Detectar a los niños que tienen una baja capacidad cognitiva

La capacidad cognitiva o cognición es la facultad de procesar la información recibida, el conocimiento que se adquiere, sea en el aprendizaje o por la experiencia, y las características subjetivas que permiten valorar la información, es decir, comprende procesos como la atención, el aprendizaje, el razonamiento, la memoria, el procesamiento del lenguaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones.

Hablando de los niños que tienen una baja capacidad cognitiva, son aquellos que tienen problemas para aprender en el colegio, les cuesta asimilar las ideas, desarrollar ejercicios de lógica, resumir ideas, etc. Una evaluación psicológica suele mostrar un cociente intelectual por debajo de la media (100), entorno al 70.
A la hora de detectar a un niño con baja capacidad cognitiva, son los padres y los profesores los primeros que se pueden dar cuenta de las dificultades que tiene un niño, aunque quizá tengan su raíz en otro origen, como por ejemplo un déficit de atención, carencia emocional, etc., una evaluación psicopedagógica ayuda a analizar los distintos factores que pueden provocar que el niño tenga un bajo rendimiento a causa de una baja capacidad intelectual. Hay que decir que aunque un niño tenga una menor capacidad cognitiva, no quiere decir que tenga reducidas otras capacidades que también deben ser exploradas por los especialistas.

Las vías de ayuda se encuentran en el colegio y la familia, los profesores denominados de apoyo, ayudan de forma individualizada o en grupo a reforzar las asignaturas que resultan más complicadas para estos niños, generalmente lenguaje y matemáticas. Por otro lado, los padres en el hogar pueden ayudar a los niños a realizar sus deberes y coordinarse con los profesores para incidir sobre todo en aquellos aspectos más deficitarios que suelen identificar los profesores. Los juegos como la identificación de errores, los crucigramas o las sopas de letras entre otros, ayudan en el desarrollo de las aptitudes deficitarias, como por ejemplo la memoria, el cálculo mental, la atención, etc., en este sentido, una herramienta interesante que gusta a los niños y que puede ayudar es internet. Las nuevas tecnologías hacen más atractivos estos juegos y es más fácil que los niños se sientan motivados.

Algunas tareas escolares no pueden ser afrontadas por los niños, en este caso hay que buscar el modo de simplificarlas y desarrollar los medios que permitan que los niños comprendan la lógica de estas tareas. Se puede citar como ejemplo este post en el que tratábamos el aprendizaje de las matemáticas utilizando piezas de Lego, gracias a este juego, se pueden reforzar los conceptos matemáticos de una manera amena y divertida, mucho mejor que utilizando los métodos tradicionales. En el caso del lenguaje, se recomienda realizar una lectura simple mediante el fraccionamiento de párrafos a fin de mejorar el nivel de comprensión, se podría decir que un resumen de un texto ayudaría a comprender mejor a estos niños.

Los colegios y especialmente los profesores tienen una tarea importante para ayudar a estos niños, modificar la forma en la que dan la clase para que resulte más lúdica y amena, de este modo se logra que los niños se interesen por las asignaturas. Hay que marcar objetivos mínimos que permitan seguir avanzando en el aprendizaje al ritmo de estos niños. Por otro lado, y según leemos aquí, los padres deben comprender la situación y brindar todo el apoyo posible a los niños, también deben procurar realizar un seguimiento manteniendo un contacto regular con los profesores e informándose sobre las limitaciones de los hijos y cómo pueden ayudarles en el marco de un plan de trabajo. Con estas pautas se consigue que los niños no se sientan frustrados y evolucionen y avancen en su formación siendo felices.

Foto | Ecosistema Urbano

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