El periódico deportivo “As” está siendo acosado por publicar en cada contraportada desde hace medio siglo la fotografía de alguna chica con poca ropa y exuberante cuerpo atlético.
La Secretaría de la Mujer de CC.OO, he denunciado que el diario del grupo progresista El País utiliza “la mujer fundamentalmente como reclamo, con fotos que poco o nada tienen que ver con la actividad deportiva que realizan”.
El sindicato cita la ley 7/2010, para “erradicar conductas que favorecen la desigualdad de las mujeres”, “la prohibición de toda publicidad que utilice la imagen de la mujer con carácter vejatorio y discriminatorio”, y la 34/88, que declara ilícita la publicidad que presenta a la mujer de forma ofensiva.
Pero ni veja, discrimina ni ofende: ensalza la belleza aunque casposamente, como una Venus de Milo en bikini.
El periódico responde que su “Chica del AS” es una tradición nacida para ayudar a “perder la inflexibilidad en el vestuario femenino”, como expresión del culto al deporte, y “una liberación del cuerpo que se expresa en él sin ataduras”.
Realmente todo comenzó con la pícara intención de sortear la censura franquista –en el extranjero ya estaban Playboy y Penthouse--, y liberar/elevar la libido de los aficionados solitarios.
Ahora quieren robarles el derecho que ni Franco asaltó sobre esa específica libertad de prensa que permite ver chicas sexis tras cincuenta atletas en calzoncillos, pues así vsn los deportistas del periódico, disponibles para ellas y para los homosexuales.
Después, pensar groserías o tener mal gusto en la intimidad con un periódico, que además debe comprarse, es un Derecho Humano fundamental.
Derecho que sólo atenta contra la dignidad del propio lascivo, no a la de los censores, reprimidos sacerdotes laicos, del género nazifeminista, como ya no quedan entre curas o monjas, los antiguos vigilantes de la castidad.
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