Revista Economía

Desarrollo y universidad pública

Publicado el 19 julio 2013 por Eloy
La comunidad universitaria ha vivido los últimos días un éxtasis debido a que en el Congreso de la República se puso en debate el proyecto de la nueva ley universitaria. Por un lado, una oposición encabezada por los Rectores de las universidades, fundamentalmente públicas, que se oponían a dicho proyecto por considerarlo atentatorio a la "autonomía universitaria". Por otro lado, un sector minoritario de estudiantes que considera que dicha ley vulnera sus derechos. Además, un grupo de docentes y estudiantes se han pronunciado a favor, si bien no del proyecto mismo, pero si de una reforma universitaria que acabe ya con el obsolteto modelo universitario vigente.
Ha quedado evidenciado para la sociedad, que la oposición de la Asamblea Nacional de Rectores, constituye una defensa del "statu-quo" de intereses particulares que existen al interior de cada universidad pública. Apelan a la defensa de una mal utilizada autonomía universitaria, que no ha sido más que el espacio formal para hacer y deshacer la comunidad universitaria, inclusive atentando contra su naturaleza misma de generación y transmisión de conocimientos, como por ejemplo la creación sin discreción de maestrías, diplomados, desvalorizando los grados otorgados. Así, la principal universidad pública del país, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, está enrumbada en un camino de la desinstitucionalización, de la anarquía y de la pobreza académica durante los últimos siete años. Por ejemplo, muchas de sus facultades, como la de Ciencias Sociales, la de Economía, vienen siendo conducidas por autoridades nombradas a discreción según los gustos del Rector, desconociendo la normatividad vigente, simplemente con el fin de administrar ésta en armonía con los intereses particulares, donde el presupuesto económico de la universidad es visto como si fuese un botín a repartir.
Una condición necesaria de la situación actual es la existencia de mafias organizadas, de estudiantes y profesores, que encubiertos en una legalidad precaria, han convertido las reglas institucionales, como los procesos de elección de autoridades, en una firme práctica del peor criollismo que pueda existir en el país, donde la cabeza ha sido puesta al servicio de botín, desconectando la universidad de la sociedad. Paradójicamente, estas mafias se consolidan y obtienen poder a partir de la intervención universitaria dictaminada durante el régimen dictatorial de Fujimori. Así, a nivel de toda la universidad pública, si hubo algo que "organizó" esa intervención, fue una lógica de prebendas y de mafias. Por eso, como bien lo ha sostenido el Prof. Sinesio López, en las universidades públicas existe democracia, pero "democracia de las mafias", pues ellos se postulan, ellos se eligen y ellos mismos administrran la justicia electoral.(i) La apelación y reclamos a estas irregularidades por los mecanismo internos son estériles, pues estas mafias controlan la universidad casi en su totalidad. (Ver video de la escandalosa elección del actual Rector de la principal universidad pública).
En parte, esta situación ha conllevado a que la universidad pública esté desconectada de los factores del desarrollo económico, pero también está, el abandono que ha sufrido por parte de las políticas de Estado de los diferentes gobiernos democráticos que ha regido desde la vigencia de la actual ley universitaria. En ese sentido, una nueva ley universitaria no es condición suficiente para cambiar la situación, se requiere estrictamente políticas que combatan la ilegalidad, la desinstitucionalización al interior de ellas, como la creación de una superintendencia o una fiscalía de oficio que trate problemas exclusivamente de la universidad, asimismo también su contraparte en el poder judicial. Esto por supuesto, en tanto y en cuanto, la universidad pública sea considerada como un factor clave del desarrollo económico de la sociedad.
Sin embargo, dado que el origen y desarrollo de la universidad pública, herencia de la colonialidad, nunca estuvo vinculada al desarrollo, ésta requiere de una profunda reforma que limite la ejecución de los intereses particulares de ciertos grupos que se resisten al cambio. Peor aún, con un gobierno de turno que durante la campaña electoral predicó A y en el ejercicio hace B, el futuro de la universidad pública es sombrío y poco prometedor; por ende podría seguir desenchufada del proceso de desarrollo económico y sometida a una situación no de autonomía sino de autismo ante la sociedad.(ii)
Si verdaderamente hubiese una política de educación universitaria, la autonomía administrativa no debería existir. Se deberían cerrar las universidades públicas de reciente creación y transferirlas a las universidades públicas más antiguas y que han alcanzado cierta consolidación, siempre que la situación lo justifique. No es posible la creación de universidades públicas en distritos cuya población tiene a su propio alcance universidades ya existentes. A este paso, cada barrio tendrá su propia universidad. Asimismo, deben de ser reguladas, ser fiscalizadas (con un alcance penal) y debeb de ser consideradas como punto importante de la agenda nacional. Además, deben de incrementarse los estándares de calidad y exigencia para su cuerpo docente, sus facultades y escuelas, con periodos determinados, como condición para su funcionamiento permanente futuro. Los profesores más antiguos, mayor a 72 años, sin producción académica relevante deben ser pasados a la jubilación. Debe crearse un régimen laboral especial para el cuerpo docente, donde se sopese el costo de oportunidad de dedicarse a la investigación y enseñanza. No puede ser, que en la actualidad, el costo de oportunidad del docente universitario que está a puertas de la jubilación su costo de oportunidad sea elevado; pues bajo estas condiciones la facultad se envejece, se deprecia y el conocimiento escaso que existe se desvaloriza aún más.(iii) Sin reformas profundas, no es más que la extensión de la agonía, lo que por supuesto sería concomitante con el modelo de desarrollo económico existente, el cual no requiere de una universdad pública que mire y sirva verdaderamente al país.
 --------------------(i) Ver http://www.larepublica.pe/columnistas/el-zorro-de-abajo/la-democracia-de-las-mafias-29-05-2013.
(ii) Lo cual no implica que esa sea la situación futura para los propietarios de algunas universidades privadas creadas a partir de la ley de promoción de la inversión privada en la educación dada durante el fujimorato.
(iii) Caso curioso fue el trato que se dió a los problemas de la educación básica sin mencionar la responsabilidad que han tenido las facultades de educación de las universidades públicas en la formación de los profesores de primaria y secundaria. en ese sentido, la crisis de la educación básica es reflejo de la crisis de las facultades de Educación de la universidades públicas y privadas.

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