De velocidad y memoria corta

Las cosas pasan muy rápido o tenemos la memoria corta o todas las anteriores. Tras los anuncios de dialogo que algunos de los partidos políticos de la oposición llevaran a cabo con la dictadura, hay una sombra enorme que invita a bajar la emoción que podría significar que todo el país se juntara – con pensamientos diferentes – hacia un mismo destino.

(Fuente: Noticiero Venevision - República Dominicana)

Tal vez la cosa es que aquí todo pasa muy rápido. Hace unas semanas el régimen le infligió al país un ataque severo con diferentes modalidades de escuadrones de la muerte: Policías y paramilitares, guardias nacionales y policías, guardias y paras o los tres juntos. Mataron a un grupo de venezolanos y parece que a estos que se van al dialogo con los jefes de los anteriores se les olvidó, lo mismo con los que están presos, están ahí y nada, que aguanten. No fue el 2013, fue hace un par de semanas, o peor aún, fue ayer porque siguen asesinado a venezolanos. Aparece Tibisay después de su temporada criogénica anunciando elecciones en las alcaldías que el régimen atacó y de nuevo no fue 2013, fue hace unos días.
¿No podemos con tantos eventos? Entre todo esto, lo político, sigue cayendo a velocidad extrema la economía. Llegará el día que algunos puristas culparan a las barricadas de la caída de la economía, pero que el régimen y PDVSA sigan repartiendo los dólares a los que se la pasan comprando y vendiendo empresas en lo que queda de Venezuela.

(Fuente: El Universal - Venezuela)

Tal vez es que se nos olvida todo porque tenemos problemas de memoria. Tras el golpe a Chávez en el 2002, el ultimo día que muchos venezolanos fuimos del todo feliz, se instaló una mesa de negociación y acuerdo del que los políticos del régimen y de la oposición negociaron no acordarse de aquello y que el régimen siguiera construyendo el cementerio en que se convirtió este país. Lo mismo que cuando la diputada María Corina trató de mostrar en la OEA lo que ocurre en Venezuela, la mayoría de los integrantes de la UNASUR fueron los que votaron porque aquello fuera cerrado al público. Los cancilleres de esos países serán mediadores en este nuevo dialogo que se nos viene.

Todo esto pasa y seguimos enfrentando una inseguridad de proporciones bíblicas. La escasez dirige el ritmo de vida de los que siguen intentando vivir. El plan B de muchos está esperando por un pasaporte y chau. La diferencia siguen siendo los estudiantes y una gran porción de sociedad civil que parece estar más alerta que en ocasiones anteriores. Probablemente es que los políticos del régimen y la oposición no pudieron comprar a estos estudiantes y que finalmente la sociedad civil no es la unión de Chacao, Baruta y El Hatillo.

(Fuente: La Patilla - Venezuela)

Lo que es seguro es que todos los venezolanos tenemos que romper con ese embrujo que la muerte ha logrado en nosotros desde que Chávez apareció en la escena pública. Deberíamos estar indignados, no solo por los nombres de quienes nos quitan, también por la cantidad de gente que le apagaron la vida. Es triste ver que la velocidad con la que nos matan a los nuestro es similar a la velocidad con la que las personas intentan celebrar la venida de hijos y nietos a sus vidas.
El dialogo de todos los venezolanos debería radicar en reconocer que este es un régimen dictatorial, que Maduro tuvo el toque de mostrarlo como es, que nos necesitamos a todos para salir adelante pero no podemos tener a los mismos en los poderes públicos, que deberíamos fundir las millones de armas de las que el régimen no tiene ningún control. Que así como necesitamos que los poderes públicos se renueven, también deberíamos pedírselo a los líderes de los partidos de oposición. Que vuelva la meritocracia. Que el país sea nuestro, sobre todo el petróleo pero que Venezuela viva básicamente del turismo. Venezuela debería construir un dialogo verdadero, eso empieza en vos, en mi, en todos.

(Fuente: Wikipedia - EEUU)

Hagamos del dialogo, mas allá del parapeto que están montando, una herramienta de vida sine qua non para todas las cosas que hagamos y vivamos cada día.