Desorden

El desorden se esparcía sobre la cama, 
se hacía difícil hacer un inventario entre tanta cosa 
que te mira como diciendo "No me tires".
Recuerdos incluidos... Una vez más el "apego".
Mis ángeles terminaron en el fondo de un cajón 
y se olvidaron de volar...
Ahora son tan terrenales y obsoletos como yo. 
No sé que pasara allá afuera... 
Adentro la lluvia pega.
Me di cuenta que necesito 
habitar y vivir en espacios que me merezcan.
La fotografía me merece,
las letras me merecen...
A cambio de dedicarles tiempo
me devuelven tanta belleza.
Madurar es aceptar nuestra vulnerabilidad,
siempre hay un antes y un después,
una posibilidad de ser o no ser.
Tenemos tantas aspiraciones y una sola realidad,
que a veces nos abraza, otras nos ignora y otras nos daña.
Lo importante es que ese desorden primero,
se transforme en el "arte" del después.
Un espacio donde encontrarnos
con todas nuestras inconsistencias
y con todas nuestras pasiones,
ordenas de manera tal;
que el orden de los factores no altere el producto. 
© by Eleo 
20/06/2014
Ilustración: Laliblues