Revista Psicología

Depresión y problemas sexuales

Por Mundotlp @MundoTLP
Los problemas sexuales en personas con depresión aparecen entre el 30 y el 70% de los casos y preocupan a los pacientes tal como lo demuestran los cientificos y psiquiatras. 
El tema se abordara en tres partes. La primera trata de la descripción de los problemas sexuales ligados a la depresión y sus causas, en la segunda de cuando el problema sexual esta vinculado a los distintos tratamientos y la tercera de las posibilidades de mejorar los tratamientos de la depresión
Depresión y problemas sexuales

Disfunción sexual

El sexo es un proceso complejo. Los problemas sexuales se definen como la dificultad durante cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo o resolución), que impide que el individuo o la pareja disfrute de la actividad sexual. Se pueden tener problemas en una o en varias de ellas tendiendo como consecuencia la imposibilidad o dificultad del acto sexual o la insatisfacción del mismo. Las podemos subdividir en 4 grandes bloques:  
  1. Desorden del deseo sexual. Se caracteriza por una disminución del deseo (disminución de la líbido) o por una pérdida total de  éste (pérdida de la líbido). Es decir, imposibilidad o dificultad para excitarse.
  2. Alteraciones en la excitación. El deseo y la excitación tienen un componente mental, pero es necesario que el cuerpo reaccione, que se prepare para el acto sexual, es decir, en el hombre que se produzca la erección y en la mujer la lubricación y relajación de la musculatura genital para preparar el cuerpo para la penetración. El hombre puede presentar problemas en la erección como sería imposibilidad de tener erección o que ésta no sea suficientemente buena (disfunción eréctil). La mujer puede tener problemas para relajar la zona vaginal (vaginismo) o problemas con la lubricación (sequedad vaginal).
  3. Alteraciones del orgasmo. Una persona puede excitarse, preparase para la penetración, realizar el acto y que se le retrase el orgasmo (retraso del orgasmo) o que no consiga llegar a ello (anorgasmia).
  4. Problemas por dolor sexual. Tanto el vaginismo como los problemas de lubricación se relacionan con dolor a la penetración cosa que o bien hace el acto desagradable o lo imposibilita. Existe también la posibilidad de que el orgasmo sea doloroso. El dolor durante la penetración por parte de la mujer se conoce con el nombre de dispareunia.


Depresión, antidepresivos y problemas sexuales  

Las enfermedades mentales suelen provocar con frecuencia trastornos sexuales. La depresión es una de las enfermedades que más a menudo genera estos problemas -por la misma enfermedad y por el uso de medicación- y, dada su elevada frecuencia, supone un problema de salud de gran magnitud.Los estudios presentados hasta la fecha que intentan valorar esta problemática difieren en el porcentaje de afectación. Esto en gran parte se atribuye a que muchos de los estudios, lo que reportan, son efectos secundarios referidos por el paciente y otros, en cambio, hacen referencia a los resultados obtenidos a través de registros que se realizan a todo un grupo mediante cuestionarios contestados por escrito. Estos cuestionarios evalúan la problemática sexual, en privado y por escrito, evitando así el miedo o el pudor que el paciente puede sentir al hablar de sexo con el médico.Así vemos como un estudio realizado por Segraves en el 2007 refleja una media de afectación en pacientes con depresión de un 35-50 % y en cambio otro realizado por Werneke y colaboradores un año anterior en el que se utilizaron cuestionarios mostró una afectación del 70%.
Dada la dificultad que puede existir a determinar si la problemática sexual es secundaria a la enfermedad o al tratamiento, se recomienda una valoración por parte del profesional sanitario de la función sexual siempre antes de iniciar el tratamiento. Por otro lado, si la disfunción sexual está asociada a la depresión, lo normal es que si mejora la enfermedad mejoren los problemas sexuales secundarios y, por tanto, si persiste la disminución de la líbido pese a la mejoría de la clínica depresiva, puede que ésta sea por causa del tratamiento farmacológico.En cuanto a como afectan los fármacos moduladores del estado de ánimo (antidepresivos) los más estudiados son los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina (ISRS). Werneke, en su estudio, habla de la existencia de problemas sexuales debidos a los fármacos en el 27-70% de los pacientes que los toman; Montejo-Garcia en un estudio del 1997 detecta una afectación del  14% cuando se registra por queja directa del paciente al médico y del 58% si se registra de forma sistemática en los pacientes que toman ese tipo de fármacos mediante cuestionarios.Si miramos los problemas sexuales en depresión vemos como estudios recientes hablan de:
    • Disminución de la libido en aproximadamente el 20% de los pacientes 
    • Disfunción eréctil en el 10%
    • Anorgasmia o retraso del orgasmo en el 30-40%
Por otro lado, encontramos otros efectos en cuanto a la función sexual,  menos frecuentes asociados al uso de tratamiento antidepresivo:
    • Priapismo, entendido como erección muy importante y mantenida hasta el punto que puede llegar a dañar el pene por la persistencia de la misma. La erección dificulta la irrigación de las células periféricas del pene (no dejan que la sangre circule por las arterias) y esta falta de irrigación provoca la muerte celular (necrosis peneana). Lo podemos observar de forma muy rara en pacientes que tomen trazodona, así como también en pacientes con fluoxetina, citalopram y sertralina.
    • Aumento del deseo sexual, se observa de forma rara en pacientes con clorimipramina o con Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina.
    • Orgasmo espontáneo, también en pacientes con clorimipramina o con ISRS.
    • Persistencia del arousal sexual (fase de excitación), se puede observar en el inicio o en la retirada de ISRS

Otras causas

La aparición de problemas sexuales en un paciente con depresión puede ser que no sean causados ni por la depresión ni por el tratamiento sino que su causa sea por otro motivo y que coincidan en el tiempo (comorbilidad). Existen otras afectaciones sexuales que no son por la depresión ni por los antidepresivos. Estas afectaciones también hay que tenerlas en cuanta porque no son infrecuentes.Como comentábamos antes, cuando se diagnostica una depresión, no solo sería conveniente valorar la presencia de problemas sexuales antes de iniciar el tratamiento, sino que se debería intentar aclarar en caso de detectarlo si ese problema es atribuible a la depresión en sí misma o a la presencia en el tiempo de otro trastorno o otro fármaco que estuviera provocando ese problema sexual. Hay que valorarlas en cuenta a la hora de estudiar los problemas presentados.
  • En pacientes con diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad. Hay que tener en cuenta la importante asociación de este trastorno con antecedentes de abusos sexuales en la infancia; hecho muy relacionado con problemas de relación, con problemas sexuales, destacando el vaginismo en las mujeres.
  • En pacientes con fobia social. Muchas veces no han tenido relaciones sexuales previas por lo que se puede acompañar de un aumento de la ansiedad por falta de experiencia, así como presentan problemas de relación y dificultad en el manejo de estas relaciones.
  • En pacientes que consumen alcohol. El consumo de alcohol es muy común. El consumo de alcohol puede provocar problemas de la libido y de la erección.
  • En pacientes con uso comórbido de otros tóxicos. Se relaciona con disminución de la libido por el tóxico.
  • Existencia de problemas hormonales: problema con los estrógenos, en las mujeres, con la testosterona y con la prolactina en hombres y mujeres. Esto se relaciona de forma directa con disminución de la líbido.
  • Problemas secundarios a la menopausia. Destaca la presencia de dispareunia por falta de lubricación.
  • Existencia de otras enfermedades médicas como diabetes mellitus y trastornos por degeneración neurológica, relacionados con anorgasmia, disfunción eréctil y problemas de eyaculación.
  • Desfiguraciones por accidente (incluidas quemaduras) o por intervención quirúrgica (como mastectomía). Presentan problemas por la autoimagen, con baja autoestima y problemas sexuales secundarios.
  • Por problemas de próstata. Se ha encontrando una afectación de un 13% en pacientes con Hiperplasia Benigna de Próstata (tumor no maligno en la próstata) y de un 58% en pacientes en los que mediante intervención quirúrgica se les ha realizado una prostectomía total (se les ha extraído la próstata).
  • Uso a la vez de otros fármacos que pueden dar también problemas sexuales como son:
      • Antipsicóticos.
      • Antihipertensivos (beta-bloqueantes como el Sumial®, Inhibidores de la enzima convertidores de la angiotensina (IECAs), bloqueadores de los canales de calcio).
      • Antiepilépticos; incluidos los utilizados como estabilizadores del ánimo o para la impulsividad (valproato, carbamazepina, oxcarbamazepina, lamotrigina, topiramato, …).
      • Medicamentos específicos para problemas de próstata.
      • Benzodiacepinas.
      • Drogas ilegales.
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