De visita por Irlanda

De Irlanda, así, en momento, puedo decir dos cosas malas: La comida y la meteorología. De lo primero, pues quien espere encontrarse en un país de sibaritas, pues mucho me temo que se ha equivocado de destino. En cuando a lo segundo, pues qué queréis que os diga. La conocida mundialmente como Isla Esmeralda no tiene tanto verde por casualidad. En este caso, lo peor que te puede pasar es lo que me ocurrió hace algunos años, y es que no veas el sol en varios días. En mi penúltimo viaje a la isla, llegué un lunes por la mañana y no vi el sol hasta el jueves siguiente. Para alguien acostumbrado a veranos calurosos, el hecho de tener que llevar varias capas de ropa y un paraguas, además de tener un cielo encapotado durante tres días seguidos, hizo que prácticamente cogiese una depresión. Durante el viaje me enteré que aquel verano era el más lluvioso en varias décadas, de manera que no pude hacer otra cosa que maldecir mi suerte. Más de una década esperando para hacer ese viaje y me encuentro con el peor tiempo en años. Algunos meses más tarde me enteré que una conocida mía había estado en Londres y encontró un tiempo inmejorable, por lo que no pude evitar pensar que el destino se reía un poco de mí. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que todo el mal tiempo que uno podía encontrarse por allí arriba lo encontré yo.
Afortunadamente, en algunas de las visitas al aire libre, como puedan ser por los Jardines Japoneses, en Tully, condado de Kildare, o por el Jardín Botánico de Dublín, aunque me me encontré el tiempo algo encapotado, la lluvia tuvo a bien aguantar durante mi visita. Si hablamos estrictamente de la capital, Dublín, las diez visitas que personalmente recomendaría serían:

1. Trinity College
2. Christ Church Cathedral
3. Exposición Dublinia
4. St. Stephen's Green
5. Cervecería Guinness
6. Jardín Botánico
7. Prisión de Kilmainhan
8. Writer's Museum
9. Number 29
10. National Museum en cualquiera de sus tres edificios que hay en la capital