Debate: 50 sombras de Grey

Os extrañará que en este blog hoy hablemos de... ¿ “50 sombras de Grey” ?

Y es que ayer día 13 se estrenaba, rodeada de gran expectación y cierta polémica, la película del mismo título. Por supuesto no está en mi ánimo hacerle publicidad, que obviamente no necesita, ni mucho menos. En realidad mi propósito es, ya que esta semana hemos estado hablando de los complejos, de lo que son y de cómo superarlos, haceros pensar en la personalidad de la protagonista. Más concretamente, os planteo esta pregunta

¿creéis que Anastasia Steele tiene algún complejo?

La novela comienza con una Anastasia que se mira en el espejo y “frunce el ceño frustrada”. Está tratando de arreglarse el pelo para acudir a la entrevista con el misterioso Sr. Grey, y termina por recogérselo en una coleta “confiando en estar medio presentable”. No le ocurre lo mismo a su compañera de piso, a la que observa antes de salir de casa, y de la que piensa que, “incluso enferma está guapísima”…Al llegar a la sede de la empresa del misterioso Sr. Grey, se da cuenta de que, por su manera de vestir, “desentona”: empiezan a aparecer secretarias rubias y esculturales, y ella está allí en medio, con su coleta y su chaqueta de punto, tímida, insegura…Luego aparece él, un “perfecto Adonis”; un gran hombre de negocios, un triunfador y un “maniático del control”, que enseguida la hace sentirse perdida. Pero...A pesar de todo, el Sr. Grey ¡se ha fijado en ella! ¿En ella? ¿En Cenicienta?La historia sigue. Cenicienta acaba convirtiéndose en La Bella, y el príncipe… el príncipe resulta ser la Bestia de otro cuento. Y Cenicienta, ahora La Bella, empieza a pensar que con su amor, con su renuncia y su sumisión ¿podrá salvar al príncipe?...A debateSi tú también has leído la novela, o si no lo has hecho todavía pero te decides a ver la película, párate a pensar: ¿Crees que la protagonista es un modelo de mujer a imitar? ¿Crees que tu autoestima o tu felicidad dependen de encontrar al príncipe? Y si el príncipe aparece y no es tan príncipe como parecía ¿qué precio estás dispuesta a pagar por sentirte valiosa, por miedo a la soledad? Y aún más. Sinduda el dinero lo hace todo más fácil pero ¿de verdad es imprescindible que el príncipe esté forrado de pasta? ¿no estaremos estableciendo mal nuestras prioridades?

Para conocer mejor a la protagonista de la novela, pero sobre todo para conoceros mejor a vosotros mismos, la próxima semana analizaremos algunos complejos que habitualmente se identifican con los protagonistas de los cuentos que escuchábamos cuando éramos niños ¿Los recordáis? Cenicienta, Caperucita Roja, la Bella y la Bestia...

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