España es un país diferente y surrealista porque a sus ciudadanos les interesa más el morbo que la catástrofe, soportan mejor a un sinvergüenza que a un triunfador y odian más a los millonarios que a los delincuentes con peligro. España entera se pregunta hoy si debería dimitir Olvido Hormigos, la concejala socialista protagonista de una masturbación cargada de morbo, que ha recorrido el mundo, vía Internet. Nuestra opinión es que sí, que debería dimitir porque los ciudadanos merecen ser representados por políticos dignos, ejemplares e impolutos, pero sin prisas, esperando que lo hagan antes miles de políticos españoles, de la derecha y de la izquierda, que tienen infinitamente más "méritos" que ella para ser expulsados con deshonor y castigo de la política, por chorizos, mentirosos, corruptos, sátrapas y sinvergüenzas.
Si la bella concejala Olvido se pusiera en una fila justa para salir de la política, estaría en las últimas posiciones, precedida por jefes de Estado, de gobierno, ministros, consejeros, alcaldes, concejales y miles de cargos de partidos de todos los colores e ideología. Por desgracia para España, hay decenas de miles de políticos que merecen el deshonor, vergüenza, oprobio y castigo antes que ella. El gobierno de Andalucía, en pleno, por haber permitido los EREs mafiosos y otros desmanes, tendría que dimitir antes, por ejemplo, así como Rajoy, por haber incumplido y traicionado casi todas sus promesas electorales.
En España se perdonan fácilmente los "pecados" del sexo, pero jamás se perdonan otros "pecados" como el éxito y la riqueza. No hay que olvidar que España es un país de envidiosos y lo que más hiere a la ciudadanía es que otros ganen más dinero o triunfen. Eso les resulta insoportable, mientras que una chica concejala se masturbe y permita que se le vea, se perdona fácilmente.
Los pecados más abundantes del país son los relacionados con la corrupción política y moral, desde el robo al abuso, sin olvidar el amiguismo, el nepotismo y la utilización del poder para beneficiar a los amigos y aplastar al adversario. Nueve de cada diez pecados políticos en España se relacionan con la corrupción y el abuso de poder. Sólo uno de cada diez está relacionado con el sexo u otros ámbitos del vicio.
Analizando la cosa con parsimonia y objetividad democrática, lo que ha hecho Olvido no es grave, sobre todo si se lo compara con lo que han hecho miles de sus colegas políticos que se han enriquecido ilícitamente, han colocado a sus amigos y familiares en el Estado, han otorgado subvenciones sin deber hacerlo, han acosado a los adversarios, han trucado concursos públicos, han falseado documentos, han cobrado comisiones, han practicado el urbanismo salvaje y, en términos generales, han alimentado las filas de la corrupción española, una amalgama nauseabunda de poderosos y políticos que ha conducido al país hasta la presente ruina. Ni siquiera es mas grave que lo que han hecho decenas de miles de políticos cómplices en toda España, cobardemente silenciosos ante los abusos, desmanes y arbitrariedades que realizan sus colegas en su entorno público.
Olvido no ha hecho (que se sepa) nada de eso. Sólo ha exhibido su bonita estampa en posiciones íntimas, un pecadillo de nada comparado con lo que han hecho, por ejemplo, Zapatero, González y Aznar desde la cúspide del poder.
Así que Olvido, ponte en la fila para dimitir y volvemos a hablar cuando dimitan antes entre 60 y 70.000 de tus colegas, en toda España.