Revista Psicología

Desde el otro lado

Por Doctor Juan Carlos Trallero
Imagen promocional del documental titulado "El médico enfermo" (José Manuel Solla)

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Archivo Imagen promocional del documental titulado "El médico enfermo" (José Manuel Solla) 1  

Dice el diccionario de la R.A.E. que la empatía es la "identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro". Dicho de otro modo, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de comprender cómo se siente y cómo vive un problema desde su propio punto de vista. La empatía permite esa conexión mágica que inspira confianza al sentir que el otro, familiar, amigo o profesional, me comprende y se interesa por ayudarme.
Es un elemento que solemos tener integrado de forma natural en nuestras relaciones más personales y cercanas. Pero también interviene en las otras relaciones que entablamos a nivel laboral, social o con profesionales, y en concreto en nuestra relación con profesionales sanitarios va a ser determinante para que nuestras expectativas se vean satisfechas.
Dice un proverbio indio que "si quieres conocer a un hombre, camina con sus mocasines".  Cuando un médico quiere ayudar con efectividad a un paciente, la empatía debe presidir la relación. No bastan los conocimientos o la técnica, hay que conectar con la realidad del otro, y cuando hablamos de enfermedad, de sufrimiento, o en el caso de Cuidados Paliativos de posibilidad de muerte cercana, ese proceso de calzarse los mocasines ajenos resulta duro y dificultoso.
El doctor como paciente
Algunos médicos se despiertan súbitamente un día con los mocasines puestos, y comprueban de forma dramática qué se siente al otro lado. Es lo que experimenta el personaje que interpreta William Hurt en la magnífica El Doctor (Randa Haines, 1991), o lo que expresó la Dra. Africa Sendino en su escrito póstumo 'El doctor como paciente'. En él destaca cómo se dio cuenta de la importancia que adquiere el trato humano y acogedor, de la confianza, del valor de la compasión, del acompañamiento, y de aprender a comunicarse bien con los pacientes.
Recientemente se ha estrenado un documental titulado 'El médico enfermo' (de José Manuel Solla) que ilustra precisamente esta visión y las consecuencias que tiene para el médico. Siempre sorprende comprobar cómo, al experimentar desde el otro lado, el ahora paciente ve iluminarse el modelo de relación de forma que el sentimiento y la humanización ganan terreno descaradamente a la fría ciencia.
Pienso que sería ideal que los profesionales sanitarios tomáramos plena conciencia de lo importante que es entablar sin temor esa conexión empática con el paciente, que facilitará enormemente nuestro objetivo de curar (cuando sea posible) y de aliviar y consolar (siempre).
Y pienso que sería ideal que los pacientes comprendieran que cuando prefieren profesionales bien preparados y que sean capaces de acercarse a su humanidad y sufrimiento, y no parapetarse tras el escudo de la tecnología, están pidiendo algo que comporta un gran esfuerzo (en forma de aprendizaje, y de coste personal, que se asume por vocación, pero que existe).
Ya sabemos que los ideales nunca se cumplen al 100%, pero son la luz hacia la que navegamos. Y creo que los Cuidados Paliativos, con su visión integradora del triángulo equipo profesional-paciente-familia, han dado un gran impulso para avanzar hacia ese ideal.


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