Dr. Henry Howard Holmes fue el alias de uno de los primeros serial killers documentados de nuestro tiempo. Con el nombre real de Herman Webster colaboró en la construcción de la Exposición Universal de Chicago de 1983 donde camufló en el recinto comercial varias habitaciones secretas con intrincadas estructuras orientadas a la tortura. En su propio castillo de la muerte acabó con la vida de 27 personas entre empleados de la exposición y clientes, en su mayoría mujeres a las que previamente chantajeaba para que le nombraran beneficiario de su seguro de vida.
Una historia que por los atroces de sus hechos apenas había obtenido relevancia pública hasta la salida de la novela The Devil in the White City de Erik Larson, un verdadero pelotazo de crítica y público en Estados Unidos que pronto dará el salto al cine. El mismísimo Leonardo Dicaprio ha comprado mediante su productora Appian Way (toma nombrecito) los derechos para su adaptación y la idea es darle un golpe de efecto a su carrera interpretando al protagonista. El que sería su primer villano. Y a mi se me ponen los pelos de punta sólo de pensar en el director al que contratará para manejar la función. No olvidéis que Dicaprio tiene los mejores amigos en Hollywood.
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