Revista Cultura y Ocio

Del color de la leche. Nell Leyshon

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Del color de la leche. Nell Leyshon
     "éste es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano.
          en este año del señor de mil ochocientos treinta y uno he llegado a la edad de quince años y estoy sentada al lado de mi ventana y veo muchas cosas. veo pájaros y los pájaros llenan el cielo con sus gritos. veo los árboles y veo las hojas.
          y cada hoja tiene venas que la recorren.
          y la corteza de cada árbol tiene grietas.
          no soy muy alta y mi pelo es del color de la leche.
         me llamo mary y he aprendido a deletrear mi nombre. eme. a. erre. i griega. así es como se escribe."

     Hoy traigo un título que ha ido sonando en mi entorno de forma persistente durante los últimos meses. Como si se tratara de una gripe, poco a poco iban cayendo uno tras otro en una lectura que les dejaba afectados, quizás no en cuerpo, pero si en ese espíritu lector que tenemos quienes disfrutamos de esta práctica. Al final la gripe se convirtió en epidemia y el libro consiguió el Premio a la Mejor Novela según los libreros de Madrid. Hoy traigo a mi estantería virtual, Del color de la leche.
     Conocemos a Mary, una chica de campo, acostumbrada a la vida dura, el trabajo duro y a recibir un trato más duro aún. Mary nunca se ha movido de la granja de la familia hasta que su padre la envía a cuidar a la esposa del vicario. Allí, aprenderá a leer y escribir mientras se siente totalmente desubicada, consiguiendo que las líneas negras que veía antes en los libros cobren un significado.
     este es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano, resuena como un estribillo en la mente del lector una vez que termina de leer la historia de Mary. Porque la autora, con esa aparente sencillez en estructura y vocabulario, nos ha convencido de que estamos leyendo la historia contada directamente por su protagonista, y nos lo va recordando, reafirmándose. Una niña con el pelo del color de la leche, un problema en una pierna y una lengua incapaz de estarse quieta, que no tarda en robarnos el corazón. Así es Mary, pero es muchas más cosas. Es una niña que desconoce muchas cosas de la vida exactamente igual que desconoce el nombre de objetos que no tiene o no ha utilizado, y es, sobre todo, una niña que está acostumbrada a un mundo. Su vida no es fácil, no lo ha sido nunca, no lo era en la granja familiar dominada por un padre violento y una madre que no hacía nada por evitarlo, en la que sus hermanas y ella sólo conocían el trabajo. Allí, el abuelo será quien nos haga ver un lado quizás más privado de Mary en su relación con él, en su reencuentro.. Y, sin embargo, pese a la dureza que nos relata, Mary no puede evitar echarlo de menos cuando su vida cambia  a la vicaria. En ella se vive mejor, pero nuestra protagonista no encuentra su sitio. Será allí, en su nuevo trabajo, cuando aprenda a leer y a escribir. Pero no estamos ante una de esas historias victorianas en las que tenemos una heroína que vive y lucha saliéndose con la suya, que es lo bueno. No. Este es el libro de Mary y ella lo está escribiendo con su propia mano. Y su vida nunca ha sido fácil.
      Leyshon consigue en un puñado de páginas conmover al lector en una historia desgarradora. Ha resultado además una novela realmente sorprendente, en parte porque he tenido la suerte de llegar a ella sin conocer su desarrollo más allá de lo que os he contado, ya que en caso contrario perdería una parte importante de su fuerza narrativa. En el libro, cada personaje, cada gesto narrado con una sencillez que ralla en lo simple, queda dibujado a la perfección en nuestra mente, mientras lo vemos con los ojos de una narradora que no tiene problema en dirigirse a nosotros haciéndonos totalmente partícipes de su historia. Una narradora excepcional, honesta y sincera que, sin que nos demos cuenta, no dejará que nos movamos hasta no haber leído su testimonio al completo.
     Hay muchas cosas que no cuento y que suceden en este libro. Pero tiene que ser así.
     Del color de la leche es una novela que hay que leer y también que recomendar. Una historia que merece la pena ser descubierta y que forma un dúo perfecto con la forma en que está contada.
     Y vosotros, ¿sois de los que caéis en los libros que parecen ir de mano en mano en vuestro entorno?
     Gracias

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