidos regionalistas tienen más representantes que algunos partidos nacionales sólo por dirigir sus políticas a un territorio concreto. Es el caso de Convergencia i Unió (regionalista) respecto a Izquierda Unida (nacional), con más votos y menos representación. Habría que analizar si hay varias provincias en las que pudieran "asegurar" al menos un diputado.
A este cóctel habría que añadir qué incidencia tiene la abstención (los votos van para el partido más votado) y sobre todo, el voto en blanco y el voto nulo; entendiendo su aumento con respecto a la desconfianza ciudadana en los dos grandes partidos nacionales, que no tendría por qué ir necesariamente acompañada de un apoyo a Podemos. Un mayor índice de voto en blanco haría más difícil una mayoría clara de un partido sobre el resto y, por tanto, facilita el reparto de diputados entre varios partidos.
En la primera asamblea de Podemos se acordó que se presentarían bajo ese nombre a los cargos nacionales y autonómicos, es decir, sólo aparecerían en estas papeletas bajo las siglas de Podemos. A nivel municipal, tanto en pequeñas y grandes ciudades surge la duda de quién es Podemos, y qué responsabilidad tendrá en su forma de organización y representatividad el Podemos nacional. Porque Podemos no es solo Pablo Iglesias, ni Monedero, ni Echenique.
De hecho, la retirada del proyecto de Echenique como protesta ante el sistema de votación para elegir a la directiva de Podemos es una grieta que evidencia cierta incapacidad de acoger ideas diversas. No es por ser aguafiestas, pero es que hace poco leí Rebelión en la granja, de George Orwell y en seguida le da a uno por pensar en Napoleón y en el pobre Snowball.
Este pasado domingo, Ana Pastor entrevistó a Pablo en el programa "El objetivo". Por decirlo breve: decepcionante. No es tan difícil contestar a las preguntas, ni es necesario responder con un mitin repitiendo lo que siempre dice. Si le preguntan tres reformas, empiece respondiendo con "la primera es...", no se vaya por los cerros de Úbeda. Si le preguntan de dónde va a sacar el dinero para financiar una renta básica, no me cuente los problemas de la gente que conocemos de sobra quienes vemos cada día las noticias, dígame que va aplicar X porcentaje, o que todavía no ha encontrado el conejo en su chistera, acepte sus limitaciones cuando no esté seguro del alcance de sus decisiones. No puede ser tan difícil.
Es difícil prever qué pasará. Una opción es que hubiese elecciones anticipadas, aunque parece que el gobierno no está dispuesto a renegar de las buenas políticas electoralistas (y algún que otro indulto) después de tres años de malas políticas de recortes y amnistías. En cualquier caso, este supuesto triple empate abre una nueva pregunta: "¿estaría usted dispuesto a pactar con...?"
Las opciones son:
  • Alianza Partido Popular - Partido Socialista: impensable pero no imposible
  • Alianza Partido Popular - Podemos: imposible
  • Alianza Podemos - Partido Socialista: improbable pero posible

Dependiendo del peso que adquieran el resto de partidos, especialmente los regionalistas (especialmente en Cataluña), difícilmente se podría hablar de un proyecto de gobierno claro sin ninguna de estas alianzas.
Para ser sinceros, después de las críticas arrojadas también desde el PSOE a Podemos, es difícil que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se den fraternalmente la mano, por lo que es probable que asistamos al primer tripartito de la democracia.
En este caso, habrá agoreros que aprovechen la obligación del consenso para hablar de inestabilidad política, pero si tenemos en cuenta que es una estabilidad política corrupta la que nos ha traído hasta aquí, bienvenida sea la inestabilidad.
http://losupeencuantotevi.blogspot.com

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