Desayuno, almuerzo y abrazos

No sabía sobre qué escribir, pero me apetecía compartir un post con vosotros. Se ve que esto de estar trabajando todos los días con blogs me está removiendo el gusanillo.

Cómo no tenía ningún tema que me inspirará he decidido sumergirme en una página fabulosa que recopila vídeos de YouTube, sobre cosas que inspiran, cosas que intrigan y cosas que deberían ser vistas, para encontrar alguna persona especial.

¡Y la he encontrado!

El vídeo que quiero compartir hoy es la historia de Tim Harris, el dueño del restaurante: Tim’s Place, o lo que es lo mismo, ‘El local de Tim’.

Está situado en Albuquerque (Nuevo México) y está abierto 7 días a la semana.

Os dejo el enlace a su página web para que podáis conocer más sobre este lugar tan especial.

Dadle al play, y ahora lo comentamos.

¡Guau! Me ha encantado Tim, en primer lugar el hecho de que haya podido conseguir su sueño de ser dueño de su propio restaurante. “No dejé que mi discapacidad acabara con mis sueños”. Muchas veces creemos que no seremos capaces de conseguir nuestros sueños, sin siquiera haberlo intentado… Tendremos que poner los medios para alcanzar la meta si de verdad queremos conseguirlo, ¿no?

Pero lo que más me ha gustado, su modo de atención al cliente. “Los abrazos son mucho más potentes que la comida”, dice Tim. Y ¡qué verdad tan grande!

¿Cuántas veces habéis entrado en un restaurante en el que el dueño aparece en la puerta estrechando la mano a los clientes que llegan y preguntando cómo les ha ido el día? Yo desde luego que en ninguno, más allá de algún local de familiares o amigos. Pero, de alguien desconocido, nunca.

¿Y qué me decís de los abrazos? ¡Me ha encantado el contador de abrazos! ¡Es genial!

“Las personas con discapacidad pueden ser cualquier cosa que se propongan. Son especiales. Somos… regalos para el mundo”. Y esto es así, las personas con discapacidad no son incapaces de hacer las cosas, sino que tienen capacidades diferentes a las del resto.

Admiro a las personas que poseen un cromosoma de más, en la pareja 21, sí, las personas con Síndrome de Down. Por su ternura, su amor, su cariño, su inocencia… ¡Son tan amorosos! Dan tanto cariño a los de su alrededor… Que, deberíamos aprender de ellos.

Ojala, muy pronto, el mundo llene de locales de Tim. En los que se reparta cariño, respeto, amor, preocupación e interés por los que nos rodean. Por que la comida sea lo menos importante, y las personas sean la prioridad.