Desde Noruega: quién no desea la paz?

El esfuerzo internacional y reconocimiento que tiene Noruega como nación pacificadora es bien conocido y se alarga más de 100 años en el tiempo. Y desde luego esta acción es loable y deseable. Muestra un grado de civilización que en realidad resalta el de toda una región del mundo: los países nórdicos.

Actualmente se debate en Noruega sobre la composición del Comité que decide quién será galardonado con el Nobel de la paz. Se argumenta que las personas que lo componen tienen un fuerte componente político y que por ello la elección de los ganadores refleja también una determinada ideología política. Se propone por ello que se incluyan otro tipo de personalidades con diferentes trayectorias e incluso provenientes del extranjero. A fin de cuentas son 5 las personas sobre las que descansa la responsabilidad de decidir algo tan ambiguo y extenso como lo es "la paz".

Y es que la decisión de otorgar el premio a Barack Obama tan solo 9 meses después de entrar como presidente de los USA hizo mucho daño a la credibilidad de la Institución del Nobel de la Paz. Cuando al año siguiente fue el disidente chino Liu Xiaobo el galardonado entonces saltaron las chispas en China, que se oponía fuertemente a tamaña decisión, y presionó enormemente a Noruega para que no lo hiciera. A pesar de que las relaciones comerciales continúan siendo fructíferas entre ambos países lo cierto es que existe mucho malestar en el gobierno chino, que congeló el prometido acuerdo de comercio bilateral y que según las autoridades y los medios de comunicación noruegos sigue parado a día de hoy. Son muchas las voces en Noruega que esperan mejorar las relaciones con el gigante asiático.

Asimismo es interesante recordar que Noruega es un gran productor y exportador de armamento militar. Siendo como es un país pequeño las cifras que se derivan de su comercio son poco importantes, pero es interesante recordar que medidas las exportaciones de armas en relación al número de habitantes del país Noruega es el tercer mayor exportador mundial, y de hecho se encuentra entre los 20 mayores productores mundiales de armas, según el SIPRI.

Por lo tanto en un mundo ideal esto también sería un dilema -fabricar y vender armas a gran escala y repartir premios por la paz al mismo tiempo, pero la realidad es que los Estados juegan con varias caretas y también tienen que defender sus intereses.

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