Día 10: El té y la fiesta senegalesa, viva África! (6/8/18) #FamilySenegal18

Despertamos en la isla de Carabane, abrimos los ojos e intentamos recordar donde estamos, ya llevamos 10 días cambiando cada noche de alojamiento. Hemos dormido muy bien, bajamos a desayunar a ese maravilloso porche al lado del mar, cerramos maletas y de nuevo a la barca que nos ha de llevar al puerto de Elinkine. En esta ocasión la barca es muy senegalesa, es compartida, con una chica y un militar que se han sumado al paseo. Cuando la barca está a punto de llegar a puerto, vemos que se lo pasa de largo para efectuar, un último control militar, en este país nos han preguntado y pedido los pasaportes casi más que nuestro nombre. 

Adiós Carabane!

Desayuno en el Hotel Carabane antes de partir

Finalmente abandonamos la barca y nos vamos hacia Cap Skirring, según David un lugar "superturístico muy guay" (esta frase algún español se la enseñó hace tiempo y la repite cada vez que vamos a un sitio nuevo). Antes de empezar con la kilometrada del día paramos en Ossouye a ver y comprar mermelada en la cooperativa de 10 mujeres emprendedoras. Nos hace ilusión que nos cuenten como han puesto en marcha "el negocio", como lo gestionan y comprar algunos tarros para contribuir a su causa.

Las mermeladas, el mango seco y sus autoras 

Ataya con Mbaye en Cap Skirring

 Tras casi 3hs de coche llegamos al Campement no stress Cap Skirring y aprovechamos para comer allí. Por la tarde nos permitimos un poco de relax en la playa (solitaria a excepción de grandes excrementos de vaca) para seguir con un té senegalés que nos regala Mbaye. Es seguramente nuestro primer momento "verdadero" juntos más allá de ser nuestro conductor,  es cuando nos explica como se hace, como se toma, como se comparte y su verdadero significado en la cultura de la téranga senegalesa.
Hemos pasado una tarde entretenida y diferente hasta que llega el momento de prepararse para la FIESTA en casa de nuestro amigo Campos. Llegamos a uno de los barrios de Cap Skirring que como la mayoría de la ciudad tiene muy poca o ninguna luz. Se hace difícil caminar por sitios poco iluminados en los que además vas a cruzarte con personas negras que tampoco ves, pero bueno, llevando a Mbaye y David de guías la cosa es más sencilla. En casa de Campos, conocemos a su extensa familia (una familia elástica africana como dicen por aquí), a su sobrina Awa la hemos conocido por la tarde ya que en su peluquería ha hecho trenzas a Marina.

Hay una gran mesa preparada y van llegando los invitados, el grupo de Merche (una enfermera madrileña que vino a Senegal hace 10 años, se enamoró del país, fundó una ONG y ahora viene una vez al año), Patri y Teresa y nosotros. Nos sentamos y cual fue la sorpresa al ver que los platos principales iban a ser centollo y langosta, no sé si pensar que la relación GallegoSenegalesa de Campos tuvo algo que ver. Aparece un grupo de música con una Korá y 3 bailarinas además de una niña con mucho salero que baila y canta. Todo el mundo se pone a bailar y el tono va subiendo y subiendo, así disfrutamos de unos espléndidos bailes "ventilador" o "twerking" como dijo Teresa, imposibles para unas blanquitas incapaces de mover su trasero con la gracia y pericia de las chicas africanas.

Es una noche especial al sur de Senegal, es una noche en la que la hospitalidad senegalesa se nos muestra y se nos ofrece con los brazos abiertos. Campos, contento y emocionado repite una y otra vez que no tienen mucho, que son pobres pero que su hospitalidad no tiene límites y todo lo comparten con una ilusión y alegría desbordantes. Y sí, esa es la sensación, al final estamos convencidos de ser parte y no espectadores de esa noche de agosto senegalesa.

Carabane - Elinkine - Oussuye - Cap Skirring