Revista Cultura y Ocio

Decidí tener hijos

Publicado el 24 febrero 2017 por Molinos @molinos1282
Decidí tener hijosDecidí estudiar ciencias mixtas en COU porque no me gustaba el latín. Decidí desobedecer a mi padre y no hacer una carrera americana de negocios. Decidí estudiar historia. Decidí que tenía los pies feos y nunca llevaría sandalias. Decidí hacer una doble especialidad.  Decidí que tenía los brazos gordos y no llevaría tirantes. Decidí empeñarme en una relación absurda. Decidí cortarme el pelo cortísimo. Decidí no ser profesora. Decidí que tenía los pies bonitos. Decidí aceptar cualquier trabajo que me ofrecieran. Decidí llamar a aquel hombre. Decidí llevar tirantes. Decidí casarme con aquel hombre. Decidí irme a trabajar a cien kilómetros de mi casa. Decidí alquilar aquella casa. Decidí tener un hijo.  Decidí que no tendría más hijos. Decidí empezar a teñirme las canas. Decidí tener otro hijo. Decidí comprar una casa. Decidí abrir un blog. Decidí no tener más hijos. Decidí divorciarme. 
Todas estas decisiones las tomé pensando que eso era lo que quería, que estaba eligiendo lo mejor y, por supuesto, pude equivocarme en todas. ¿En todas? Pero si ahí has puesto tener hijos ¿Crees que te equivocaste? No lo sé. Tome la decisión de tener hijos con la misma inconsciencia y la misma falta de conocimiento con la que tomé todas las demás. No, no es verdad. La más inconsciente de todas mis decisiones vitales fue y será para siempre la de tener hijos. Mi decisión más inconsciente y la más trascendente.  
Decidí que quería tener hijos porque quería. ¿Qué es querer algo que solo te imaginas? ¿Querer algo de lo que no tienes ni la más remota idea de lo que va a significar en tu vida? Y no hablo de biberones, lactancias, bebés llorando ni las mil quinientas inquietudes logísticas que acarrea reproducirse.
Pero, ¿Cómo puedes decir eso? ¿Insinúas que tu vida no es mejor por tus hijas? No, no lo insinúo. No lo sé. Para empezar ¿mejor qué qué? No sé si la vida que tendría si no hubiera decidido tener hijos sería mejor, peor o igual. Sería otra. No me arrepiento de haberlas tenido, la mayor parte del tiempo las quiero infinito y sé que gracias a ellas he aprendido a mirar el mundo de otra manera, he aprendido sobre mi relación con los demás y me he descubierto para bien y para mal, pero no sé si mi vida sería mejor o peor sin ellas. No lo sé. 
Leo cosas sobre lo maravilloso que es tener hijos, sobre como tener hijos hace tu vida mejor, más completa, más todo. Y yo no lo sé, no lo siento así. 
Pensar que tu vida con tus hijos es mejor que la que tendrías sin ellos es inevitable porque es una de las pocas (si no la única) decisiones en tu vida que no tiene marcha atrás y que es para toda la vida. Puedes decidir estudiar otra carrera, vivir en otra casa, romper con tu pareja, volverte a casar, cambiar de trabajo, de casa, incluso de sexo, marcharte a otro país pero no puedes dejar de tener hijos. Aunque decidas pasar de ellos, ignorarlos o abandonarlos jamás dejarás de tener hijos. 
Quiero pensar que mi vida con mis hijas es mejor porque no hay marcha atrás, porque es una de mis decisiones vitales y porque por experiencia sé que reconocer que te has equivocado es duro, cuesta y jode mucho, pero es posible. ¿Qué pasa si una de ellas, o las dos, enferma de algo terrible que les causa un sufrimiento extremo del que no soy capaz de librarlas y tengo que observar como se apagan en medio de terribles dolores? ¿Qué pasa si una se convierte en una asesina?  
Estás exagerando y eso no va a pasar. 
No sé qué va a pasar pero esas cosas ¿no me harían pensar que estaría mejor si no hubiera decidido tenerlas? O pensándolo al revés ¿mi vida sería mejor si hubiera decidido tener tres hijos más? No lo sé. Cada vez que lo pienso, me desconcierta darme cuenta de que yo he tenido algo que ver en que esas dos personas estén en este mundo, estén vivas. Y lo que más me sorprende, de todo, es que son fruto de la decisión más inconsciente que he tomado en mi vida. 
Quiero tener hijos ahora porque me estoy haciendo mayor, pensé. Tenía 29 años.
Me gusta mi vida con mis hijas, unos días más y otros menos, no sé si sin ellas mi vida sería mejor o peor. 
Sería otra vida. 

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