Desgarrándome la piel

Seguramente dicen tus viejos que perforarse el cuerpo y ponerse tatuajes es otra locura de los jóvenes de ahora. FALSO. El hombre primitivo lo hacía. Tenía todo un significado religioso y ritual. Los aros y las pinturas en el cuerpo le daban a la persona importancia social. No se lo podía hacer cualquiera. Sólo los que ocupaban un lugar destacado en la comunidad.

( Otro tema que te puede interesar es ¿Virgen después del tampón? )  Inclusive hoy en día existen tribus repartidas en los cinco continentes que mantienen esa práctica, como una tradición que los identifica.Ese arete que ves en el ombligo, en la lengua, o en la nariz de otros chicos y chicas tal vez no tenga nada de religioso o tradicional. Más bien representa un deseo de romper con lo que generaciones pasadas consideraban aceptable y estético. A veces encontramos seguidores y estudiosos del tema que ven una relación entre las perforaciones nuevas y las antiguas y le llaman 'neo-primitivismo'. Sin importar la razón, detrás de todo esto hay un deseo de 'modificar el cuerpo', y al mismo tiempo ponerlo a prueba. Experimentar con él. Arriesgarse. Las perforaciones se pusieron de moda alrededor de los años '60 como algo excéntrico, en grupos pequeños ligados a la música y el arte, hasta llegar a popularizarse entre personas de todas las edades, profesiones y razas.Estados Unidos es el país en el que esta práctica es más visible. Aquí el crecimiento de la demanda entre los jóvenes y la apertura de negocios de perforaciones y tatuajes, hicieron necesario que se dictaran leyes. El estado de la Florida tiene una ley que establece los 17 años como la edad mínima para perforaciones generales y los 18 años para perforaciones en órganos genitales. De otra manera, el joven debe contar con la autorización de sus padres. "La ley se dictó para evitar que sigan proliferando locales caseros, como garajes, donde se hacen perforaciones sin condiciones mínimas de higiene. A esa gente no le interesa el bienestar del cliente. Sólo hacer dinero", dice Ariel Alnibar, 44 años, propietario de un local reconocido en Fort Lauderdale que siguio muy de cerca la elaboración de la ley.Aunque suene paradójico, Alnibar impulsó el dictado de una norma que le imponga requisitos de higiene a su negocio, porque según él, le preocupa ofrecerle al cliente las mejores condiciones para hacerse las perforaciones. "Muchas personas sólo piensan en lucir los aros y no tienen ningún cuidado con su piel. Entonces terminan en el hospital con alguna infección y desprestigian nuestro arte", se queja Ariel. La ley de la Florida también fija requisitos básicos para las personas que hacen las perforaciones y tatuajes y sus lugares de trabajo.· Autoclave, o equipo de esterilización de los instrumentos (agujas, tijeras, aretes e hilos. La pistola no se recomienda para realizar perforaciones porque es poco precisa y puede causar infecciones).
· Uso de guantes de látex (desechables).
· Higiene general del lugar.
· Licencia del Departamento de Salud Pública.
 ( Otro tema que te puede interesar es Definición : La Acupuntura )  La perforación más popular, según Ariel, es la del ombligo. Y también la más propensa a provocar infecciones: "Cuando la persona se baña, los restos de jabón y champú se acumulan en ese hueco. A eso hay que sumarle que la muchacha no hace más que tocarse el aro; el novio le da besos; el perrito se lo lame. Ellas creen que es un orificio simple, que no pasa nada y así se infectan", dice Ariel.Ariel tiene un hijo de trece años, Enzo, que hace poco le pidió que le pusiera un aro en la lengua. Al principio, Ariel se negó porque era muy joven, pero terminó aceptando porque "Enzo es un chico muy inteligente y saca muy buenas notas en el colegio", comenta Ariel. Quizás pensando en la seguridad de Enzo, Ariel tiene la idea de visitar las escuelas, empezando por la de su hijo, y explicarles a los jóvenes cómo trabaja un profesional de las perforaciones, para que desistan de hacerlo ellos mismos y se pongan en buenas manos. También, le preocupa que los adolescentes aprendan a cuidarse los orificios, en el largo plazo.