Revista Sociedad

Dieterich: ¿No será el Bonapartismo de Chávez parte de tu egolatría racialista?

Publicado el 15 julio 2011 por Rosabaez @LaPolillaCubana

Dieterich: ¿no será el Bonapartismo de Chávez parte de tu egolatría racialista?

Por Nicolás Ramón Contreras Hernández*

Dieterich: ¿no será el Bonapartismo de Chávez parte de tu egolatría racialista?
Nuevamente felicito a Fernando Dorado por su paciencia y asertividad, la cual yo no tengo, por hacer parte del tipo de personas como el general Muller Rojas, ser un hombre poco dado a los rodeos y a amarrarse en etiquetas, cuando se trata de confrontar a personajes como el señor Dieterich, uno más de apellido teutón y con una mentalidad que exhala tufaradas racistas y racialistas, cada vez que en pose de Júpiter tonante se refiere hacia las realidades de la zona ALBA y sobre todo a la venezolana donde enfoca sus baterías, en un intento ya no por forzarlos a encajar en sus teorías, sino con el propósito evidente de dividir las bases independentistas de Venezuela, a ver si se cumple su sueño de ver en el palacio de Miraflores a ese objeto de sus amores políticos y platónicos llamado Vladimir Villegas.

Considera el señor Dieterich, sin ningún rubor racista que: […] El modelo creado por Fidel siempre ha tenido fuertes aspectos carismáticos. Pero, en su esencia es un sistema híbrido de dominación racional-legal y tradicional. Fidel, a diferencia de Chávez, es mucho más kantiano que caribeño [...] Aclarando que el subrayado es mío, continúo diciendo que:

Herr Dieterich considera que en el Caribe, no existe racionalidad política sino emocionalidad, sin embargo el primer gran líder independentista del Caribe y de origen africano – como Chávez- Toussaint Breda, más conocido como L’ouverture, controvirtiendo todos los estereotipos sobre una supuesta superioridad racional europea como lo propone el troyano germánico, fue capaz de manejar un clima político más enrarecido que el de Venezuela por la guerra de castas que era más brava que la lucha de clases, venciendo y expulsando uno por uno a españoles, franceses e ingleses e incluso seduciendo a la prensa británica de la época.

De Toussaint L’Ouverture dijo en su momento un columnista de la London Gazzette, un 12 de diciembre de 1798 a raíz de la expulsión y derrota militar contundente que le infligiera el ejército negro del pueblo haitiano comandado por él, a las fuerzas inglesas del comandante Mitland (Grau 2009) , lo siguiente: […] Toussaint L’Ouverture es un negro, y en la jerga militar ha sido calificado de rebelde. Pero según todas las informaciones es un negro nacido para reivindicar los derechos de esta raza y de mostrar que el carácter de los hombres nada tiene que ver con el color de su piel […]

Yo considero, con base en el texto citado, que la racionalidad o no de un gobernante, entendiendo que fuera ella la única cualidad necesaria para gobernar, no depende del color de la piel o del sitio de nacimiento: ¿Me irá a decir el señor Dieterich que sus paisanos Adolfo Hitler y Goebels eran un dechado de racionalidad? Tal vez podría decir el señor Dieterich, que Toussaint y Hitler son casos únicos y la regla de la excepción, pero, Mussolini, Hindenburg y el borrachón Churchill, tenían comportamientos distintos a Montgomery, De Gaulle o el mismo Rudolf Hess:

¿Acaso no fueron lo suficientemente racionales Leonel Fernández, Raúl Castro, Lula da Silva, en la cumbre del Grupo de Río – dos de ellos caribeños del arco antillano- como para evitar un conflicto de gran magnitud, propiciado bajo la egida de Bush por un Uribe furibundo: el ex-presidente colombiano es apreciado por los analistas de derecha y ultraderecha de Europa, como más racional y “progresista” alternativa de gobernabilidad democrática. Evidentemente el pensamiento de Dieterich, ni siquiera como lo sugiere Fernando Dorado es mecanicista, está más retrasado en el tiempo, que los liberales y románticos ingleses del siglo XVIII, que aplaudieron la independencia de Haití y cuestionaban con base en el triunfo del general haitiano Toussaint, los hegemonismos raciales y racionales.

Otro de los disparates del señor Dieterich, es pretender con el mecanicismo superado del pensamiento cartesiano que, […] parte de esas deformaciones revolucionarias es atribuible a la praxis de los líderes y qué parte a las circunstancias objetivas, constituye un campo de investigación científica-política de enorme importancia para el nuevo socialismo […] Es decir, que por ejemplo, el bloqueo y el saboteo hasta con guerra bacteriológica es culpa de Fidel Castro- en el supuesto que el líder lo fuese todo- o que Chávez es culpable del chantaje mediático y la guerra de saboteos eléctricos, militares y financieros patrocinados por USA, país que refugia toda la gama de pillos, estafadores, terroristas, torturadores y violadores sexuales, que tienen visa privilegiada rumbo a Miami, la capital de la impunidad, la mafia y el crimen al servicio de la CIA.

El señor Dieterich, olvida a diferencia de Marx y Engels, que el nacimiento del nuevo estado, aún después de las luchas de clase violentas, algo que en Venezuela se evita a toda costa, no cambia las mentalidades de una nación por decreto, ni tampoco las unifica de un plumazo, ni mucho menos la obediencia de las mayorías de deban a una relación o concepción del poder que, […] descansa sobre la identificación semi-religiosa de sus partidarios con el líder y con sus revelaciones (discursos). La heroicidad y capacidad de salvación del líder, real o supuesto, es la fuente de obediencia de sus partidarios [...]

Ante este disparate intencional y tal vez por encargo de alguien – un día Wikileaks nos lo dirá- es curioso que herr profesor olvide que en ningún texto marxista leninista, se habla de las revoluciones como unas varas mágicas que llegan y cambian las mentalidades y de paso se comen las contradicciones, sino que por el contrario, la contradicción es inherente a todo fenómeno o ser. Frente a esto hay que analizar, como en Venezuela, en contravía de las teorías marxistas, en 1992 una vez fracasado el golpe de estado de los militares bolivarianos y después de la cárcel, Chávez sale de prisión y gana la presidencia, pero en ese tiempo logra empoderar al pueblo independentista no con beneficios “supuestos”- o capacidad de salvación supuesta dice Dieterich- sino con misiones sociales y medidas de inclusión social, que los demás gobiernos titiriteados desde Washington o Miami, jamás hubieren hecho ni nunca harán.

Si a Chávez lo respetan y acatan, por lo menos las mayorías populares que hasta el caballo troyano argentino de Jorge Lagnata reconoce [http://cnpcaracas.org/2011/07/noticias/el-gran-hermano-se-volvio-mortal-por-culpa-del-cancer/] es porque le ha hablado a su pueblo y se ha esforzado por cumplir con lo que se le negaba a ese pueblo en gobiernos y promesas anteriores; por haberse atrevido a hacerse responsable de sus errores y fracasos, como la vez aquella que fracasado el golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez, se entregó para evitar un baño de sangre y asumió la responsabilidad de todo, incluida la cárcel.

A Chávez se le respeta no por  mesianismos baratos o milagrosos, sino por su capacidad de trabajo y por la coherencia social de sus actos de gobierno y personales, por tratar de sacar una revolución evitando el derramamiento de sangre, como sucedió en el caso del motín en el penal del Rodeo, en el cual la demora no se debió a la ineficiencia del estado tañida por Globovisión y CNN, sino a que se privilegió la negociación a la masacre, como nunca lo hizo ni quiso el gobierno Clinton en Wako Texas, representado en una procuradora sanguinaria como Janet Reno, que no perdió el tiempo dialogando, sino apelando al plomo y a la tierra arrasada.

Definitivamente, tanto al señor Dieterich como a su página, lo que les falta es pensamiento analítico y seriedad en cuanto a ubicuidad intelectual e ideológica. Qué bueno que dejaran de jugar al camaleón, porque aparte de algunos personajes en Venezuela que tomaron los preceptos de Dieterich para armar el marco constitucional bolivariano; o algunos acomplejados en APORREA que se derriten cuando miran artículos firmados con apellidos alemanes, italianos o de algún lugar de la Europa no hispanohablante, en los países de Abiayala- llamada América después del genocidio propiciado por Colón- en esta tierra de los mestizajes, donde se fundió la piel y la conciencia del mundo, ya no comemos cuento y menos los relinchos de caballitos de Troya:

El estado venezolano mal podría ser considerado como bonapartista porque Napoleón, jamás se hubiese soportado a Leopoldo López, Globovisión, Miguel Otero Silva o Marta Colomina, quienes muy seguramente en lugar de ser enviados a morir en una prisión como Toussaint de hambre o de frío, los hubiese mandado a guillotinar; y a los jueces del TSJ que fallaron extrañamente con los mismos argumentos de Bush, es decir, que no hubo golpe de estado sino vacío de poder; o que tampoco hubo secuestro sino que estuvo “rodeado de militares preñados de buenas intenciones” en abril del 2002, muy seguramente en un régimen bonapartista como el de USA, los hubiesen condenado a inyección letal o fusilamiento: ¿No será Dieterich, el bonapartismo que le atribuyes a Chávez, más bien el reflejo sublimado de tu egolatría intelectual racista?

“La conducción política de Fidel y Hugo Chávez” / Heinz Dieterich

Martes, 12 de julio de 2011. En la misma URL

http://www.redaccionpopular.com/node/3500

“El artículo de Fernando Dorado se encuentra en la misma sección de Redacción Popular en que aparece el presente texto”.  [A mí entender “Aciertos y errores de la Revolución Bolivariana” en

http://www.redaccionpopular.com/articulo/aciertos-y-errores-de-la-revolucion-bolivariana  N. del E.]

*Ciudadano Afroabiayalense independentista de la Región Caribe en la República de Colombia.

Red Independentista Del Caribe- Observatorio Independiente De Medios.


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