Revista Salud y Bienestar

Decálogo para fracasar estrepitósamente como paciente

Por Doctorcasado

La mayoría de las personas cuando tienen un problema de salud quieren tener éxito como pacientes y solucionar lo antes posible su problema. Pero hay un número nada desdeñable de casos en los que ocurre precisamente lo contrario. Personas que en el fondo no quieren mejorar y se empeñan en fracasar como pacientes. Otro grupo desea una solución mágica e instantánea a su problema y algunos más harán lo posible por obviar su parte de responsabilidad en el asunto. En cualquier caso para que una relación terapéutica funcione es necesario que exista un entendimiento y una confianza.
Mi colega Victor Amat reflexionaba con humor hace unos días sobre esto según su larga experiencia en psicoterapia y me da pie a  hacerlo propio desde la visión de un médico de familia de batalla.
Decálogo para fracasar estrepitósamente como paciente
1. Una de las formas más sencillas de fastidiar a un profesional sanitario es acudir a su consulta sin cita. Lo habitual es que su agenda esté a rebosar lo que convertirá tu visita en puro ardor de estómago
2. Al terminar tu consulta plantea otro problema de salud de tu madre, hijo, cuñada o pareja para los que no habrás pedido tampoco cita. Eso obliga a que el profesional tenga que hacer de administrativo y tarde unos minutos que no tiene en encontrar y citar al nuevo paciente lo que le retrasará y agobiará todavía más.
3. Acude a consulta con todos los motivos que se te ocurran y deja el más importante para el final, si es posible para cuando te estés levantando. Si has conseguido retrasar al médico con los suficientes problemas seguro que consigues que te dé respuesta cosida por los pelos al que más te importa.
4. No te creas jamás lo que el profesional te diga y argumenta que según tu vecina o tu cuñado las cosas son de otra manera. Puedes aportar datos extraídos de Internet o de tu programa de tertulia televisiva favorito, lo que sin duda hará que tu profesional sanitario eche humo por las orejas.
5. Por sistema no hagas caso de las recomendaciones o tratamientos que te propongan. Si es posible haz lo contrario y luego quéjate a viva voz en la sala de espera de la inutilidad del sistema sanitario o de la impericia manifiesta del profesional que te atiende. 
6. Cuando acompañes a un familiar o amigo a consulta haz el máximo esfuerzo en ser tú quien explique el problema y cuando le toque hablar al enfermo ponte a hacer gestos o muecas a su espalda negando o minimizando la versión de este.
7. No permitas que te hagan dudar de tu punto de vista del problema. Mantener una cerril visión de tu propio mundo te garantizará seguir hundido en la miseria.
8. Espera que el profesional sanitario sea tu amigo o te trate como un padre benefactor, al fin y al cabo es lo normal y tú te lo mereces. Para algo han hecho el juramento hipocrático que automáticamente los convierte en primos de la madre Teresa de Calcuta. Mientras más elevada sea la expectativa mejor garantizarás el fracaso.
9. Consulta por tu problema a cuantos más profesionales te puedas permitir y luego enumera lo que te ha dicho cada uno. Si es posible acude también a homeópatas, magos, arregla huesos o a esa vecina que hace terapias energéticas. Deja claro que no te fías de lo que te diga nadie pero sobre todo deja claro que dudas del médico.
10. A la hora de buscar solución a tus síntomas exige tratamientos rápidos y fulminantes, a ser posibles en formato pastilla. No hagas caso de las recomendaciones de cambio de estilo de vida ni a las propuestas de ajustar o cambiar las conductas o causas reales de tu problema.

Soy un defensor del uso del buen trato por parte de todo profesional sanitario a sus pacientes por ser una actitud beneficiosa para ambos. Que hagan lo mismo los pacientes con sus profesionales también lo creo verdad.
En la medida de sus posibilidades cuide a sus enfermeras, trabajadores sociales, médicas, psicólogos... Saldrá ganando.


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