Revista Ciencia

Definición de la semana: Etapa sensoriomotora

Por Davidsaparicio @Psyciencia
jarmoluk / Pixabay" href="http://i1.wp.com/www.psyciencia.com/wp-content/uploads/2016/06/beb%C3%A9_1465237737.jpg?fit=1280%2C851">Etapa sensoriomotorajarmoluk / Pixabay

Para Jean Piaget (1896-1980), el desarrollo cognitivo tenía 4 etapas: sensoriomotora, preoperacional, de las operaciones concretas y de las operaciones formales. El pensaba que, mientras los niños van pasando de un estado evolutivo a otro, experimentan cambios importantes y también pasan por momentos de estabilidad. Además, en cada etapa se da un tipo de pensamiento diferente (Myers, 2006).

Hoy vamos a definir el primer estadio del desarrollo cognitivo según Piaget.

Etapa sensoriomotora

Abarca desde el nacimiento hasta los 2 años.

En este estadio, la comprensión del mundo sucede a través de nuestras interacciones motoras y sensoriales con los objetos. Cuando el bebé es muy pequeño no tiene el sentido de permanencia del objeto (es decir, la conciencia de que los objetos continúan existiendo aunque no los podamos ver). Por ejemplo, en una de sus pruebas Piaget le mostraba a un bebé un juguete llamativo y luego lo cubría para ver si éste lo buscaba. Sin embargo, los bebés de menos de 6 meses no lo hacían (Myers, 2006).

En base a la observación de sus propios hijos, Piaget dividió esta etapa en 6 subestadios:

I. Reflejos (0-1 mes): se practican los reflejos incorporados (ej. succión) hasta que funcionan a la perfección. Estos reflejos se modifican como resultado de la experiencia (Bee, 1985; Gross, 2005).

II. Reacciones circulares primarias (1-4 meses): el infante tratará de hacer que las cosas interesantes se repitan utilizando su cuerpo (por ejemplo, meterse el dedo en la boca). Hay exploraciones visuales y táctiles más sistemáticas. Sin embargo, todavía no parecen distinguir entre sus cuerpos y los objetos o eventos de afuera. Los reflejos se extienden a nuevos objetos y los infantes son capaces de coordinar esquemas simples como agarrar y mirar (Bee, 1985; Gross, 2005).

III. Reacciones circulares secundarias (4-10 meses): intenta que las cosas interesantes vuelvan a suceder (por ejemplo, intentará pegar al movible de la cuna para ver cómo se mueve). También comienza a coordinar información proveniente de los sentidos y desarrolla el concepto de objeto. Adquiere una comprensión superficial de que sus acciones pueden tener resultados externos. Un objeto parcialmente escondido puede ser encontrado (Bee, 1985; Gross, 2005).

IV. Coordinación de esquemas secundarios (10-12 meses): el infante combinará acciones con el objetivo de obtener algo que quiere (ej. tirar una almohada para alcanzar un juguete). Se puede observar la utilización de estrategias familiares en combinación y en situaciones novedosas. Representa objetos en su mente y comienza a demostrar conducta simbólica y memoria. Puede encontrar un objeto totalmente escondido (Bee, 1985; Gross, 2005).

V. Reacciones circulares terciarias (12-18 meses): los niños comienzan a experimentar, es decir que prueban nuevas formas de jugar o manipular objetos. Sus habilidades motoras han mejorado, lo que hace posible una mayor exploración. Utilizan diferentes esquemas para conseguir sus objetivos. Un objeto escondido en una de muchas capas puede ser encontrado (Bee, 1985; Gross, 2005).

VI. Principio del pensamiento (18-24 meses): parecen haber representaciones internas ya que el pequeño utiliza imágenes, palabras o acciones para representar objetos. Pueden pensar en el problema antes de resolverlo y los pensamientos empiezan a dominar sobre las acciones (Bee, 1985; Gross, 2005).

Muchas de las observaciones de Piaget fueron hechas antes de que contemos con métodos de investigación más modernos, cuidadosos y precisos, es por eso que investigadores posteriores a Piaget creen que el subestimaba la capacidad de los niños. El creía que los niños que están en la etapa sensoriomotora pueden reconocer objetos, gatear hacia ellos y manipularlos, pero que son incapaces de tener conceptos o ideas abstractas y de pensar sobre sus vivencias (Myers, 2006).

Sin embargo, investigaciones sugieren que los bebés de tan solo 5 meses pueden representar número per se, y que su alcance de números no se limita al dominio de objetos (Wynn, 2002). Otros estudios indican que cuando un adulto demuestra una nueva forma de ejecutar una tarea a un grupo de infantes de 14 meses, los mismos utilizarán esta nueva manera solo si consideran que es la alternativa más racional. Según los autores, esto sugiere que la imitación dirigida a una meta en bebés pre-verbales es un proceso selectivo e interpretativo y no una mera imitación (Gergely, Bekkering & Király, 2002).

Fuentes:

Bee, H. (1985), The developing child 4th edition. Harper & Row publishers:New York

Gergely, G., Bekkering, H., & Király, I. (2002), Developmental psychology: Rational imitation in preverbal infants.

Gross, R. (2005), Psychology, the science of mind and behaviour 5th edition. Hodder Arnold Publication

Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid

Wynn, K. (2002), Enumeration of collective entities by 5-month-old infants


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