Revista Cultura y Ocio

Diccionario de eventos gastronómicos

Publicado el 03 febrero 2016 por Catgo

De acuerdo con la tradición, una de la mejor manera de agasajar a nuestros invitados es a través de una buena mesa. Ello ha hecho que los encuentros gastronómicos no solo sean vistos como un acto en sí, sino que se han convertido en un must de cualquier tipo de evento. De ahí que la mayoría de los actos que se organizan en la actualidad finalizan o se complementan con una invitación de carácter gastronómico, que puede variar dependiendo de la hora, del número de invitados o del propio acto en sí.Sabemos que ya se ha escrito mucha literatura al respecto, y que seguramente no os vamos a descubrir nada nuevo, pero no nos hemos podido resistir a elaborar nuestra propia lista y analizar las claves que pueden llevarnos a saber qué evento gastronómico es más adecuado para completar diferentes tipos de actos.

El desayuno

Es la primera comida del día y dietéticamente está considerada la más importante de la jornada. Dentro del mundo empresarial o institucional está convirtiéndose en un acto de empresa muy habitual (desayuno de trabajo), especialmente indicado para encuentros informales a primera hora de la mañana, como puede ser con representantes de los medios de comunicación.

Se puede servir antes, durante o después de la sesión de trabajo. Y si se opta por interrumpir el encuentro y hacer una breve pausa se convierte en el conocido coffee-break, especialmente cuando se trata de un congreso o reuniones de toda una jornada.

Para elegir los alimentos que se pueden servir nos podemos basar en los dos tipos de desayunos más habituales, el continental y el inglés (o americano), pero nos marcará especialmente el momento en que se quiera servir: antes, durante o después. Eso sí, siempre es recomendable evitar incluir alimentos excesivamente grasientos o azucarados, para evitar que alguien se pueda manchar.

El desayuno continental. Recibe este nombre ya que es el tipo de desayuno más habitual que se sirve en la mayoría de los países europeos. Se compone de pan o tostadas, mermelada y mantequilla, bollería, café, té o chocolate. En la actualidad es habitual complementarlo con embutidos, quesos y zumos de frutas, ya que poco a poco se va adaptando a la evolución de las costumbre en las dietas actuales. También debe incluir agua mineral.

El desayuno inglés (o desayuno americano). Es mucho más consistente que la versión de desayuno continental y tiene sus orígenes en el menú tradicional que se servía en Gran Bretaña, y que con la colonización se llevó a las colonias americanas. En la actualidad, es toda una referencia en las grandes cadenas hoteleras.

Además de los alimentos típicos de un desayuno continental se añaden huevos (en diferentes formas de presentación), salchichas, puré de patatas, cereales y algún que otro producto típico del lugar.

El brunch

Aunque este tipo de comida está muy consolidada en la cultura anglosajona, especialmente en EEUU, en nuestro país se puede considerar relativamente nueva, aunque ya se ha convertido en toda una tendencia, a pesar de que aquí ya teníamos los llamados “desayunos de tenedor”.

El br(eakfast)-(l)unch es una especie de desayuno tardío, que se suele consumir los fines de semana o días de asueto, cuando todavía es demasiado temprano para almorzar. De ahí que combine alimentos propios del desayuno y de una comida ligera. Se presenta en un servicio tipo buffet y debe incluir un plato caliente, preparado ex profeso.

Si tienes curiosidad por saber el porqué de su origen, parece ser que existen tres versiones. La primera se corresponde con un ensayo periodístico que se publicó en 1895 y se tituló como Brunch, en la que se exponía la necesidad de promover algún tipo de comida ligera que se sirviese posteriormente a la misa de los domingos, con la finalidad de ayudar a los feligreses a aguantar hasta la hora de la cena del atardecer. La segunda está relacionada con un rito gastronómico dominical de la comunidad judía de Nueva York. Y la tercera se establece como una herencia del smörgasbord sueco, que llevaron los emigrantes nórdicos a principios del siglo XX y adaptaron a los platos que encontraron allá.

El vino de honor

También se puede llamar vino español o copa de cava, dependiendo del lugar donde se ofrezca. Se puede celebrar tanto a media mañana como a media tarde y suele seguir a una inauguración, a un acto de primera piedra o a una celebración de carácter militar, por lo que se considera un acto complementario a otro acto institucional previo, y se ofrece con la finalidad de agasajar a los invitados que han acudido al mismo.

Se pueden incluir alimentos fríos y calientes, así como bebidas con y sin alcohol, pero para determinar las cantidades adecuadas hay que recordar que, después de finalizar, los asistentes al acto tendrán en su agenda un almuerzo o a una cena.

El aperitivo

Es una comida ligera que se toma para abrir el apetito, antes de la comida principal del mediodía o antes de una cena. Popularmente, el aperitivo se identifica con tomar un vino (léase también vermut o cerveza) con algo para picar. Actualmente es difícil no incluir un aperitivo previamente a una comida o una cena formal, que se sirve mientras van llegando los invitados, y suele ser un momento muy adecuado para facilitar las presentaciones por parte del anfitrión.

Debe incluir alimentos fríos y calientes presentados en pequeños bocados con escaso poder saciante, regados con bebidas con y sin alcohol, que no se deben llevar a la mesa posteriormente. Es evidente que es no adecuado ofrecer gran cantidad de comida, ni de bebida, ya que va a ir seguido de un ágape y su principal función debe ser despertar el apetito.

El cóctel

Aunque el término originalmente se refería a una bebida compuesta de una mezcla de licores y otros ingredientes, con los años se ha convertido en una palabra para definir un tipo de acto gastronómico con identidad propia, que se celebra principalmente por la tarde. De ahí que también se use para nombrar al tipo de indumentaria femenina adecuada para lucir en dicho tipo de eventos. El concepto cóctel está directamente relacionado con un evento de carácter social y elegante, bastante multitudinario. Es habitual que los anfitriones vayan saludando personalmente a todos sus invitados a la llegada, a modo de un “besamanos informal”.

La comida, evidentemente, se sirve de pie con mesas de apoyo y servicio pasado (tanto la comida como la bebida), mientras los invitados charlan entre ellos. De todas formas, como las tendencias van cambiando, también es posible incorporar barra de bebidas y repartir bandejas por las mesas de apoyo.

El servicio se inicia con las bebidas, se sigue por los snacks y canapés fríos, se continúa por los alimentos calientes y se finaliza con una pequeña degustación de algún bocado dulce, como la repostería o los petits choux.

El lunch

Es una palabra anglosajona que significa almuerzo, pero en el mundo de los negocios se usa para referirse a una comida breve y rápida durante un descanso de la jornada laboral, que sustituye a un almuerzo tradicional, con la finalidad de reponer fuerzas y seguir trabajando sin demasiada pérdida de tiempo. Ideal para eventos o reuniones que dependen de una agenda ajustada.

Dependiendo de la manera que se elija para servirlo –de pie, sentado o tipo buffet- lo más importante es el dinamismo, la rapidez y la originalidad, tanto de los alimentos que se ofrecen como en la forma de presentarlos (estaciones de alimentos). Las raciones suelen ser más generosas que las de un cóctel, pero nunca se pueden comparar como un plato de almuerzo.

La merienda

La merienda como tal fue un evento muy habitual entre la alta sociedad de las primera décadas del siglo XX, emulando el tea-time británico o herencia de las reuniones en torno a una taza de chocolate de los siglos XVIII y XIX, que más tarde se empezó a sustituir por el café. Aunque su origen tiene un carácter familiar o de reunión de amigos, en la actualidad el mundo de los negocios también la ha adoptado, emulando el coffee-break matinal.

Los alimentos que se sirven están directamente relacionados con el tipo de bebida. Tanto el café como el té pueden servirse acompañados de pastas, galletas o un pedazo de tarta, mientras que para el chocolate son más adecuados, picatostes, churros o bizcochos.

Si es un evento privado, se sirve en el salón, y tanto la vajilla (platos de postre) como la cubertería (cubiertos de postre) deben ser piezas de tamaño intermedio, de acuerdo a los alimentos que se sirven. Por cierto, ¡para la tarta, siempre tenedor!

Y lo dejamos aquí por hoy. Solo nos queda decir: ¡Qué aproveche!… A pesar de que no sea demasiado protocolariamente correcto. Pero hay que adaptarse a los tiempos.

La entrada DICCIONARIO DE EVENTOS GASTRONÓMICOS se publicó primero en Gabinete de Protocolo.


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