Desde España. José Antonio Medina: Rajoy: El 15M. El 20D y los tertulianos en Moncloa.

La entrada oficial en la Moncloa de Pablo Iglesias, Albert Rivera y Andrés Herzog (los tertulianos), ha servido como carta de presentación a la madurez política española. La visita de Garzón ha sido considerada como la del candidato habitual. Estos líderes le han servido a Rajoy como armas auxiliares e impostergables, una especie de socorro político.
El presidente más escondido de la democracia española ha habilitado a la oposición y, es de reconocer, que también se ha apuntado unos tantos: es capaz de llegar a acuerdos con “la nueva derecha”, con la socialdemocracia, de hablar con la “extrema izquierda” y, todo en nombre de España. El punto oscuro del presidente ha sido el que Pedro Sánchez tuvo que invitarse a sí mismo para que se abriera el camino que de las visitas.
Rajoy está convencido de ganarle a todos en cualquier terreno, a Artur Más con la fuerza de la ley y el apoyo de los partidos constitucionalistas y, a Podemos, Ciudadanos, UPyD y a la nueva, ya no se sabe cómo se llama (Ahora en Común o Unidad Popular), Izquierda Unida (IU), a través de la polarización del voto. No está desencaminado.
Sin embargo las nuevas fuerzas se han cuidado de no aparecer en Moncloa como representantes obedientes, dejando abiertas las puertas de la irreconciliación política para las elecciones generales.
En plena efervescencia política, para muchos, las reuniones convocadas por Rajoy obedecen a la urgencia de captar los votos idos a Ciudadanos, los de sus partidarios avergonzados, parte de los 12.2 millones de indecisos, su afán de cambiar su imagen de indolencia y apatía comunicacional y el saber reaccionar ante situaciones extremas.
La indiferencia liberal sobre el movimiento 15M de 2011 creó la posibilidad de un cambio social a través de la radicalización ideológica y de tumbar a los partidos políticos en el poder. Los dos partidos del establishment – PP y Psoe – se encontraron en la tesitura de reaccionar porque no solo sus intereses políticos y económicos españoles estaban en juego, al establishment hay que considerarlo como se considera al gran capital: mundial.
En esa reacción, el PP se posicionó en el centro derecha, el Psoe en un centro izquierda, Podemos en una izquierda académica, Ciudadanos en una especie de híbrido de derecha honesta e Izquierda Unida quedó desfasada y sin líder.
Desde ese 15M hemos asistido a una pérdida del protagonismo bipartidista que en 2007 representó, en las municipales, el 70% del total de votos emitidos, en 2011 el 63% y en 2015 el 51% -; al ascenso y pérdida de credibilidad de Podemos en la misma medida que su discurso se desrradicalizaba y Syriza claudicaba, al crecimiento de Ciudadanos y a las caídas de IU y UPyD.
Otro resultado del 15M fue el cambio social, a través del quebranto de la simpatía, hacia todos los partidos políticos; hoy todo continúa por el estilo. Varios datos son importantes destacar en este sentido: los indecisos en las municipales de 2011 fueron 11.7mm y en 2015 llegaron a los 12.2mm; junto a estos números está la caída del voto en los dos grandes partidos más IU: entre 2011 y 2015 el PP perdió 2.4mm, el Psoe 672 mil e IU 437 mil.
En este escenario “W”, millones se preguntan por quién votar el 20D, todos los candidatos son distintos: Pablo Iglesias es visceral y nadie pone en duda que sea la persona que más haya influido en la transformación política actual. Garzón es la honestidad y el técnico sin arrastre y sin tiempo para demostrar que estamos equivocados. Rivera es el Mini Yo de la derecha con un toque de arrogancia y sobrades, Rajoy es lo viejo y la mentira y Sánchez una especie de ejecutivo transnacional; los demás no cuentan.
En todo caso, lo que subyace en el fondo de cada español, es la ausencia de credibilidad; el CIS* ha confirmado que el 56.4% no espera que la situación económica mejore en 2016 y que tanto la gestión del gobierno como la del Psoe continúan altamente cuestionadas. Así, en los indecisos, los avergonzados del PP y los huidos de IU y Psoe, se encuentra la respuesta para sentarse en Moncloa a dar órdenes.
Con todo un escenario en contra, Rajoy ha sido capaz de crear 1.325 puestos de trabajo al día desde hace 12 meses y los parados son 4.850.800 (21.18%), bueno pero no para celebrarlo, con anterioridad se encuentran mejores datos, un ejemplo son los del final de 2008 con 3.2mm de parados.
A esas cifras la EPA** del tercer trimestre de 2015 recordó que los contratos indefinidos cayeron en 18.900 en ese trimestre, que los temporales aumentaron en 205.500 y que en variación anual, el empleo indefinido se incrementó en 178.100 personas y el temporal en 357.700. Además el Servicio Público de empleo Estatal cifró en 1.268.440 el total de contratos indefinidos a octubre de 2015 y de 14.108.082 el de los temporales, desmontando el triunfalismo de que en España hay más indefinidos que temporales.
Con este panorama las encuestas se están transformando en los mejores aliados para Rajoy, Sánchez y Rivera; mientras que Iglesias y Garzón confían en sus méritos y en los votos de los desfavorecidos.
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*Centro de Investigaciones Sociológicas. España. 3114.
**Encuesta de Población Activa. España.

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