Revista Viajes

Día 1: Barcelona - Dubrovnik

Por Glo @GloRibas

Día 1: Barcelona - Dubrovnik

Dubrovnik - Glo Ribas - Croacia 2016


Miércoles, 13 de julio 2016
El primer día de un viaje es emocionante porque nunca sabes lo que te vas a encontrar, como será el viaje y si todo va a ir sobre ruedas.
Tras una noche de dormir muy poco, no por nervios sino por problemas técnicos con la actualización del GPS, a las 5 a.m. pusimos rumbo al aeropuerto algo preocupados porque volábamos con Vueling, y aunque estaba todo el tema de los retrasos solucionado siempre nos quedaba la duda si algo podría fallar... Todo fue a la perfección pero no fue hasta llegar a Dubrovnik  que se torció un poco el inicio del viaje... 
¿Queréis saber por qué? Seguir leyendo porque seguro que vais alucinar.
Como he dicho el vuelo fue a la perfección y llegamos on time a Dubrovnik. Tras mirar en casa, y preguntarle a la propietaria de la sobe, la mejor manera de llegar al alojamiento, que se encontraba lejos del casco histórico, nos decantamos por coger un taxi.
La parada de taxis del aeropuerto es un caos. No hay ningún tipo de orden y no sabes si estás pasando por delante de alguien que también está esperando un coche. Finalmente una taxista nos cogió y le dejamos la dirección a la que teníamos que ir. La chica dudó bastante e incluso realizó diferentes llamadas de teléfono mientras estaba al volante, a una velocidad algo elevada. Tras una media hora de coche, y pagar unas 320Kn, llegamos al alojamiento.
Entramos al patio de la casa y nos encontramos a una señora mayor sentada en una silla que no hablaba nada de inglés. De repente, aparece otra señora que nos dice que nos esperemos un momento que en unos segundos vendría a hablar con nosotros. Al cabo de unos minutos vino en busca nuestra esa mujer, llevaba consigo las llaves de un coche en la mano y nos dice que le sabía muy mal pero que una reserva que tenía previsto quedarse una sola noche también se quedaba la siguiente noche, y estaban alojados en la habitación que nosotros habíamos reservado. En seguida nos dijo que no pasaba nada, que no nos preocupáramos, porque nos llevaba a casa de su madre que también era una sobe y que estaríamos más cerca del centro.
No se cómo, estábamos sentados en el coche circulando a toda velocidad, sin aire acondicionado, hacia la casa de la madre de esa mujer. Creo que entre el haber dormido poco y el acento croata tan marcado en su inglés, no reaccionamos en el momento y le dijimos que nos parecía bien, también creo que pensamos que todo estaría perfecto pero... no fue así.
Al llegar a casa de su madre apareció, en la puerta del parking, una señora de mínimo 90 años, que era clavada a la bruja de la película de Disney Brave. Si a la hija nos costaba entenderla no queráis imaginar el galimatías que era entendernos con esa mujer. La hija se despide de nosotros pidiéndonos disculpas y agradeciendo que nos quedáramos en la otra casa... ¿qué otra opción teníamos sino?La señora mayor nos conduce a la zona de la casa dedicada a los huéspedes. Sólo cruzar la puerta pensé que algo no iba bien... moqueta sucia, unas zapatillas rellenas con papel de periódico en las puertas de las habitaciones... y llegamos a nuestra habitación. Al abrir la puerta se nos cayó el alma al suelo... Habían más pongos y tapetes que en un bazar chino, por no hablar del dedo (literal) de polvo que había en cada una de las cosas que había en la habitación, que no eran pocas. Por no hablar del baño que estaba fuera de la habitación y que hacía bastante tiempo que no le pasaban una vayeta... simplemente va una inspección de sanidad y le chapan el chiringuito. Al irse la mujer nos dió por reír, porque si llorábamos no íbamos a solucionar nada y total... era una noche... la pasaríamos como pudiéramos.
Os dejo los datos de la primera sobe que reservamos y la de esta última por si acaso vais a Dubrovnik... ni se os ocurra poner los pies allí... (en otras criticas leímos otros viajeros que contaban que también los habían llevado a otra casa, pero pensamos en su momento que no tendríamos tan mala suerte para que nos pasara a nosotros... pero no...)
  • Violet, Iva Vojnovica 25, Dubrovnik, Croacia
  • Ruzica Brnada, Sreseska 7, Dubrovnik, Croacia

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Para que podáis imaginar a la propietaria

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Nuestra habitación...

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Todas las toallas y sabanas estaban llenas de polvo y no se podían usar

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Un tapete sobre un taburete?

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Más tapetes

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Más tapetes...

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Baño parte 1

Día 1: Barcelona - Dubrovnik

Baño parte 2

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La nota que nos encontramos en el baño y la que nos hizo flipar... (1€ - 7.5Kunas)

Una vez dejamos el equipaje en la "habitación" fuimos hacia el centro bajo un sol de justicia. El trayecto era de unos 30 minutos y tras desorientarnos un poco conseguimos llegar al centro histórico.
Al llegar fuimos a cambiar algo de dinero en la calle principal y a comer unos sandwichs para comer, porque entre una cosa y otra, ya era mediodía.

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Calle principal, Stradum

Después de comer fuimos a la oficina de turismo de la ciudad, que se encuentra frente la Puerta de la Ciudad antigua, en la calle Branitelja Dubrovnika. Allí nos hicimos con unos mapas de la ciudad. Conocimos en este punto el producto de la Dubrovnik Card.
Como en otras ciudades también existe, la Dubrovnik Card te ofrece entradas a museos y monumentos de la ciudad, transporte publico y descuentos en restaurantes y tiendas para 1-3-7 días. El pack de la tarjeta, que debes presentar antes de entrar a la atracción turística para que te marquen conforme que has hecho la visita, es un librito con la explicación de cada uno de los monumentos de la ciudad y un mapa con los locales de restauración que te ofrecen un descuento.
Una vez con el mapa en mano cruzamos la Puerta de Pile. Esta Puerta fue construida en 1537 y una vez se pasa por encima de su puente levadizo (que cada noche se levanta a modo de protección) y se cruza la puerta, se llega a un espacio interior donde encontramos otra puerta, esta de 1460, que conduce a la calle Stradun, que es la principal, y se accede al casco antiguo. Esta segunda puerta a muchos también os sonará por aparecer en la serie Game of Thrones.

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Puerta a la ciudad antigua

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Segunda puerta, 1460, y protagonista en Game of Thrones

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Escena de Game of Thrones

Al cruzar estas puertas nos sentamos en la Fuente de Onofrio para reflexionar y diseñar nuestro paseo por la ciudad. La Fuente de Onofrio se construyó en 1438 y era la responsable de abastecer la ciudad de agua, que se canalizaba des de un pozo que se encontraba a 12km de distancia. En un pasado estaba decorada con esculturas, pero tras el terremoto de 1667 se perdieron y sólo se conservaron las 16 máscaras por las cuales sale el agua.
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Nuestra primera parada de nuestro recorrido fue el Museo y Convento Franciscano, al que se accede des de la calle Stradun. Una vez se cruza la puerta del convento, encontramos un precioso claustro del siglo XIV. Pasear alrededor del patio central y entrar en el pequeño museo donde se encuentra una de las más antiguas farmacias de Europa, supone adentrarse en un refugio perfecto para sofocar el terrible calor del verano. La farmacia se encuentra en funcionamiento desde el 1391 y probablemente fue la  primera farmacia en atender a la gente del pueblo.

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Exterior del monasterio franciscano

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Detalles del claustro

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Es interesante fijarse bien en los capiteles. todos son diferentes.

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Mobiliario de la antigua farmacia

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Patio central

Seguimos nuestro recorrido paseando por Stradum, y giramos por la calle Siroka, para llegar a la Casa Museo Marin Drzic que la vimos exteriormente. Este museo está dedicado a la figura de Marin Drzic, sacerdote y dramaturgo croata, y está ubicado en la casa donde él vivió. En él se encuentran documentos originales de sus obras.

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Bajo un sol de justicia en el inicio de la calle Stradum

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Casa Museo Marin Drzic

Volvimos para atrás, y giramos por la calle od Puca, y en sólo unos metros nos encontramos delante de la Iglesia de la Anunciación, la única iglesia ortodoxa serbia del casco antiguo. Desde allí llegamos a la Plaza Luza, el centro neurálgico de la ciudad. En este punto encontramos el Palacio Sponza, el cual no pudimos visitar porque estaba cerrado al celebrarse en su interior una boda; la Columna de Orlando, esta columna nos muestra la figura de un caballero medieval tallado en el 1447 en el lugar donde se leían los edictos, fiestas y veredictos; la Iglesia de San Blas, dedicada al patrón de la ciudad, construida y decorada en estilo Barroco (1715); la Torre del Reloj; el Ayuntamiento de la ciudad; y el Palacio del Rector, este último sí que visitamos su interior, que  hoy alberga el Museo de Historia y Cultura, sólo por visitar el edificio ya vale la pena poder entrar y pasear por sus salas finamente restauradas.

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Iglesia de la Anunciación

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Plaza Luza: izquierda Palacio Sponza - frente Torre del Reloj

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Columna de Orlando

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Iglesia de San Blas

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Interior de la Iglesia de San Blas

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Ayuntamiento de Dubrovnik

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Palacio del Rector

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Patio interior del Palacio

Seguimos el paseo hasta el Puerto de Dubrovnik. Dimos un corto paseo entre los barcos y alucinamos al ver como eran de transparentes sus aguas. El calor que hacía era insoportable, así que decidimos ir en busca de algún lugar más resguardado. Por ese motivo fuimos a visitar la Catedral.
La Catedral de la Asunción de la Virgen se construyó en el mismo lugar donde se encontraba una basílica del siglo VII. La catedral original se amplió en el siglo XII gracias a una aportación del Rey Ricardo Corazón de León, por agradecimiento de salvación de un naufragio cerca de la isla de Lokrum. En el terremoto de 1667, la catedral fue destruida por completo y se reedificó en estilo barroco en el año 1713.

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Puerto de Dubrovnik

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Catedral de la Asunción de la Virgen

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Interior de la catedral

A continuación empezamos a callejear por las calles traseras de la catedral, hasta llegar a la Iglesia de San Ignacio. Esta iglesia jesuita, acabada en 1725 y del mismo estilo de la catedral, se encuentra al lado de la Escuela Universitaria Jesuita y está decorada con frescos de la vida de San Ignacio. Esta iglesia, además, se encuentra al final de un precioso tramo de escaleras que seguro, si sois fans de Juego de Tronos, os suena.

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Iglesia de San Ignacio

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Interior de la iglesia

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Escaleras

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Escena de Juego de Tronos en las escaleras


A continuación andamos sin rumbo fijo, callejeábamos entre los callejones sombríos, pero aún y así el calor seguía apretando. Llegamos a un punto donde nos encontramos un par de grupos de turistas, que estaban realizando un tour por la ciudad en el que se se mostraban los lugares donde se había rodado Juego de Tronos. En este punto ocurre una escena donde Tyrion y Oberyn daban un paseo. Si buscáis el lugar, es en la puerta del Museo Rupe.

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Callejón que conduce al Museo Rupe 

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Escena de Game of Thrones

Tras tanto andar decidimos ir a descansar un poco al lado del Monasterio Dominico, donde descubrimos que había un puente, donde había un poco de corriente de aire y nos serviría para terminar de organizar la tarde. Justo en el Monasterio Dominico encontramos otro grupo de personas del Tour de Juego de Tronos, en las preciosas escaleras que conducen a su interior. Este monasterio es una preciosidad gótico-renacentista que alberga una gran colección de arte. No pudimos visitar su interior porque a la hora que llegamos ya estaba cerrado, será una muy buena excusa para volver a la ciudad.

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Escaleras de acceso

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Monasterio Dominico

Llegados a este punto, y viendo que el sol empezaba a bajar, decidimos hacer el paseo por las Murallas de la ciudad. Hay distintos puntos por el que se puede subir, pero nosotros decidimos volver al principio de la ciudad vieja, enfrente de la fuente de Onofrio, porque al ser un circuito circular, nos iba bien terminar en este punto. La visita a las murallas es algo imprescindible para cualquiera que pise por primera vez la Perla del Adriático. Las murallas más próximas a la ciudad son del siglo IX, en el siglo XIV se creó otro tramo con medio metro de grosos y protegidas con 15 bastiones de planta cuadrangular. Posteriormente, en el siglo XV, se reforzaron estos bastiones y se incorporaron más ante la amenaza de los turcos, de esta manera todo el casco antiguo quedó rodeado por un muro de piedra de más de 2 km de largo y 25 m. de altura. Aún y así, se puede ver el daño que causo la guerra de los años 90 en la ciudad antigua, si se observan los tejados se pueden ver tejas de un color más claro que otras, estas son las que se repusieron tras el fin de la guerra en los trabajos de restauración de la ciudad.
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Cuando finalizamos nuestra visita nos dirigimos fuera murallas. Rodeamos el casco antiguo hasta llegar el teleférico, que une la parte norte de la ciudad antigua con el monte Srd. Nosotros aprovechamos el final del día para subir, y así poder contemplar la puesta de sol. Se forman largas colas en la entrada del teleférico, donde podréis comprar la entrada. El trayecto en él es corto, unos 4 minutos, pero al llegar arriba... ¡sorprenden un montón las vistas!
Una vez bajéis de la cabina, os encontraréis con un edificio en el que hay un mirador, un restaurante y una tienda de regalos. Lo que os recomendamos es que salgáis de él, por el extremo opuesto del teleférico, y caminéis por los caminos que te conducen a una zona donde parece que hubieran búnquers. Desde allí las vistas son muchísimo mejores que las que hay desde la zona del teleférico. Dubrovnik, la isla de Lokrum y las islas Elafiti se despliegan ante tus ojos mientras el sol se esconde tras el horizonte. Sin duda es una de las puestas de sol más bonitas que he visto nunca.

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Vista de Dubrovnik desde el mirador del teleférico

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Isla de Lokrum y la Stari Grad

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La parte nueva de Dubrovnik

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Islas Elafiti

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Inmortalizando el momento

Cuando cayó del todo el sol, bajamos de nuevo a la ciudad vieja y buscamos un lugar para cenar. Hay multitud de sitios que te ofrecen todo tipo de comidas y nosotros nos decantamos por un lugar en el que comimos un risotto de marisco y una bandeja con pescado y marisco. Todo delicioso.
Una vez acabamos de cenar fuimos a dar un paseo para ver la ciudad iluminada. Mientras paseábamos nos sentíamos fuera de lugar por nuestras pintas... todo el mundo iba súper arreglado y nosotros con el atuendo que habíamos llevado a lo largo de todo el día... La ciudad cambia al 100%, de noche, tiene un aire encantador y la zona del puerto se llena  de gente que se tumba en el espigón para relajarse con los amigos mientras se toman alguna bebida fresca.

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Stradum

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Puerto

Llegados a esas horas, ya estábamos reventados. En mi caso, la noche anterior, dormí apenas 2h y lo que duró el vuelo; más el calor sofocante de la ciudad; más todo lo que andamos a lo largo del día, así que ya no podía con mi alma. Fuimos a buscar el autobús, frente de la Puerta de Pile, para llegar a la Sobe.
Cuando llegamos nos pegamos una ducha, como pudimos, y luego miramos como dormir porque, como comenté al principio, todo estaba lleno de polvo y sucio. Así que, extendimos las sabanas, que estaban limpias, por encima de la cama, nos echamos a dormir y pensamos: "Mañana será otro día".
En el próximo capitulo os contamos todo lo que hicimos, que no fueron pocas cosas, hasta llegar a Korcula.

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