Revista Cultura y Ocio

Del año 2013, el 2014 y la ambigüedad permanente.

Por Alejandra Naughton Alejandra Naughton @alenaughton

Del año 2013, el 2014 y la ambigüedad permanente.
La palabra ambigüedad como tal, me simpatiza. Eso radica en mi admiración a las palabras que se escriben con diéresis. Es un signo exclusivo, utilizable sólo en dos sílabas de las tantas de la lengua castellana (“gue” y “gui”), que perturba cada vez que hay que tipearlo, desafiando teclados, llevando a muchos a evitar la palabra en cuestión o, lo que es peor, a escribirla ignorándolo torpemente. A mí, particularmente me dá una gran alegría cada vez que se me cruza una de esas pocas palabras que se escriben con diéresis. Siento que usándola, contribuyo a su perdurabilidad digna y elegante.
Ahora si hablamos de su significado, la sensación es otra. El diccionario de la Real Academia Española dice que la ambigüedad es una atributo de aquellas cosas o situaciones que remiten a dudas en su interpretación generando incertidumbre, también se dice de las personas que con sus palabras y comportamiento no definen claramente sus opiniones.
Es cierto que la duda e incertidumbre son condiciones indispensables para cualquier iniciativa que pretenda avanzar. Una wikiquote dá testimonio de una frase muy conocida del filósofo, matemático y científico francés René Descartes (1596-1650) “Pienso y dudo, luego existo”. Pero en lo personal dudo del estado de ambigüedad permanente. En algún punto, debo reconocer, me genera angustia.
Algunos ejemplos públicos pueden ilustrar lo que quiero decir:
·   ¿es Argentina un país capaz de generar un líder mundial de la talla de Bergoglio, el Papa Francisco, o un país que sólo anida líderes que piensan sólo en llegar al poder egocéntricos sin la menor vocación de servicio?
·   ¿es razonable que la Reserva Federal de Estados Unidos esté obsesionada en medir milimétricamente el nivel de empleo de su economía para decidir en consecuencia calibrar, también milimétricamente, la tasa de interés o mejor despreciar los precios relativos y toda unidad de medida que se nos cruce ignorando su relevancia al extremo de llegar a manipularlas?
·   ¿es Argentina un país rico que tiene un futuro próspero por la potencia de su agro, de sus reservas en shale gas y su talentoso capital humano o un país suicida que sólo sabe desperdiciar su potencial sin lograr pensar más allá de la inmediatez cotidiana?
Mis sensaciones terminando el año 2013 son de una enorme ambigüedad. Tanto el plano social, político, profesional como familiar me han generado emociones contradictorias siempre en los límites llevándome de la satisfacción a la desazón sin escalas (y viceversa!).
Tal vez la vida sea eso, una montaña rusa, pero en estas Fiestas yo, al menos, necesito bajarme un rato del carrito y, refugiada con mis seres queridos, y en nuestro lugar en medio de la naturaleza y aire puro, respirar hondo y, con absoluta certeza, agradecer porque ellos son mi ancla y constituyen toda mi existencia. Lo demás… es ambiguo.
Les deseo con todo el corazón que disfruten de estas Fiestas con paz y alegría. Mientras va llegando 2014 (cargado seguro de ambigüedades…) los invito a ver este video que, como no podía ser de otra manera, es ambiguo. ¿Pasado o Presente? ¿Dama o Vagabunda? Aunque… pensándolo bien cuando el talento se aúna, el resultado es superador de cualquier dilema. Con ustedes Lady Gaga y Tonny Bennet cantando “The lady is a tramp”( Versión larga sin subtitular y corta subtitulada).
Salud! Cheers! Sláinte!



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