Para 1921, cuando decidió ingresar a la Academia Militar, prácticamente ya había decidido que su vida la haría en las fuerzas armadas. Fue designado a múltiples lugares y por sus buenas labores llegó a ser ascendido hasta capitán. Pero él no se conformó y su carrera militar lo llevó a ser nombrado mayor, lo que le valió el liderazgo de la Guardia Nacional a la cual Estados Unidos encomendó el país tras retirarse en 1924. Tres años después Trujillo dejaría la guardia para pasarse a la Brigada Nacional donde estaría una década, llegando a ser general.
El golpe de estado y el ascenso al poder
El presidente Vásquez fue el elegido en las elecciones tras el retiro de las tropas estadounidenses. Trujillo continuó siendo el director de la Policía Nacional (la antigua Guardia) y es nombrado además jefe del Estado Mayor siendo ascendido a teniente coronel. Pasaron unos seis años desde 1924 hasta 1930 que significaron gran impopularidad para el gobierno. Así entonces numerosos grupos buscaban sacar del poder al presidente, y Trujillo, secretamente se alió a ellos. Los rebeldes marcharon a Santo Domingo en 1930, y si bien Rafael Leónidas tenía la orden de detenerlos, el presidente Vásquez se dio con la sorpresa de que éste también estaba entre los simpatizantes con el movimiento. Al menos Vásquez admitió su derrota y fue obligado al exilio.
Se convocaron nuevas elecciones y Trujillo se convirtió en uno de los candidatos principales, sin embargo sus contendientes renunciaron a la postulación. Así entonces, prácticamente se abrió el camino para el inicio de su dictadura. Durante estos turbulentos meses en la política dominicana, Trujillo recibió la ayuda de su grupo paramilitar “La 42”, formado en sus años de juventud, gracias a la cual sobrevivió por medio de la delincuencia. Así entonces ya se preveía una funesta dictadura en el país.
Finalmente Trujillo ganó las elecciones a pesar de que gran parte del pueblo no asistió a las urnas. Sea como sea, era el único candidato así que no hubo más opciones. En mayo de 1930 Trujillo asume como presidente, siendo bastante joven, pues tenía unos 38 años por aquel entonces.
El primer y segundo gobierno (1930-34; 1934-38)
Santo Domingo sufrió un devastador huracán que trajo muchas pérdidas materiales. El presidente la reconstruyó con ayuda de la Cruz Roja y más tarde (1936) cuando retornó su esplendor, fue rebautizada como Ciudad Trujillo. Sea como sea, su gobierno no gustaba a nadie, pero Trujillo, muy astuto, se dedicó siempre a adelantarse a sus contendientes y exiliarlos, lo cual ya era mucha suerte, pues por lo general los exterminaba. Promulgando la ley de emergencias el estado dominicano suspendió el pago por concepto de amortización de la deuda con Estados Unidos, realizó despidos masivos, redujo los sueldos, disminuyó las importaciones, entre otras acciones obvias con el fin de reducir el gasto fiscal.
Por otra parte, durante su gobierno se dedicó a la represión de los medios y de la oposición ideológica. Así, el único partido encargado de conducir la vida política del país fue el denominado Partido Dominicano, al cual todos pertenecían, quieran o no.
En el año de 1943, esta organización llevó a cabo una convención para elegir a Trujillo otra vez como presidente, y convocar a elecciones. Lo absurdo era que sólo Trujillo postulaba al cargo del presidente. Obviamente resultó electo…
Su segundo gobierno fue mucho más autocrático que el primero. Hay que tener en cuenta que al menos la madre de Rafael, era de ascendencia haitiana, hecho que él siempre desprecio. A él particularmente, cuando ya era presidente, le molestaba mucho la inmigración de los haitianos al país. Con el presidente de Haití, Trujillo decidió firmar un tratado con respecto a los límites entre ambos países, y todo parecía ir por la buena senda, sin embargo, al año siguiente, entre septiembre y octubre de 1937, el gobierno trujillista perpetró un genocidio en contra de unos 20 mil haitianos aprox. hecho que se conoce como la Masacre de Perejil. Al parecer, esto fue porque Trujillo temía un golpe de estado que viniese desde Haití, aunque otros historiadores argumentan que la razón obedece a que el dictador era extremadamente racista (y eso quedó demostrado por sus propias acciones a lo largo de su vida).
Los presidentes títeres
Debido a la presión internacional, Trujillo entre 1934-1938 gobernó desde las sombras con un presidente títere: Jacinto Bienvenido Peynado. Luego siguió Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, quien estuvo hasta 1952. De ahí en más Héctor Bienvenido Trujillo sustituyó este puesto. Lo gracioso era que al menos hasta 1960 se mantuvieron estos presidentes títeres, cuando en realidad, era Trujillo quien tenía el poder total, siempre.
Entre los años de 1942-1947 lo más importante a lo que se enfrentó el régimen dominicano fue a un terremoto que devastó parte del país. Un segundo tema importante, fue la Crisis del azúcar en 1946. Al parecer, los bajos salarios, las pocas libertades, así como las garantías frágiles que tenían los trabajadores, obligaron a que se generen estos reclamos. Sin embargo, a pesar de que el gobierno aceptó mejorar el control de los recursos y donar prerrogativas a los trabajadores, con el tiempo muchos líderes sindicales fueron muertos y encarcelados; además, los sindicatos fueron más tarde desaparecidos. Mientras tanto, el gobierno en el exterior se hundía, por su clara imagen dictatorial. Entre 1947 a 1952, Trujillo siguió ejerciendo el poder con su hermano como presidente, haciéndose el gobierno mucho más sencillo.
Muerte y asesinato de Leónidas Trujillo
Trujillo intentó volver al poder totalmente en 1960, cuando ocupaba el cargo de presidente Joaquín Balaguer. En los últimos años, las crisis alentadas por distintos grupos como el Movimiento 14 de junio y diferentes disidentes políticos (los comunistas fueron los que más sufrieron durante su dictadura), reprimidos a diestra y siniestra, hicieron que Trujillo se gane antipatía ante la opinión internacional. El 30 de mayo de 1961 en la carretera que iba entre Santo Domingo hasta San Cristóbal, Trujillo es interceptado y acribillado en una emboscada. Sus verdugos y personas que participaron dentro del plan fueron;, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel Cáceres Michel, Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda. Tras esto su cuerpo fue enterrado en su país natal, pero debido a la represión ejercida por sus hijos y partidarios políticos a la muerte de Trujillo, el pueblo, ya enardecido participó de un referéndum para que el cuerpo fuera sacado de la isla. Así entonces el cuerpo del Benefactor de la Patria se encuentra actualmente en París.
El legado de Trujillo es sólo el de muerte, persecución y represión. La novela de Mario Vargas Llosa: “La fiesta del Chivo”, refleja bastante como era él régimen en República Dominicana en aquella época. El filme de nombre homónimo también nos acerca bastante al retrato de la personalidad trujillana. Fue un mujeriego empedernido, un atropellador de las libertades, fanático de los lujos, ostentoso y sobre todo un ladrón. Cuando su hijo Ramfis y el resto de su familia huyeron del país, se fue consigo también una cifra astronómica que nunca fue devuelto al pueblo dominicano. Se trataba pues, de la gran fortuna amasada en tantos años de dictadura; irónico si tenemos en cuenta que a pesar del progreso económico y la mediana modernidad que se trajo al país, siguió existiendo mucha pobreza.