Revista Espiritualidad

Del amor, la comida y Julia Child

Por Elbioplanning @bioplanning
Del amor, la comida y Julia Child

La frase de la foto es aplicable a todo en la vida, a todo.  A veces me gusta cocinar. Aprendí a hacerlo cuando iba al colegio, mis padres trabajaban y mis hermanos eran pequeños, entonces todos los días antes de salir de casa dejaba preparada la comida. Como eramos varios en casa, hacía comidas sustanciosas, consistentes y rendidoras, y ese es el tipo de comida que me sigue gustando preparar y comer. Nada de platos de autor enormes, blancos e inmaculados con un bocadito de alguna delicia  minimalista en el medio, no. O tal vez sí, pero de vez en cuando. Para mí comer es una cosa seria: guisos, estofados,  pucheros, etc. (excepto para la cena, que es donde me transformo en una persona altamente light)
Con el tiempo fui  variando los ingredientes, sofistiqué mi gusto por las especies y reduje la carne,  fui poniendo y sacando cosas, pero la base siempre es la misma.
Considero que la comida es un acto de amor. Sin ánimo de resultar cliché, de verdad lo pienso desde el fondo de mi corazón. Cuando cocinas para alguien la mayoría de las veces no suele ser por quedar bien. Todas las acciones que realizas en la preparación de un plato tienen que ver con cuidar a la otra persona, estar atento de que le guste, que lo alimente, que no se le enfríe, o incluso tener cuidado de  colocarla en un recipiente adecuado para que no se le vuelque cuando se lo lleve al trabajo. 
Lo mismo pasa cuando cocinamos para comer solos. No solamente preparar algo para compartir es por amor, lo que nos damos nosotros mismos también lo es y debe ser considerado con el mismo cuidado y atención. 
 Hace unos días estuve investigando  sobre recetas contundentes y me topé con las de Julia Child. Ella era una chef que se hizo famosa en los años 60´. Fue la primera mujer que estudió en la escuela francesa Cordón bleu, en una época que la profesión de chef estaba restringida solo a los hombres.
Julia Child además introdujo como una novedad la comida francesa en Estados Unidos como parte del habito diario de comer, lo cual era una tarea que parecía imposible debido a la larga  tradición de comida "chatarra" en ese país. Pero contra todo pronóstico ella logró tener un programa de televisión que fue un éxito total en los 70´ y  publicó varios libros famosos  con sus recetas.  El mas conocido es El arte de la cocina francesa, que aunque tardó 50 años en  traducirse al español, es un manual completo. Un libro de cocina como los que ya no hay, con todo lujo de detalles, dibujos y explicaciones sencillas.

 A todo esto, pasé de buscar recetas de cocina a la tarea de plantearme algunas ideas sobre los sueños y las cosas que se desean. Si Julia no las  tenía todas a favor para triunfar y lo hizo, entonces  todos podemos. Solo que estamos automatizados. 
Días después, estuve releyendo Regreso al amor de Mariam Williamson, quien dice:
"Nuestro miedo más profundo no es no ser capaces.
Nuestro miedo más profundo es que somos
enormemente poderosos. Es nuestra luz, no nuestra
oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser brillante,
atractivo, talentoso, fabuloso? De hecho, ¿qué no
eres para no serlo"
Esta semana Julia y Marianne me recordaron, me enseñaron y me  reglaron cosas para pensar. Conceptos que de vez en cuando siempre viene bien que se refresquen. A veces todos necesitamos un pequeño empuje o recordatorio.
Quiero transmitirte estos mensajes  porque tal vez a ti  también te sirvan para animarte a hacer aquello que que sueñas, aquello que aun permanece en tus planes porque no encuentras la manera de  darle forma, aquello que te frena por miedo al ridículo, a lo que aun no te animas.  
¿Cuales son tus proyectos, tus sueños, lo que  te haría saltar de la cama? 
¡Que tengas una semana llena de aprendizaje!  
Candela 

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